Los cambios están para eso mismo

Las variantes de Lucas Alcaraz voltean la cara de un equipo voluntarioso, pero a merced de la Real Sociedad

Juan José Medina

14 de mayo 2013 - 05:02

Setenta minutos de una cosa y veinte de otra. El fútbol del Granada Club de Fútbol fue ayer así. Los cambios de Lucas Alcaraz valieron para cambiar el signo de un partido que iba camino de la goleada de la Real Sociedad, pero que acabó en un empate, también justo.

Al final la batalla táctica le dio la razón al técnico granadino. Dispuso de un once nacido para tener paciencia, dejar que el rival tenga el balón y tratar de salir a la contra. Para ello alineó en bandas a Nolito y Torje, ambos peligrosos en ataque y trabajadores en defensa. De esta forma la Real jugaba, corría, se deshacía el pases y buen juego.... y también se cansaba. Eso sí, el entramado solidario tenía algunas grietas, sobre todo provocadas por la lesión de Siqueira y el mal partido de Diakhaté en la marca.

El gran problema del Granada fue la escasez de balón. Mientras duró la gasolina a la Real, el equipo rojiblanco no la olió. Por eso los encargados de contragolpear sufrían, se veían demasiado solos y a la merced del conjunto de Philippe Montanier.

Pero para algo están los cambios. Lo dice la propia palabra. Estos van encaminados a variar el discurrir de un partido. Las entradas de Aranda y Buonanotte lo hicieron (Brayan fue por la lesión de 'Sique'). Su mordiente ofensiva y poder de asociación, unido al desgaste local, fue decisiva.

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