La temporada podría haber llegado a su fin para Roberto Fernández. El guardameta gallego ha vuelto a recaer de su lesión en la espalda y salvo que la evolución sea muy positiva corre serio peligro de volver a jugar de nuevo antes de que concluya este ejercicio. Como mínimo está descartado para intervenir en el encuentro de este próximo domingo frente al Mallorca.

Desde el pasado mes de octubre fuertes dolores de espalda provocados por un hernia discal, y ésta es la tercera recaída que sufre, según explicó el jefe de los servicios médicos del Granada CF, Antonio Fernández. Tras someterse a un tratamiento conservador de discólisis ha podido ser titular en los dos últimos partidos ante el Sevilla y el Racing de Santander. Recibió infiltraciones de ozono que le han permitido una mejoría y que desaparecieran los dolores en la espalda. El galeno de la entidad comentó que se encuentra actualmente "muy fastidiado y postrado en la cama".

Por el momento se quiere actuar con precaución y no se han determinado los pasos a seguir tras esta recaída. Es seguro que no estará para el choque del próximo domingo en Mallorca y bastante probable que sea operado de la hernia discal, aunque lo que se debe determinar es si pasa ahora por el quirófano o se espera hasta que concluya la temporada.

El portero lucense ya manifestó sus molestias en el regreso de vuelta de Santander el pasado sábado por la noche tras disputar el partido con el Racing. "Me lo comentó en el avión. Lo hemos visto en estos días, está muy contracturado, muy dolorido. Ha sidouna recaída después de estos dos partidos y no ha podido entrenar porque esta en casa en reposo por prescripción médica. Vamos a ver cómo evoluciona", indicó Antonio Fernández.

Es la tercera recaída que sufre Roberto Fernández esta temporada. Julio César volverá a estar de nuevo bajo el marco. Fue en el pasado mes de octubre cuando empezaron a aparecer los problemas en la espalda. El médico del club apuntço que "ha estado de forma intermitenbte entrando y saliendo. Ha podido aguantar dos partidos. Sabíamos que el tratamiento había sido un éxito, pero no sabíamos cuántos partidos iba a aguantar. Por la intensidad o lo que sea, la musculatura se le ha contracturado, tuvo espamos y dolores, y ahora tiene que estar en la cama para recuperarse".

La intervención va a ser inevitable, aunque lo que se va a intentar es recuperarlo de nuevo con un tratamiento conservador, por si existe la posibilidad de que pueda jugar algún partido más antes de que concluya la temporada. Una vez que acabe todo pasará por el quirófano para curar esa hernia discal que le trae de cabeza desde hace unos meses. "Vamos a ver cómo evoluciona en los próximos días y a partir de ahí se deberá tomar una decisión definitiva. Aún es pronto para saberlo. Si no llega una mejoría habrá que ver lo que hacemos", manifestó el médico.