Un cuarteto de treintañeros compuesto por el español Carlos Sastre, el australiano Cadel Evans, el italiano Ivan Basso y el kazajo Alexandre Vinokurov son los favoritos para la 93 edición del Giro de Italia, que comienza hoy en Amsterdam y terminará el día 30 en Verona, con un recorrido cuesta arriba favorable a los escaladores.

Diez etapas de montaña, con los míticos Mortirolo, Zoncolan y Gavia incluidos, seis llegadas en alto, ocho etapas de más de 200 kilómetros, una contrarreloj por equipos y tres individuales, incluida una cronoescalada, componen un duro menú propicio para un corredor completo, apto en la lucha contra el cronómetro y con altas cualidades de escalador.

Ante las ausencias del ruso Denis Menchov, ganador en 2009, y de Alberto Contador, su predecesor, el abanico se abre para ciclistas experimentados que han sobrepasado con creces la treintena de años. Entre ellos se encuentra el abulense Carlos Sastre, un corredor renovado física y mentalmente después de un aciago 2009 del que terminó hastiado. Tras ocho meses de descanso y sólo ocho días de competición, el vencedor del Tour 2008 llega con dudas. Tercero hace un año con dos triunfos parciales, Sastre tiene una gran oportunidad, pues sabe que no se encontrará con los rivales más importantes.

También lo será para el australiano Cadel Evans, campeón del mundo y vencedor de la Flecha Valona. Por su parte, Vinokurov llega al mando del Astana espoleado por sus recientes triunfos. A sus 36 años ha vuelto tras dos de sanción. Ivan Basso, de 32 años, cierra el cartel de favoritos.

Junto al grupo de ilustres veteranos, la juventud asomará de la mano del italiano Vincenzo Nibali, la otra opción del Liquigas de Basso. Los tifosi no podrán disfrutar de Pellizotti, tercero en 2009 y apartado por el pasaporte biológico, pero esperan los últimos zarpazos de los Garzelli, Cunego y Simoni, secundarios que darán guerra.