Castell de Ferro tras el polémico desembarco de migrantes: "Rechazamos cualquier discurso de odio, racista, xenófobo o que menosprecie la dignidad de los migrantes"
Señalan que el municipio "es, y seguirá siendo, una tierra abierta, plural, solidaria. Aquí conviven personas de distintos orígenes, muchas de ellas migrantes que forman parte esencial de nuestra comunidad, que trabajan en nuestros campos e invernaderos, que contribuyen día a día al desarrollo de nuestra economía y nuestra sociedad"
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La polémica tras las imágenes del desembarco de una decena de personas que llegaron a la playa del Sotillo, en Castell de Ferro, este pasado fin de semana en una hora de gran afluencia turística, continúa candente en redes sociales y medios de comunicación a nivel nacional que han convertido los vídeos publicados por los propios bañistas que se encontraban en la zona y que muestran como algunos de los usuarios de las playas frenaron la huida una vez que los migrantes alcanzaron tierra firme, inmovilizándolos en algunos casos tumbados en la arena, en un debate sobre la actitud de los bañistas. Una situación que ha hecho que el Ayuntamiento del municipio emita un comunicado para recalcar su compromiso con la "convivencia pacífica, el respeto a todas las culturas y la defensa de los derechos humanos".
Desde el Consistorio inciden en que el municipio "es, y seguirá siendo, una tierra abierta, plural, solidaria. Aquí conviven personas de distintos orígenes, muchas de ellas migrantes que forman parte esencial de nuestra comunidad, que trabajan en nuestros campos e invernaderos, que contribuyen día a día al desarrollo de nuestra economía y nuestra sociedad".
Además, recuerdan que "quienes llegan a nuestras costas lo hacen empujados por la desesperación, jugándose la vida en busca de un futuro mejor para sí mismos y sus familias". Y aunque respetan la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, "que cumplen con su deber en estas situaciones complejas", indican que rechazan "rotundamente cualquier discurso de odio, cualquier actitud racista, xenófoba o que menosprecie la dignidad de las personas migrantes".
Por último, desde el Consistorio agradecen públicamente la actitud de la mayoría de los bañistas que se encontraban el domingo en la playa que sí actuaron "con respeto, comprensión y humanidad", en contraposición con lo que se ha visto en algunos de los vídeos que circulan por las redes sociales. "Gestos como esos son los que reflejan el verdadero espíritu de nuestro municipio. En Castell de Ferro apostamos por una sociedad más justa, más inclusiva y más humana".
Un comunicado que comparten muchos vecinos del pueblo que durante estos días han mostrado su indignación por redes sociales por la imagen que se estaba dando del municipio, al entender que no representa el sentimiento de sus habitantes ni el trato que tienen en el día a día unos con otros.
Fuentes de subdelegación del Gobierno en Granada apuntan a este periódico que se siguieron los protocolos establecidos para este tipo de casos y que es la segunda embarcación que llega en el año hasta la provincia de Granada. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado actuaron, dentro de la complejidad de la situación, conforme a lo establecido y los migrantes fueron trasladados al CATE de Motril, donde permanecen el tiempo establecido y a la espera de que se les abra los correspondientes expedientes.
Estas mismas fuentes aseguran no entender el revuelo mediático que se ha montado y la imagen preocupante que se está intentando dar con la inmigración en la provincia de Granada.
Los hechos ocurrieron el pasado domingo al filo de las dos de la tarde, cuando una embarcación rápida se aproximó hasta la playa del Sotillo, justo enfrente de donde se encuentra el acuartelamiento de la Guardia Civil, y sus ocupantes se echaron al agua tratando de alcanzar la orilla. Todo ello bajo la atenta mirada de los bañistas que se encontraban en ese momento en esta zona de la playa.
En un primer momento, los migrantes intentaron emprender la huida entre las sombrillas de los veraneantes, alguno consiguió llegar al paseo marítimo y trató de esconderse en el casco urbano, según algunos testigos presenciales, pero la mayoría fueron retenidos en el mismo arenal, en algunos casos por los propios bañistas.
La polémica, principalmente en redes, está servida tras la publicación de unos vídeos en los que se puede ver como algunos de los bañistas retienen contra la arena a algunos de los migrantes, mientras otros usuarios de las playas increpan a los primeros para que los suelten. "En vez de darles agua o comida les persiguen. Que bajeza moral", apuntan algunos. Frente al comentario que gana cada vez más peso en redes de "que los acojan ellos en sus casas".
Por su parte, desde la Red Granadina por la Acogida y el Refugio (REDGRA) condenan cualquier forma de violencia, racismo o criminalización de las personas migrantes, al tiempo que apelan a la responsabilidad colectiva para construir una sociedad más justa, empática y respetuosa con los derechos humanos.
Al hilo, añaden que este tipo de situaciones no deben entenderse como hechos aislados, sino "como señales de una creciente normalización del miedo y la desinformación en torno a la migración", por lo que consideran fundamental que se refuerce el diálogo social, la educación y la convivencia intercultural para no vaer en discursos que dividen o enfrentan a la ciudadanía.
Y recuerdan que "migrar no es un delito, que ninguna persona es ilegal, y que las llegadas por vía marítima son consecuencia de desigualdades estructurales globales. La respuesta ante estas realidades no puede ser la agresión ni la persecución, sino la acogida, la asistencia y la protección de los derechos fundamentales".
En la misma línea, la ONG Extranjeristas en red pide una investigación por presunta "detención ilegal" en referencia a la llegada en los últimos días de varios migrantes a bordo de una embarcación a una playa granadina, donde algunos bañistas "se abalanzaban y perseguían a esas personas hasta retenerlos por la fuerza y contra su voluntad".
En este sentido, advierten de que estas acciones podrían constituir un delito, dado que solo una autoridad "con suficiente representación del Estado, y motivos justificados" puede limitar el derecho fundamental a la libertad de movimientos.
"El caso es que esos que se creen a sí mismos buenos ciudadanos y salvadores de la patria es muy posible que hayan cometido un delito de detención ilegal, y debe caer sobre ellos, por mucho que seguramente aleguen ignorancia, todo el peso de la ley", subrayan desde la ONG.
Igualmente, Extranjeristas en red indica que es "turno" del Derecho y de las Instituciones "frente a la barbarie de tomarse la justicia por su mano", y piden a la Fiscalía de Granada que realice "las oportunas averiguaciones en unas diligencias de investigación penal para identificar a los autores y presentar la necesaria querella ante la autoridad judicial".
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