Con el fichaje de Charles Leclerc, Sebastian Vettel sabe que Ferrari busca sacarlo de su zona de confort, por lo que tendrá que demostrar su valía. Y qué mejor que empezar por este fin de semana en Singapur, donde se juega buena parte de sus opciones al título.

"Es obvio que hay una pequeña diferencia", dijo Vettel sobre la ventaja de 30 puntos que Lewis Hamilton (Mercedes) le lleva en la cima del campeonato. Del fiasco de Monza, donde logró la pole pero chocó con el británico en la primera vuelta, prefirió no hablar.

"Ahora estoy concentrado en Singapur. Me gusta este gran premio", afirmó el alemán. No hay duda de ello: con cuatro victorias, tres con Red Bull y una con Ferrari, es el piloto más ganador en el circuito de Marina Bay.

Una mala carrera y Vettel dirá prácticamente adiós al título en Singapur. Después de este fin de semana quedarán sólo seis carreras para el final. Y en ninguno de los trazados que restarán Ferrari será tan favorito como en el circuito callejero de Singapur.

Pero si Vettel gana el domingo, el duelo con Hamilton estará al rojo vivo. Para ello, tendrá que firmar una carrera distinta a la del año pasado, en la que él y Kimi Raikkonen se retiraron después de chocar con Max Verstappen en la primera vuelta. El británico aprovechó y ganó. Unas carreras más tarde conquistó su cuarto título.

Vettel no puede permitirse más errores esta temporada. Ya tuvo suficientes: el golpe en Bakú con Hamilton, el choque en Francia con Valtteri Bottas (Mercedes) y el nuevo incidente con el británico hace unos días en Monza, además de una salida de pista en Hockenheim. Hasta 70 puntos se le escaparon en esos incidentes.

En cambio, Hamilton viene conduciendo casi sin errores. El británico ganó tres de las últimas cuatro carreras (Alemania, Hungría e Italia), más favorables a la potencia de los bólidos de la Scuderia.

Si en el pasado Ferrari no favoreció a Vettel con órdenes de equipo, todo indica que en las carreras que quedan tampoco será así. La escudería italiana anunció el martes que Raikkonen dejará su volante al final de la temporada. Y el finlandés no se mostró muy contento en su primera comparecencia pública desde entonces.

"Yo no decidí marcharme de Ferrari", indicó muy serio el finlandés, que correrá los dos próximos años en Sauber.