Si 2018 terminó con buen sabor de boca a pesar de la abultada derrota sufrida en Bilbao por todo lo bueno que había acontecido durante todo el año, 2019 ha comenzado con un triunfo.
Aunque la victoria del Covirán sobre el Cáceres CB es lo que cuenta, lo cierto es que costó mucho más de lo esperado en un encuentro que tuvo emoción pero no mucho baloncesto.
Fue uno de esos partidos espesos en lo que los pupilos de Pablo Pin demostraron tener algún galón más que su rival, lo que se tradujo en experiencia en los momentos de la verdad.
La novena
El resultado fue ajustado, pero ya casi nadie se acuerda de que fue 67-64. Lo que ya está en la mente de los aficionados del Covirán es que se ha dado un paso más en el propósito de la entidad de asentarse en la categoría.
A punto de concluir la primera vuelta, el equipo de Pin está en disposición de luchar por quedar en la zona más que noble de la tabla al final de la temporada. Eso sí, aún queda mucho camino por andar.
El día de Reyes
La victoria sobre los extremeños fue el considerado como un día mágico en este país aún llamado España. El día de los Magos de Oriente, que también han dejado su huella en el Palacio con sus regalos.
Oro traducido en la categoría en la que juega el equipo de nuestra ciudad. Incienso, quizá porque el proyecto ‘huele’ bien, pero sin olvidar que una segunda acepción de incienso hace referencia a la adulación exagerada, algo en lo que en esta ciudad se cae más de la cuenta y que, sin duda, en el club deben saber contemporizar para no caer en la soberbia. Mirra seguro que también han dejado los de Oriente, aunque no sé si esta resina que dicen huele bien sirve para algo.
A Palencia
El segundo partido del año será el último de la primera vuelta. El conjunto palentino está llamado a luchar por el ascenso, aunque lleva dos derrotas consecutivas. A ver si en unos días son tres.
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