El Liverpool completó el trámite y se clasificó para los cuartos de final de la Liga de Campeones al empatar 0-0 en casa ante el Oporto y hacer valer el 0-5 de la ida.
Con todo casi resuelto tras el primer partido en Portugal, el Liverpool se dedicó a manejar el balón ante un rival que lució entregado desde el comienzo, más pendiente de no sufrir una nueva goleada que de intentar darle vuelta a la eliminatoria.
De esa manera, el partido en Anfield transcurrió sin mayores emociones, con un juego sin intensidad ni grandes ocasiones frente a las porterías.
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