Covirán Granada-Coruña | Crónica

Ward se come al Covirán Granada en la zona

  • El ala-pívot del Leyma Coruña domina la pintura ante la lesión de Niang y lidera la victoria de su equipo ante el cuadro de Pablo Pin, que cosecha su primera derrota de la temporada

David Iriarte trata de superar a Ward, el protagonista del encuentro.

David Iriarte trata de superar a Ward, el protagonista del encuentro. / Antonio L. Juárez / PHOTOGRAPHERSSPORTS (Granada)

El Covirán Granada perdió su condición de invicto tras caer derrotado (79-88) en el Palacio de Deportes por un rival, el Leyma Coruña, que se mostró muy sólido y que siempre estuvo por delante en el marcador. Los rojinegros, que acusaron la lesión de Niang en la zona, cierran su primera semana de competición con un balance de dos victorias y una derrota.

Avisó Pablo Pin en la previa del potencial de los gallegos sobre todo en ataque. Y no se equivocó. La carta de presentación de los de Sergio García fue un inicio de partido en el que en un pispás los visitantes se pusieron por delante con un claro 2-10 con tres triples incluidos, dos de ellos de Johan Lofberg, que puso una cruz en una de las esquinas de la cancha para encestarlos sin oposición.

Calidad

El duelo tuvo mucho ritmo, con ambos contendientes dejando claro la calidad que poseen en ataque. Desde el arranque los gallegos fueron siempre por delante, sobre todo gracias a su acierto desde más allá de 6,75. Cinco triples anotaron en los primeros diez minutos para sumar 25 en total. Muchos puntos encajados para un Covirán que, no obstante, no se dejó impresionar y fue picando piedra sin dejar que su rival se marchara claramente en el electrónico.

El acierto en el tiro y los trece rebotes ofensivos del rival condicionan el duelo

Ambos técnicos buscaron en las defensas zonales la solución a sus problemas en cancha trasera. Un parcial de los vestidos de negro de 6-0 permitió acercarse a dos (18-20) pero Ward terminó por dejar en cinco la renta para los coruñeses.

Pesadilla Ward

El arranque del segundo parcial, sin embargo, fue muy distinto. A ambos equipos les costó anotar. Los de Sergio García tardaron dos minutos y medio en hacerlo, circunstancia que no aprovecharon los de Pin para recortar diferencias, demasiados acelerados. Se perdió una gran oportunidad que Ward, el MVP de la segunda jornada, no desperdició para lanzar a su equipo siete arriba a 6:24 del descanso gracias a cuatro puntos seguidos. Ello hizo que Pin se viera obligado a parar el choque con un preocupante 22-29.

Desde el banquillo se buscó soluciones con la rotación pero el jugador más acertado estaba en la pista. En concreto era Pere Tomàs con su peculiar estilo de meter triples desde ‘su casa’. Anotó dos seguidos, uno desde más de ocho metros y con la posesión a punto de agotarse, lo que obligó al entrenador visitante a pedir tiempo muerto pese a ir ganando por cuatro. El Covirán siguió acercándose hasta lograr empatar el duelo a 34 gracias a una canasta de Edu Gatell tras una impresionante asistencia de Lluís Costa, muy bien vigilado, que levantó el “oh” de la grada. Se mejoró defensivamente pero los nueve rebotes ofensivos del rival impidió llegar a ponerse por delante.

Los jugadores de ambos equipos luchan por un balón. Los jugadores de ambos equipos luchan por un balón.

Los jugadores de ambos equipos luchan por un balón. / Antonio L. Juárez / PHOTOGRAPHERSSPORTS (Granada)

Pese al buen trabajo de desgaste de Gatell sobre Ward, el potente ala-pívot americano siguió haciendo mucho daño en la zona. Anotó 15 puntos al descanso con un 6 de 7 en tiros de dos. Sin Niang, lesionado, tuvo más facilidades en la pintura. A él se sumó Javi Vega, que logró dos triples que mantuvieron vivo a Coruña, que se fue al descanso uno arriba (40-41) gracias a su acierto desde el perímetro (43,8%).

Parcial de 0-7

La mejor noticia es que no se perdieron los nervios en ningún momento. Una característica de este equipo que ya lo demostró en las dos primeras citas del curso. Pero tocaba demostrarlo de nuevo en la reanudación. Sobre todo porque de nuevo el Leyma empezó mucho más enchufado que su rival. Un parcial de 0-7 en 59 segundos provocó que Pin parara el duelo. Nuevo tirón de los gallegos. Había que remar otra vez ocho puntos abajo (40-48).

Los triples de Pere Tomàs mantuvieron vivo al conjunto de Pablo Pin

Con Bropleh sin ser tan determinante, poco a poco los roles en el Covirán están cada vez más definidos y el de Pere Tomàs está siendo el más decisivo en ataque. Siete puntos seguidos suyos volvió a apretar el marcador pero no había manera de voltear el resultado. Si no era Ward, especialista en los 2+1, aparecía Monaghan o Mo Soluade para mantener el colchón. Para colmo de males, Gatell se tuvo que marchar con una brecha en la cabeza, quedando la zona desangelada sin pívots y con Iriarte y Jacobo Díaz solos ante el peligro.

Mala defensa

Pese a todo, nunca se dejó de estar en el choque. Christian Díaz asumió la responsabilidad con cinco puntos, incluso llegó a tener en sus manos el triple que pudo haberle dado la primera ventaja a su equipo, pero no lo anotó. Algo que sí hizo Kadre Gray sobre la bocina en una acción que enervó a la grada, pues arrolló al base canario para anotar de tres sobre la bocina y dejar de nuevo los seis puntos abajo (61-67). De nuevo se encajaron 26 puntos y así era imposible tener opciones de victoria.

Y como si de un déjà vu se tratara, Gray volvió a anotar desde 6,75 nada más iniciarse el último cuarto. Pin no quería sorpresas y no dudó en pedir tiempo con su rival por delante con la máxima diferencia, nueve puntos que llegó a alcanzar los doce tras el parón. Tanto remar a contracorriente terminó pasando factura en los últimos minutos. El extraordinario acierto en los lanzamientos de dos y dos 2+1 consecutivos de Hamilton fue minando la moral del Covirán, que vio impotente la falta de frescura en la zona. Pese a intentarlo, se terminó sucumbiendo. Fin a la imbatibilidad.

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