El piloto español Fernando Alonso (McLaren-Honda) afirmó ayer que espera "un fin de semana difícil" en el Gran Premio de México, que se disputa entre el viernes y el domingo en el Autódromo Hermanos Rodríguez.

El asturiano cree que seguramente serán unos días complicados para él, ya que empezará la carrera desde la parte trasera de la parrilla debido al problema de motor que tuvo en el Gran Premio de Estados Unidos y que le impidió acabar la carrera. "También es una pista en la que a menudo debemos luchar con el tráfico, lo que dificulta los adelantamientos. Pero, mirando el lado positivo, probamos muchos componentes nuevos el viernes en Austin (Texas) con los que estamos muy contentos y esperamos aprovecharlos en México", indicó Alonso en declaraciones que difundió su equipo.

Además, tuvo unas bonitas palabras hacia el pueblo mexicano, después del fuerte terremoto sufrido semanas atrás y ante el que todavía intentan recuperarse para volver a la normalidad: "Es muy importante que vayamos a México con un recuerdo para todos los afectados por el reciente terremoto y que les mostremos todo el apoyo posible en estos momentos tan difíciles".

El bicampeón mundial español también mostró su satisfacción por el hecho de correr en un país de habla hispana, algo que no suele ser habitual en las distintas pruebas del campeonato: "La bienvenida que nos brinda la Ciudad de México es una de las mejores del mundo. Realmente puedes sentir la calidez de los aficionados en todo el circuito, especialmente en la sección del estadio, y su apoyo es increíble". "Para mí es agradable poder llegar a un país, ir al hotel y poder registrarme en mi propio idioma. Pero, en serio, amo México y a los mexicanos y espero que podamos ofrecerles el espectáculo que se merecen", añadió Alonso.