El Covirán Granada está en condiciones de aspirar a todo esta temporada. Los de Pablo Pin sellaron un gran triunfo ante el Breogán por 97-80, un equipo que, no hay que olvidarlo, es el gran favorito para lograr el ascenso a la Liga ACB .

No sólo se venció, sino que además se ganó el basket average a los gallegos, a los que se arrinconó con un encuentro bien planteado sobre la base de la habitual intensidad en la retaguardia y, sobre todo, en un increíble acierto en los lanzamientos de tiros triples (15/26, con una efectividad de casi el 58 por ciento).

Sobre la premisa de que la igualdad es máxima en la parte alta del denominado Grupo de Clasificación, el Covirán ha demostrado con creces a lo largo de la temporada que puede ganar a cualquiera y desde que comenzó la segunda fase que en todas las quinielas su nombre debe figurar entre los cuatro grades favoritos que lucharán por el ascenso a la Liga ACB.

Fue un partido vistoso, por mucho que el primer cuarto fue lo menos parecido a un baloncesto bonito porque fue a empellones y sin dar pista alguna a lo que se avecinaba. Pero al final fue todo un festival ofensivo que dejó a los granadinos a sólo tres puntos de alcanzar la centena de puntos por primera vez esta campaña.

Sin ritmo

Minuto y medio tardó en moverse el marcador. Los dos equipos comenzaron imprecisos de cara al aro rival, más los gallegos, que esperaron tres minutos para inaugurar sus guarismos.

Bamba Fall, clave en la 'pintura'.

Las defensas continuaron por encima de los ataques en las siguientes acciones, en las que sólo David Iriarte, desde más allá de la línea de 6,75, dio un poco de salsa ofensiva (8-2, 4’). Ningún equipo era capaz de anotar con ritmo, si bien los de Pablo Pin, bien atrás, anotaban en acciones aisladas, pero tras mantener una renta en torno a los ocho puntos, un par de malas decisiones en ataque y la aparición de Adam Sollazo hicieron que los gallegos se pusieran a rebufo (14-11, 8’30’’).

En el tiempo restante de un primer acto afectado de arritmia, los granadinos aprovecharon una ligera pájara de los visitantes para volver a estirar la ventaja: 19-11.

El partido se anima

El siguiente acto no comenzó mal, con un Covirán intenso en defensa, lo que aturulló a los de Diego Epifanio, y un triple de Murphy que puso a los locales doblando en el marcador a sus invitados (22-11).

Pero el choque siguió momentáneamente instalado en la falta de compás en ambas pistas. Apenas transcurridos dos minutos y medio, Pin paró el partido para intentar insuflar otros aires a los suyos. El técnico visitante también tenía motivos, incluso más, para dar un repaso a los suyos, muy atados por la defensa local, tanto que estuvieron cuatro minutos sin celebrar una canasta (26-13).

El conjunto ahora verdirrojo (el patrocinio obliga) poco a poco empezó a mover mejor el balón en ataque, a lo que se unió el acierto en los triples. Dos consecutivos firmados por Bropleh y Murphy pusieron el marcador más que vistoso (32-13, a 5’04’’ para el descanso).

Instantes después, Christian Díaz, con otro triple, puso la diferencia en la veintena (35-15). Con el Breogán rozando el K.O., dos pérdidas tontas evitaron que los gallegos recibieran la puntilla antes del descanso. Más aún cuando el Covirán se encomendó a los tiros lejanos y cuando éstos dejaron de pasar por el aro la ventaja se redujo a los doce puntos en un santiamén (39-27), que se quedó en catorce al descanso: 43-29.

¡Al ataque!

El Breogán pareció volver a la pista con otro aire. Con una efectiva defensa en zona, el acierto de Sollazo y las pérdidas de los locales, los visitantes se metieron en el partido (46-38) frente a un Covirán que durante los tres primeros minutos de la reanudación se mantuvo gracias a la buena mano de David Iriarte (49-38).

Cuando el partido amagó con dar un giro no deseado, apareció Bropleh en escena con diez puntos consecutivos, incluido un 3+1 que sirvieron para volver a poner tierra de por medio (59-45).

Pin da instrucciones a sus jugadores en un tiempo muerto.

El encuentro cogió velocidad de crucero y con el ritmo avivado el Covirán se sintió como pez en el agua. Entre los triples y la presencia de Fall en la ‘pintura’, los de Pablo Pin endosaron un parcial de 9-0 que puso el encuentro muy de cara (71-50, 28’). Con los dos equipos bien asentados más allá de la línea de 6,75 se llegó al final de un tercer cuarto muy movido con todo a favor de los locales: 78-57.

El Breogán, a raya

Muy mal lo tenía que hacer el Covirán para tirar por la borda todo lo realizado en la media hora anterior. Los primeros compases del último acto sirvieron para desechar una idea tan peregrina. Los granadinos se tenían que limitar a mantener el trato de tú a tú al Breogán y dejar que los minutos fueran pasando.

Así fue a pesar de que los locales parecieron bajar la concentración en ataque. Sobrepasado el ecuador del cuarto definitivo, el Breogán avisó que el average estaba en juego al ponerse a 14 (86-72). Bastó con un parcial de 4-0 para quitar de la cabeza a los de Diego Epifanio que siquiera pensaran en tal posibilidad. Ni se les ocurrió.