Una de las mayores polémicas desde la llegada del VAR al fútbol español ocurrió anoche en el estadio Nuevo Mirandilla en el Cádiz-Elche (1-1). El cadismo está que arde por un claro fuera de juego de Ponce en el inicio de la jugada que dio lugar al empate ilicitano, anotado precisamente a la postre por el jugador argentino de cabeza. Pese la evidente posición antirreglamentaria, incluso sin tirar líneas, el árbitro VAR, Iglesias Villanueva, se olvidó de revisar la jugada y Del Cerro Grande dio validez al tanto que supuso las tablas en un encuentro vital para ambos equipos en su lucha por alejar de la zona de descenso, sobre todo para los locales, cuya victoria hubiera supuesto un salto en la clasificación antes de visitar al Sevilla es sábado (21:00), ahora rival directo en la zona baja. 

El entrenador del Cádiz, Sergio González, declaró al término del partido que le "sorprende que el señor que está en el VAR no chequee esta acción de importancia descomunal". "He hablado con Del Cerro y lo ha reconocido, está triste", insistió González en conferencia de prensa. "Es un fuera de juego manifiesto y claro que acaba en gol y los puntos se nos han ido por una situación errada", señaló el técnico del Cádiz. "Es una evidencia pero nos la tenemos que comer", aseveró.

El presidente del Cádiz, Manuel Vizcaíno, también se mostró muy enfadado en Canal Sur Radio: "El Señor Rubiales nos debe unos pocos de puntos. Menos supercopas en Arabia y más arreglar el VAR".