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Ilusionante y sin goteras

  • Los de Pin vencen a los pimentoneros por segunda vez con cambio de escenario previo obligatorio

Guillem Rubio trata de penetrar pese a oposición del jugador del Murcia Kazadi.

Guillem Rubio trata de penetrar pese a oposición del jugador del Murcia Kazadi. / reportaje gráfico: carlos gil

Las buenas sensaciones sacudieron ayer al Covirán Granada en su segundo encuentro de pretemporada, en el que se impusieron, pese a los infortunios por el cambio de recinto obligado, al Real Murcia por segunda vez en su preparación, aunque ésta vez por un resultado aún más contundente, cerrando un encuentro que dejó muchos detalles buenos a los pocos aficionados que se 'colaron' en el Pabellón de la Universiada de Fuentenueva, pero sobre todo a su cuerpo técnico.

Y es que el partido estaba fijado en el Pabellón Veleta, pero las trombas de agua que cayeron durante la mañana y el medio día de ayer sobre la capital obligaron al club nazarí a solicitar el recinto universitario para la disputa del encuentro, ya que el pabellón municipal presentó algunas goteras a primera hora de la tarde que hicieron imposible la celebración del encuentro. La variación hizo que algunos aficionados lograran entrar a presenciar el partido, quienes pudieron disfrutar de la victoria, pero sobre todo ilusionarse con la figura del jugador más destacado ayer y que promete liderar el nuevo proyecto de Pablo Pin en LEB Oro.

Josep Pérez fue líder en anotación y dirigió los mejores minutos de juego de los rojinegros

Quizás es algo pronto para hacer tal afirmación, pero Josep Pérez dejó ayer su carta de presentación, con unos números altos en puntuación y valoración, pero basados en una gran jerarquía para llevar el peso del ataque del Covirán. El base cerró un completo partido individual (100% en tiros de dos y tiros libres, cinco de seis en triples y dos rebotes para 24 de valoración), aunque también en conjunto, dirigiendo todo el ataque y mostrando una visión y determinación clave para el crecimiento del conjunto de Pin en la nueva categoría. El catalán se supo tan superior que en los minutos finales incluso intentó algunas jugadas de nivel superior, además de dejar entradas a canasta que rompieron el habitual sistema del Fundación.

El choque se inició bien para los locales, que ayer estrenaron su segunda nueva equipación blanca, con un primer cuarto marcado por el acierto desde la línea de tres puntos, no en vano cerraron los primeros diez minutos con ocho de nueve desde la línea de tres. Pero no todo fue el lanzamiento exterior, ya que tanto Bortolussi como Guillem Rubio y Wright aportaron por dentro, presentando una mayor determinación en defensa que en ataque, eso sí.

En el segundo acto, la falta de Pérez en la dirección hasta el ecuador dejó a un equipo más dubitativo, lo que permitió a Murcia poner su primer parcial favorable. Sin embargo, los últimos cinco minutos antes del descanso desataron al equipo rojinegro con un parcial 18-0 que le disparó en el marcador hasta el 55-28. Ahí el equipo demostró tener un libro de ataque mayor que la línea de tres mostrada en el primer cuarto, aportando desde dentro la entrada de Iriarte, así como una leve aparición de Joan Pardina, el más tímido de las incorporaciones.

El tercer cuarto fue el más flojo de los de Pin -cediéndolo por 16-18-, aunque los visitantes no mostraron el nivel necesario en ningún momento para poner en aprietos al Covirán. Los últimos diez minutos dejaron las mejores acciones de ataque de los locales, liderados por la gestión de Pérez y la determinación en la pintura de Rubio -de menos a más ayer- y Wright. El único de los nuevos que no pudo actuar fue Olmos, quien está alejado de las pistas por un esguince que, sin embargo, no le hará perderse los encuentros de la próxima semana frente a Canoe y Betis.

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