El Covirán Granada empieza 2026 como último clasificado en solitario de la ACB
La derrota ante La Laguna Tenerife y la victoria del San Pablo Burgos deja a los granadinos solos en la cola de la tabla en vísperas del choque del sábado en el Palacio entre los dos equipos que están en descenso
La traumática derrota firmada por el Covirán Granada este martes por la noche en la cancha del La Laguna Tenerife (80-75) le lleva a empezar el nuevo 2026 como colista en solitario de la Liga ACB, con únicamente un encuentro ganado en las trece jornadas disputadas del campeonato.
El equipo dirigido por Ramón Díaz, técnico debutante en la máxima categoría nacional este curso, ha caído de forma consecutiva en las siete últimas jornadas y en la presente campaña aún no conoce la victoria a domicilio, uno de sus grandes debes.
Su única alegría fue en la sexta jornada ante el Valencia Basket en el Palacio, un triunfo que ha estado cerca de repetir en los pasados encuentros, aunque los granadinos han echado por tierra sus buenas actuaciones en malos finales de partido. Se repite la historia una y otra vez.
El triunfo logrado en la última jornada del año por el San Pablo Burgos ante el Dreamland Gran Canaria ha dejado al Covirán Granada como último clasificado en solitario, ya que los burgaleses suman ya dos victorias.
El Covirán Granada, que abrirá 2026 en el Palacio precisamente ante el San Pablo Burgos, está a tres victorias de un corte de la permanencia que marcan varios equipos con cuatro partidos ganados, aunque la jornada aún no ha finalizado.
Ramón Díaz apela una y otra vez a “seguir trabajando”, mostrándose “convencido” de que los éxitos de los suyos llegarán pero sin ocultar que el choque del sábado entre los dos últimos clasificados es “una final” para los suyos.
Más allá de la clasificación, dos problemas tiene sobre la mesa el Covirán Granada a resolver de forma inmediata, si es posible antes del choque del sábado.
El primero es la posible salida de Matt Thomas, con interés en su fichaje del AEK Atenas y una cláusula en su contrato que le permitiría marcharse. Quedarse si el alero estadounidense sería firmar casi del todo la sentencia del descenso.
El segundo es tratar de resolver la situación del pívot bosnio Amar Alibegovic, entrenando desde la semana pasada con el equipo pero cuyo transfer no ha llegado desde Italia. Sería vital para el choque del sábado su presencia ya con el equipo.
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