En el Himno del Centenario del Atlético de Madrid compuesto por Joaquín Sabina había un verso que decía "qué manera de palmar". En singular.

En el caso del Covirán Granada de esta temporada, en la que ya se han acumulado una docena de derrotas en 18 jornadas, se han perdido partidos de distintas maneras entre las que destacan dos: una primera en la que se manda el partido esparragar a las primeras de cambio en unos primeros 20 minutos desastrosos, como sucedió en Alicante, Almansa y Palma; y una segunda en las que se deja la derrota para después.

Alo Marín, como el Covirán, cariacontecido.

La segunda 'acepción' admite a su vez varios apartados, pero hay uno que llama poderosamente la atención, que es la de hacer un baloncesto más o menos primoroso durante buena parte del partido que vale para coger una buena renta para tirarla por la borda en pájaras lamentables. Lo ocurrido en San Sebastián al dilapidar 19 puntos no ha sido la primera vez. En Orense se desperdiciaron 17.

Inercia

También están los encuentros que se han perdido por tan sólo un punto, pero éstos casi hay que achacarlos a la dinámica derrotista en la que está el equipo prácticamente desde que comenzó la temporada. Tal es así que en los casos en los que se ha lanzado una moneda al aire en la última jugada al Covirán le ha salido cruz. ¡Qué cruz!

'Cuidadín'

Sobrepasado el ecuador de la temporada la realidad, hay que insistir una semana más, es la de que el equipo coquetea con los puestos de descenso. El Covirán es el quinto por la cola sólo una victoria de ventaja sobre el antepenúltimo, que es el que marca la linde que condena a la LEB Plata. Decir que urge la reacción es una perogullada, pero es que no queda otra. Si se cumple lo anunciado por el club, para empezar esta semana debe llegar un refuerzo para el juego interior del equipo.

Lo inmediato

La situación es delicada, tanto que en el Covirán se ha cambiado el chip. Si la pasada campaña marcaban objetivos de cuatro en cuatro encuentros, ahora toca ir partido a partido. Sólo hay que pensar en sumar triunfos para salir de esa media docena que luce en el casillero del club desde el 20 del pasado mes de diciembre. Claro que a finales de noviembre ya se habían conseguido cinco.

Y para no ver todo tan oscuro, recordar los dos siguientes versos del himno colchonero que bien se puede aplicar a los nuestros: "... qué manera de vencer, qué manera de vivir,...".