Mesut Özil, la gran revelación del Mundial al que llaman el Messi de la Mannschaft, tendrá un duelo muy especial el sábado cuando desafíe con su zurdita mágica y aceleraciones tremendas a su espejo Lionel Messi, el crack de Argentina. Al igual que en el Mundial 2006, Alemania y Argentina chocan por un hueco en semifinales, en un superclásico que espera la emoción principalmente de las botas de esos dos jugadores, conductores más desequilibrantes en los onces de Joachim Löw y Diego Maradona. "Messi es un jugador difícil de enfrentar, tal vez el mejor del mundo y no hay un jugador que pueda controlarlo durante los 90 minutos", reconoció el medio Sami Khedira.

Tanto la 'Pulga' Messi como Özil han sido fundamentales para recorrer el camino de sus equipos hasta cuartos de final. Messi se ha quitado de encima la presión de las críticas sobre su flojo rendimiento con la albiceleste, en contraposición a lo que suele hacer en el Barça. En Sudáfrica el rosarino, que emigró a España con 13 años, ha dado asistencias y roto las defensas de Nigeria (1-0), Corea del Sur (4-1), Grecia (2-0, siendo capitán por primera vez) y México (3-1) en octavos. La gran cuenta pendienta de 'Lio' es el gol, aunque a Maradona le preocupa poco. "Ojo que en México 86 yo empecé a hacer goles a partir de cuartos (en verdad hizo uno antes en el 1-1 a Italia en fase de grupos)", avisó el 'Pelusa'.

En cambio, Özil ya inició su romance con la red, con un formidable zapatazo que metió a Alemania en octavos, frente a Ghana (1-0), cuando en la Mannschaft pesaba la posibilidad de quedar eliminada. Antes, había sido el gran verdugo junto a su socio Thomas Müller para quebrar a Australia (4-0). Contra Inglaterra, en otro clásico que lo ponía a prueba, Özil dio la talla, iniciando los contragolpes que remataron al conjunto de Fabio Capello (4-1)."Mesut se acopla perfectamente a nuestro estilo de juego, puesto que da más fluidez. Lo que es interesante para un jugador tan joven es la visión de juego y su facilidad de dar pases con una precisión mortal", lo elogió Löw.

Messi, de 23 años recién cumplidos, y Özil, de 21, se parecen jugando, pero también por sus historias de terruño añorado. La 'Pulga' es feliz en Barcelona, pero cada verano se sube a un avión para pasar sus vacaciones junto a familia y amigos en Rosario, sin importarle el frío y el acoso periodístico. En el caso de Özil, sus raíces están en Turquía, pese a nacer en Gelsenkirchen y formarse en el Schalke 04. Su familia, que emigró a Alemania en los 80, es originaria de la región de Zonguldak, en el norte de Turquía, y practica la religión musulmana, como Mesut, que incluso tiene pasaporte turco y sitio internet personal en alemán y turco.

Messi y Özil también tuvieron que pasar por etapas de reflexión a la hora de elegir su camiseta internacional. La 'Pulga' reconoció que España lo tentó para ponerse La Roja, aunque la AFA se movió rápido y lo hizo internacional argentino. El Messi de la Mannschaft también fue arrinconado por la federación turca, pero, para enfado de los aficionados otomanos, que incluso llegaron a amenazarlo de muerte tras su decisión, el capitán de la sub 21 germana campeona de Europa en 2009, se decantó el pasado año por Alemania.