La llegada de la mujer de Vlado Scepanovic a Granada es el cuento de nunca acabar. Desde hace semanas se repite que los papeles que necesita para poder salir de Serbia y/o Montenegro están a punto de arreglarse. Pero pasan los días y el "vuelva usted mañana" con el que Mariano José de Larra criticaba la burocracia de finales del siglo XIX parece una broma con la actitud de los funcionarios serbios, que alargan hasta la exasperación los formalismos necesarios para que la mujer del jugador del CB Granada pueda salir del país y reunirse con su marido.

El problema tiene su origen en la situación política que se vive en Montenegro, que está a un paso de independizarse de Serbia. Es por ello que los nuevos funcionarios serbios no están por la labor de facilitar el papeleo de los montenegrinos. El principal contratiempo que se sufre es que no existe un protocolo que recoja de forma clara y concreta las exigencias necesarias para conceder el visado de salida. "Cuando se entrega un papel, que ya es un éxito que te lo cojan, varios días después piden otro. Y así una y otra vez", explican desde el CB Granada. No obstante, se sigue confiando en que todo se solucione pronto.

Pero la ineficacia de la burocracia serbia no la sufre sólo la familia de Scepanivic, pues otros montenegrinos de la ACB también la padecen, caso de Drobnjak (Akasvayu). Los intereses políticos no suelen ir de la mano del deporte. El caso del jugador del CB Granada es un ejemplo.