"La desnudamos para asustarlos": dos acusados de los asesinatos en Los Yesos reconocen el crimen pero niegan abusos sexuales e inculpan a los otros dos procesados

Los dos acusados de nacionalidad marroquí que están siendo enjuiciados por el doble crimen de Los Yesos, un paraje de Sorvilán, en la Costa de Granada, en abril de 2022, han reconocido ser los ejecutores del suceso, pero han negado cualquier abuso sexual contra la mujer y han inculpado a los otros dos procesados, los cuales han asegurado en su testimonio que sólo iban a robar a la vivienda y no a una "barbarie" como esa.

Lo han hecho durante su declaración en la segunda sesión del juicio que se celebra con jurado popular en la Audiencia de Granada para analizar el doble asesinato y una decena de delitos, hechos por los que los dos primeros se enfrentan a la petición de prisión permanente revisable y otros 60 años de cárcel, y el resto más de 60 años de prisión, en el juicio con las penas más altas de la historia judicial de Granada. Los acusados sólo han respondido a las preguntas de sus respectivos abogados, de la Fiscalía y del jurado popular.

Los arrestados marroquíes, de 29 años y en situación irregular cuando tenían lugar los hechos, han reconocido parcialmente el relato de los hechos presentado por la Fiscalía, han admitido que se presentaron en el cortijo de la víctima para robarle y que la llegada de él primero y posteriormente de su pareja precipitó unos hechos que acabaron en el doble crimen. Ambos han explicado que, después de amenazarlos a los dos, que estaban maniatados en sillas para que les dijeran dónde había dinero, decidieron matarlos.

Llevaron primero a él hasta la bañera y lo decapitaron, acción que repitieron luego con ella, siendo los autores materiales cada uno de un asesinato. En su declaración, han negado cualquier abuso sexual cometido contra ella, han reconocido que el supuesto cabecilla dio muerte al hombre, y el otro a la mujer, en el marco de un plan que habrían decidido, según han reiterado ambos, "entre todos", participando también los cuatro, según estos testimonios en sede judicial.

"Estaban ayudando en todo momento", ha resumido uno ellos, quien ha asegurado que la decisión de matarlos fue de los cuatro, que nadie se opuso y que juntos sacaron los cadáveres de la casa, limpiaron el cortijo y se encargaron de tirar los cuerpos por un barranco junto a Los Yesos.

Respecto a la agresión sexual, estos han señalado que nunca actuaron contra ella con deseo sexual, si bien han reconocido que la desnudaron "entre todos" al objeto de "asustar" al hombre para que accediera a entregarles el dinero que al parecer iban buscando. Los dos marroquíes han dicho estar arrepentidos por lo sucedido y han pedido perdón a las familias.

Nuevos detalles sobre el suceso

Durante la declaración de los cuatro acusados, los cuales han estado continuamente escoltados por agentes de la Policía Nacional durante la vista, han introducido nuevos datos sobre el suceso y como se gestó, así como que la fecha del robo la eligieron porque sabían que la víctima cobraría ese día una suma importante de dinero procedentes del cultivo de marihuana en sus invernaderos.

Han explicado que tenían esa información porque el más joven de los procesados españoles, de 18 años en el momento de los hechos, quien es hijo de una expareja del hombre asesinado, aunque este ha negado en su declaración que él ofreciese esa información y ha asegurado que mantuvo en todo momento que la víctima no tenía tanto dinero.

Los dos marroquíes también han reconocido que ya habían estado en el cortijo antes para robar, tres asaltos que la víctima denunció poco antes de los hechos, y que sabían el dinero que tenía por haber usado su tarjeta tras uno de esos robos.

Por su parte, los dos españoles han mantenido de forma conjunta que el plan consistía en robar los 10.000 euros que habría en el cortijo, para lo que fueron los cuatro vestidos de negro y provistos con pasamontañas. Han destacado que uno de los ejecutores del crimen marroquíes llevaba las armas, dos pistolas de fuego -un revólver y un bolígrafo pistola- y dos machetes. Acusados provisionalmente por la Fiscalía de ser cómplices en la presunta comisión de los asesinatos y la agresión sexual, han alegado precisamente haber estado en "shock" o paralizados en distintos momentos de sus declaraciones ante el tribunal para justificar que no hicieran nada para evitar los fatales desenlaces.

"El miedo te bloquea, yo todo lo hago por obligación", ha declarado uno de los procesados, que ha dicho que le amenazaron tres veces con ser el siguiente y le enseñaron la cabeza del asesinado. Después de tirar los cuerpos, volvieron a sus casas y este procesado se cambió de ropa y se llevó las zapatillas de la víctima.

En su declaración, este acusado ha mantenido que los jóvenes de origen marroquí fueron responsables de la supuesta agresión sexual y que se opone a que "dos guarros hagan eso con una mujer y queden impunes", añadiendo que quiere "que lo paguen" y que por eso habría colaborado con la investigación.

Al día siguiente, fue este acusado quien declaró "voluntariamente" en el Cuartel de la Guardia Civil de Castell de Ferro, y pidió entonces protección para su familia, su mujer y su hija, debido a las amenazas de los dos ejecutores confesos del doble crimen que, según ha mantenido, se mantuvieron posteriormente en los calabozos y en prisión, por lo que declarará en el juicio un testigo protegido.

"No había estado en una situación igual, nunca tuve el control. No sabía que se iba a matar a gente, no habría ido", ha mantenido el menor de los acusados, el hijo de una expareja del hombre asesinado, que ha asegurado que no presenció los crímenes porque estaba en la puerta del cortijo, aunque ha reconocido que pidió que no los matasen y ayudó a mover los cadáveres.

El juicio continuará este miércoles con periciales e informes de forenses y de psiquiatra. Van a ser revisadas por el jurado distintas declaraciones en fase de instrucción de los mismos procesados por posibles contradicciones que habrían detectado las partes este martes.