Básquet Girona-Covirán Granada | Crónica y resultado

El Covirán Granada ofrece una mala imagen en Girona y pierde por 19 puntos (80-61)

David Kramer trata de anotar ante un jugador del Girona.

David Kramer trata de anotar ante un jugador del Girona. / Efe (Girona)

El Covirán Granada dio una muy mala imagen en su duelo ante el Básket Girona, que se impuso por 80-61, en un partido en el que los de Pablo Pin tan sólo estuvieron al nivel que se le espera en los cinco primeros minutos y en la recta final del segundo cuarto. Un horrible tercer periodo, en el que los granadinos se descentraron por las decisiones arbitrales, terminó con un 26-9 que terminó por finiquitar la cita.

Arrancaron muy bien los rojinegros, con mucha fluidez en ataque, con Cristiano Felicio haciendo daño repartiendo juego y con Joe Thomasson acertado en los lanzamientos. Cinco puntos seguidos del escolta de Dayton permitió a los visitantes lograr sus primeras ventajas (2-7). La velocidad a la hora de mover el balón sorprendió a los de Fotis Katsikaris, que no encontró la fórmula para frenar la movilidad de su rival.

Buenos minutos

Pero, poco a poco, la realidad de ambos equipos comenzó a surgir. Y es que se tratan de los dos que más balones pierden. No obstante, la actividad defensiva de los granadinos les permitió correr y anotar con cierta facilidad en los primeros cinco minutos, en los que los de Pin lograron tener hasta siete puntos de renta (4-11).

El técnico griego del Girona decidió parar el choque a 5:07 del primer receso y ahí cambió el choque. El 4 de 6 del Covirán en tiros de campo contrastaba con el 1 de 7 de los catalanes. Pero tras el parón, los gerundenses se activaron y comenzaron a anotar con soltura. Ike Iroegbu, con cinco puntos seguidos, y Quino Colom, que ya hizo un destrozo en el partido de la primera vuelta disputado en el Palacio de Deportes, le endosaron a su rival un parcial de 7-0 que rompió Christian Díaz con una gran canasta.

Pero dos triples consecutivos, uno de Eric Vila y otro del pretendido en el verano Sergi Martínez, culminó un parcial de 13-2 que terminó por cerrar el primer cuarto con el Girona mandando por primera vez en el electrónico (17-15). Los locales ya sabían cómo hacerle daño a su rival. Pero el Covirán tampoco logró romper su mala dinámica en el inicio del segundo periodo.

De nuevo Colom

Kramer, desacertado desde la línea de tiros libres, anotó la primera canasta de su equipo en el segundo cuarto, pero el que mandó fue el club presidido por Marc Gasol. Stefan Djordevic, con seis puntos seguidos, comenzó a ampliar la ventaja de los de Fontajau aunque Jonathan Rousselle lo rompió con un triple marca de la casa. Sin embargo, un lanzamiento desde más allá de 6,75 de Yves Pons obligó a Pablo Pin a pedir tiempo muerto. Los rojinegros habían anotado 5 puntos en siete minutos. Con Kwan Cheatham en su día malo (cero puntos al descanso tras siete lanzamientos), las pérdidas comenzaron a aumentar y el Covirán se atascó en ataque. Ello fue aprovechado por los de Katsikaris, que con Colom al mando, llegaron a ponerse 11 arriba. Y es que en doce minutos se pasó del 4-11 al 33-22.

Malik Dime debutó con la camiseta del conjunto rojinegro

Pero el conjunto de Pablo Pin no se dejó llevar y supo reaccionar endosándole un parcial al Girona de 2-10 con un último canastón de Thomasson, al que se le pitó una técnica, la tercera falta, que sorprendió al carismático jugador norteamericano. Al menos se llegó vivo al descanso (35-32).

El desastre

La segunda mitad comenzó con el tiro libre lanzado por Iroegbu por la técnica. Cheatham anotó su primer tiro pero los locales anotaron con facilidad aprovechando las pérdidas de los granadinos y la escasa dureza en su propia pintura para capturar rebotes. De nuevo, una mala puesta en escena tras el paso por los vestuarios, con un 10-2, hizo que Pin parara el choque con 46-34, la máxima renta. El preparador granadino le pidió intensidad y agresividad a sus jugadores. Pero su dinámica no era buena. Para colmo de males, Thomasson cometió su cuarta falta personal con 15 minutos por jugar aún y Pere Tomàs fue descalificado tras pitarle una técnica que se sumó a una antideportiva que cometió en la primera mitad. Un momento clave en el partido, en bonus, 15 abajo, sin dominar el rebote (trece rebotes ofensivos de los locales, 8 de ellos en el segundo cuarto) y con una rotación cada vez más corta.

Las sensaciones no eran las mejores. Y, encima, las decisiones arbitrales sacaron a los granadinos del partido y el Girona no perdonó. Llegó a gozar de una renta de 21 puntos que fue con la que se llegó a los últimos diez minutos de partido. Con tan escasa anotación (9 puntos por 26 de su contrincante) era imposible tener opciones de ganar. A ello se le sumó es escaso acierto en triples (18%). En conclusión, se juntó todo lo que Pin no quería que pasara, pero pasó.

Maquillaje

En el cuarto final, y con el duelo sentenciado, quedaba tirar de orgullo para que no se volviera a repetir lo sucedido ante el Barça siete días antes aunque el potencial del contrario que tenía enfrente no era el mismo precisamente. Un periodo en el que desde el banquillo se aprovechó para darle minutos a la nueva incorporación, Malik Dime, que ayudó en defensa pero no en ataque. Fue el momento de Kramer, que anotó en tres minutos otros tantos triples maquillando sus números pero, eso sí, con el encuentro finiquitado. Anotó los once primeros puntos del Covirán en el periodo final, pero llegaron tarde. Y es que en ACB es muy complicado ganar con tan sólo 61 puntos encestados. Dos partidos seguidos con la anotación más baja de la temporada.

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