La rusa Maria Sharapova, ganadora en 2004, pasó a las semifinales tras imponerse por un doble 6-1 a la eslovaca Dominika Cibulkova y volverá a jugar tras cinco años por un lugar en la final ante la joven alemana Sabine Lisicki, quien a primera hora sorprendió por 6-4, 6-7 (4) y 6-1 a la francesa Marion Bartoli.

La otra semifinal la protagonizarán la checa Petra Kvitova, que pudo con la búlgara Tsvetana Pironkova en tres sets, 6-3, 6-7 (5) y 6-2, y la bielorrusa Victoria Azarenka, quien tumbó a la austriaca Tamira Paszek por 6-3 y 6-1. Este partido se debió trasladar a la central para jugarse bajo techo por la lluvia.

Kvitova, de 21 años, logró notoriedad el año pasado cuando llegó también a semifinales en Londres. "Es un torneo abierto y todo puede suceder. Cualquiera puede ganar", dijo. Zurda y alta (1,83 m), con un fuerte servicio, se instaló esta temporada en el Top 10 al ganar en Brisbane, París y Madrid. Antes de llegar a Wimbledon, jugó la final en Eastbourne.

Pero la gran protagonista de la jornada fue Sharapova. La rubia nacida en Siberia y formada en Miami se paseó en el primer set y en 27 minutos ya estaba en su bolsillo. Después, Cibulkova, de 22 años, plantó resistencia, pero sólo fue un espejismo porque la rusa la aplastó. Así, Sharapova confirmó su regreso a la élite. Mañana se encontrará con una joven Lisicki que cansó y luego liquidó a Bartoli para convertirse en la primera alemana después de Graf en 1998 en llegar a semifinales de un Grand Slam.