Alpinismo l Ascenso al Makalu

Una cordada hasta el techo del mundo

  • El granadino Fernando Fernández-Vivancos inicia la próxima semana una aventura extrema que tiene como objetivo coronar la quinta cima más alta del planeta

Muchos años de darle vueltas y seis meses de preparativos finalizarán el próximo lunes, cuando la expedición formada por el granadino Fernando Fernández-Vivancos, el sevillano Jorge Corripio y el malagueño Manuel González comience una aventura extrema, ascender un ocho mil.

Su objetivo es el Makalu, la quinta montaña más alta del mundo con 8.463 metros y situada en el Himalaya nepalí, donde su altura queda relativizada por sus 'vecinos', entre ellos el mítico Everest. Además, es de los ochomiles menos populares, lo que asegura que no esté masificada en esta época del año, la mejor para intentar hacer cumbre. "Se trata de un proyecto que ya tiene tres o cuatro años y que de los seis que comenzamos a prepararlo al final vamos tres", explica Fernández-Vivancos, que cuenta -al igual que sus dos compañeros- con experiencia en el Himalaya.

"A nivel andaluz la del Makalu es una ascensión muy interesante, porque es una de las cumbres que todavía no se han hecho y ésta es una montaña que ahora podemos hacer gracias a la experiencia previa", subraya el deportista granadino.

Durante el último medio año los preparativos para lograr el objetivo de hacer cumbre han marcado la rutina de la expedición, que participará mañana en la presentación oficial de la misma en Málaga.

"Tenemos experiencia en hacer expediciones, y en estos casos la logística es muy clara y nos lo curramos bastante", señala el granadino, que también es consciente del papel que, en un proyecto como este, puede jugar el destino. Todo, a día de hoy, está previsto para poder hacer cumbre, "pero a veces falla la suerte", tal y como reconoce el alpinista.

Estos últimos seis meses han consistido en reuniones, compra del material necesario -cada uno de los miembros de la expedición gastará más de 30.000 euros en la ascensión-, estudio y elección de la ruta que se seguirá -en este caso, se trata de la vía francesa de 1955, en la cara noreste del Makalu- y la búsqueda de contactos para no dejar ni un cabo suelto.

Estas tareas, quizá la parte menos conocida y más 'aburrida' del proyecto, se han compatibilizado con los entrenamientos, desarrollados fundamentalmente en Sierra Nevada, "ya que cuenta con la inclinación y la altura necesarias" y en Italia, "donde hemos escalado en hielo", según explica Fernández-Vivancos.

Toda esta preparación continuará en el Himalaya. "Antes de intentar hacer cumbre haremos un trekking para llegar aclimatados al Makalu, que tenemos previsto comenzar a escalar a partir del primero de mayo". Con la hoja de ruta en la mano, los tres andaluces podrían encumbrar (sin oxígeno) el 20 de mayo. El planteamiento es seguir la pauta de una expedición ligera, es decir, que el equipamiento de los campamentos será parcial. En el base (a 5.400 metros) pasarán de 12 a 19 días para favorecer la aclimatación y desde el campo cuatro (a 7.400 metros de altura) hasta la cumbre se ascenderá en estilo alpino, sin contar con el apoyo de un campamento fijo.

En cuanto al equipo humano, las opciones de conseguir alcanzar la cumbre son muchas. González ya intentó ascender al Makalu en invierno -algo que todavía nadie ha conseguido- en la década de los 80, y también ha ascendido al Everest, Cho Oyu (invierno) y Annapurna. Por su parte, Corripio, médico de profesión, no ha alcanzado nunca la cumbre de un ocho mil, pero sí cuenta en su currículo con la experiencia de haber intentado encumbrar al K2, entre otros. Por último, Fernández-Vivancos ascendió hace dos campañas el Shisha Pangma (8.027 metros).

La evolución del ascenso vendrá marcado por las condiciones meteorológicas, por lo que todo el planteamiento está marcado por la flexibilidad. Los tres alpinistas formarán una cordada que trabajará de forma autónoma con respecto a otras expediciones que pueda haber en la zona. El regreso de los tres andaluces a España está previsto para primeros de junio. Y es que los 8.463 metros del Makalu darán para dos meses de aventura y más.

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