"Todo atleta tiene el sueño olímpico"

Arián Olmos Téllez (Granada, 4 de abril de 1994) es un joven que ya ha hecho historia en el atletismo granadino. Con tan sólo 20 años el pasado febrero se proclamó campeón de España de 60 metros en pista cubierta en Antequera, cumpliendo así uno de sus sueños: ganar a su ídolo a nivel nacional, Ángel David Rodríguez, más conocido como 'El Pájaro'. Pese a comenzar tarde en el mundo del atletismo, Téllez es considerado uno de los velocistas con más proyección de futuro en España. Aunque por falta de tiempo no puede marcar su objetivo en los próximos Juegos de Río 2016, como todo atleta, su sueño es el olímpico. Sin obsesionarse con ninguna marca y trabajando día a día, este granadino con raíces caribeñas quiere seguir disfrutando de la velocidad y luchar por hacerlo realidad en Tokio 2020.

-Ahora mismo le ganaría a cualquier granadino en una carrera...

-(Risas) A cualquier granadino y a cualquiera de España. La verdad es que viéndolo así parece bastante impactante, pero sí. Ahora mismo soy el más rápido, en principio, de España entera.

-Campeón de España de 60 metros en pista cubierta, señalado como uno de los velocistas españoles del futuro, ¿cómo empezó en el atletismo?

-Siempre había tenido curiosidad en esto de correr. Era el típico chico más rápido de la clase, pero nunca había dado el paso para apuntarme a atletismo, aunque había tenido curiosidad. En 2007 conocí a un amigo mío, Carlos Bailón. Él estaba en el Club de Atletismo Granada Joven, donde su padre es el presidente. Me dijo que me animase, que podía disfrutar mucho. Justo después de los Juegos Olímpicos de Pekín di el paso y decidí intentarlo.

-¿Qué fue lo que más le gustó de este deporte en sus inicios?

-Que al ser individual ves que el trabajo da sus frutos. Veía que si entrenaba y mejoraba cada día, en competición se transmitía eso.

-También empezó saltando longitud, ¿por qué se decantó al final por la velocidad?

-Entré tarde comparado con otros compañeros que llevan desde los 6 u 8 años. Empecé con 14. Entonces no tuve tanto tiempo para ensayar o practicar todas las pruebas. Como ya era mayor tenía que decantarme rápido y vi que la velocidad era lo que mejor se me daba. No fue una mala decisión.

-¿Qué ha supuesto en su carrera el Club de Atletismo Granada Joven?

-El Granada Joven me lo ha dado todo. Empecé en este club y siempre han hecho todo lo que han podido por mi y yo he intentado devolvérselo. Gracias a ellos y a mi entrenador de Granada, David Zurita, al que le tengo también muchísimo cariño, he conseguido todo hasta que me he tenido que ir del club, porque el atletismo en Granada, desgraciadamente, no está en su mejor momento.

-De ahí pasó a un club profesional como el Playas de Castellón, ¿por qué decidió fichar por él?

-En Granada la situación no es del todo buena. Necesitaba dar un paso más. Ahora resido en Madrid y notaba que tenía que pasar a un club de nivel nacional que me diese lo que necesitaba. Al Granada Joven le costaba muchísimo poder facilitarme todo lo necesario para viajes y competiciones a nivel nacional. Entonces me llegó la oferta del Playas de Castellón. Me daba mucha pena dejar este club, pero era un paso esencial para poder seguir adelante.

-En Madrid vive en la Residencia Joaquín Blume, donde estudian los mejores deportistas a nivel español. ¿Cómo le llegó esta oportunidad?

-Fue gracias a una beca que saca todos los años la Federación Española de Atletismo (RFEA), y que pertenece al Consejo Superior de Deportes. Cuando la vi dije "¿por qué no?". Hablé con mi entrenador, David Zurita. Me dijo que era una decisión complicada porque eso a él le implicaba que se le fuese un atleta, pero no me podía decir que no. Era un paso hacia delante en mi carrera deportiva. Se lo pregunté a mi familia y me dijo que sí, que podía ser una experiencia alucinante y la solicité. Lo que estoy viviendo me lo tomo como una experiencia vital, no como algo que me exija más. Estoy rodeado de los mejores deportistas e instalaciones. Todos somos gente joven, más o menos de la misma edad, que nos gusta lo mismo. No me veo aquí mucho tiempo, pero lo que esté quiero aprovecharlo y vivirlo. En Madrid, en atletismo, estamos cuatro de Granada y estamos bastante unidos. Es la provincia de la que más gente hay. Hay un marchador que es de Guadix, Claudia Estévez, una fondista de Motril, José Luis López, un combinero de Salobreña que hace decatlón, y yo.

-Además de la beca en la Residencia Blume, ¿tiene algún otro apoyo institucional?.

-Gracias a la marca que he hecho en pista cubierta voy a empezar a recibir una beca de la Federación que sí es monetaria, a partir del mes que viene, porque la de la Blume no te da dinero. Las becas están muy escasas y más en Andalucía. Ahora estoy buscando patrocinadores, algún sponsor. Se van buscando cosas como se puede.

-Quizá tenga algo que ver el tener sangre caribeña, porque esa zona es cuna de grandes atletas y su padre es cubano...

-(Risas) Sí, mi padre es cubano. Puede ser que la sangre de mi padre pueda ayudar a que corra más.

-¿Qué consejo le daría a aquellos niños que están empezando ahora?

-Sobre todo que disfruten del camino. Que entrenen todo lo que puedan pero pasándoselo bien. No puedes ir a una competición a pasarlo mal o a exigirte mucho, o a decirte que si no haces cierta marca no te va a ir bien o te va a entristecer. Tienes que ir con la máxima felicidad, disfrutando del camino, de cada entrenamiento y trabajar duro. Se viven experiencias increíbles siempre y cuando disfrutes, porque en el momento en el que te obsesionas con algo, las cosas pueden ir a peor.

-¿Quién era su referente?

-A nivel nacional siempre ha sido Antonio David Rodríguez, 'El Pájaro'. Aunque le haya ganado en el último campeonato, para mí es un referente porque es la persona que tiene el récord de España tanto de 60 metros como de 100. Y a nivel internacional, el 'todopoderoso' Usain Bolt, porque, de verdad, es increíble lo que hace. Me apunté a atletismo después de los Juegos de Pekín, que fue cuando Usain Bolt dio el gran boom a nivel internacional, cuando ganó de esa manera tan increíble los 100 metros.

-¿Que sintió al quedar por delante de 'El Pájaro'?

-Si ves mis redes sociales, en Instagram, una de las primeras fotos que colgué fue una que me saqué con él en Málaga en el año 2011, cuando fui como espectador al Campeonato de España absoluto, en el que nunca me imaginaba haber competido. Cuando le gané no me lo podía creer. Se me ve en la grabación que yo no sabía cómo había entrado, y cuando supe que había ganado al 'todopoderoso' Ángel David Rodríguez me vinieron unas cosas a la cabeza... Yo pensaba: "la que he liado, he ganado a Ángel David Rodríguez". No me lo podía creer. Era increíble. Le tengo muchísimo cariño. Lo conozco personalmente. Lo veo todos los días aquí en Madrid. En mi vida hubiera imaginado que podría suceder.

-¿Cómo fueron las carreras de ese campeonato?

-La semana anterior había sido el Campeonato de España promesa y no me encontraba todo lo bien que me hubiera gustado. Aparte esa semana tuve que desplazarme a Alemania por motivos familiares. Un viaje exprés de un día, y luego ya fui a Antequera. En la eliminatoria me encontré mejor de lo que esperaba. Hice un 6,76 el sábado por la noche que me hizo ver que sí estaba en un buen estado de forma. Tenía que aprovecharlo. Sabía a lo que iba y que tenía que reservarme las máximas fuerzas para la final. En ella me dijo mi entrenador: "Si sales con ellos, puedes ganar". Y justo antes, cuando hice una salida de prueba, él me dijo: "Si haces esa salida, puedes ganar al 'Pájaro'". Y así sucedió. Gané por una centésima y no me lo podía ni creer .

-¿Cómo prepara los campeonatos?

-Me gusta hacer una o dos salidas de prueba los días previos para ver cómo me encuentro. Acostarme pronto. Levantarme a una hora razonable, sobre las diez, aunque la competición sea por la noche, para que no tenga el cuerpo adormilado. Desayunar fuerte, comer pasta. Si puedo duermo un poco aunque no me gusta echarme la siesta antes de competir. Luego llego a pista y me tomo un café solo, sin leche. Me gusta ponerme una hora antes a calentar para hacerlo muy bien, con tiempo y tranquilo.

-¿También estudia?

-Sí. Estoy aquí en Madrid en la Complutense, estudiando Administración y Dirección de Empresas (ADE). No puedo ir al mismo ritmo que mis compañeros, pero bueno. Del atletismo, por desgracia, no se puede vivir, entonces hay que estudiar sí o sí. Esto del atletismo son unos pocos años que hay que disfrutarlos, pero de lo que se va a vivir es de un trabajo y hay que estudiar. Voy a clase por la mañana y entreno por la tarde. Se estudia cuando se puede. En la época de exámenes, los deportistas estamos un poco estresados porque tenemos que hacer lo mismo que los demás, y aparte no podemos dejar de entrenar. Además, me suelen coincidir siempre las competiciones con esta época. Se lleva lo mejor que se puede.

-En diciembre se quedó a siete centésimas del récord de España de 60 metros en promesa, ¿cree que puede llegar a conseguirlo?

-Me queda el año que viene. Hice 6,70 y el récord, que lo tiene Venancio José, es increíble. Es el mejor velocista justo antes de 'El Pájaro'. La verdad es que tampoco me lo planteo. Quiero acabar esta temporada, ver cómo me va en los 100 y los 200 metros y luego el año que viene, entrenar lo máximo posible y si cae el récord, pues caerá. No me lo quiero plantear como objetivo porque es una cosa estratosférica y no quiero obsesionarme.

-¿Cuál es la marca con la que sueña o a la que cree que podría llegar?

-Ahora que empezamos al aire libre con el 100 y los 200 tengo una apuesta dura pero, ¿por qué no?. Sería bajar de los 21,15, que es la mínima europea sub 23. La de 100 la tengo más o menos cerca, es 10,52 y yo tengo 10,55, pero sí, esas mínimas son más o menos asequibles. La del 200 la tenemos mi entrenador y yo como objetivo. Es duro, pero no imposible. Estamos entrenando mucho ahora mismo para ello.

-Este verano es el Mundial en Pekín. ¿Qué tendría que hacer para competir en él?.

-La Federación Internacional de Atletismo ha puesto una mínima bastante exigente: es el récord de España. La mínima está en 10,15 y el récord de España está en 10,14 y lo tiene Ángel David Rodríguez. La verdad es que ahora mismo pienso que es imposible porque no estoy a ese nivel. Nosotros tenemos más el objetivo del Europeo sub 23 que es en Tallín (Estonia), a mediados de julio. Pero el Mundial absoluto no, porque a no ser que manden equipo de 4x100, que lo dudo, no creo que pueda ir.

-¿Se ve en los próximos Juegos Olímpicos?

-Río es la temporada que viene y se me queda cerca, y más viendo las mínimas que cada vez son más exigentes. Todo atleta tiene un sueño y es el olímpico. De ser unos, sería en Tokio, pero para eso hay que tener mucha suerte, entrenar muy duro, y que las lesiones me respeten. Pero, ¿por qué no? Es un sueño, pero queda aún mucho.

-¿Hasta donde aspira llegar con el atletismo?

-No me lo planteo. Voy temporada a temporada. Pero como he dicho, de este deporte no se va a poder vivir. A lo mejor hay algún momento en el que tenga que dejarlo por trabajar. Ahora están las cosas bastante mal y no tengo un objetivo a largo plazo de decir en tal año me voy a retirar. Voy a ir año a año. Es una pena, pero es así.

-¿Qué falta para que el atletismo esté más reconocido?

-Falta apostar por el deporte, sobre todo a nivel económico. Si inviertes en algo, los resultados se dan. El problema de los deportes minoritarios, como puede ser el atletismo, es que no se destina dinero para ellos. Si tienes unos Juegos Olímpicos e inviertes, tienes resultados. Eso pasó en los Juegos de Barcelona 1992, en los que se dieron los mejores resultados en el medallero de España de la historia. Si la Federación tuviese dinero y se hicieran campañas de captación, iría todo mucho mejor y saldrían atletas de debajo de las piedras.

--¿Echa de menos Granada?

-Sí. El ajetreo de Madrid no me gusta para vivir. Cada vez que bajo a Granada, veo a mis amigos y familia y disfruto muchísimo de todos y de la ciudad. Cuando estás allí no sabes lo que tienes hasta que te vas. Pero como digo, esto hay que aprovecharlo y en Madrid estaré hasta que pueda. Pero sí que me gustaría volver a Granada porque la echo de menos.