Esther González cumple el sueño que siempre persiguió
Fútbol femenino
Se quedó sin participar en la gran final, pero Esther González puede decir que es campeona del mundo. La jugadora oscense, a sus 30 años, cumplió un sueño al formar parte del combinado nacional que pasará a formar del balompié español porque nadie duda que lograr la Copa del Mundo hará que el fútbol femenino dé el paso adelante que necesitaba.
La granadina mostró su compromiso con la Selección nacional pese a todos los problemas que surgieron con el técnico Jorge Vilda que hizo que un grueso del grupo de jugadoras se negarán a ir con La Roja si continuaba el mismo entrenador. Esther tenía un objetivo y lo logró. Pasó a ser una de las capitanas y líderes del vestuario, por su calidad y por su experiencia. Porque pocas integrantes del plantel tienen el bagaje de la futbolistas nacida en Huéscar.
Trayectoria
Una vez conseguida la clasificación para el Mundial, su objetivo durante la pasada temporada era formar parte de las elegidas. Y lo logró gracias a su acierto ante el arco contrario en el Real Madrid. Pese a que no continuará en el cuadro madridista, en las dos campañas en el cuadro blanco la granadina se convirtió en la máxima artillera histórica del club. En total, anotó 37 goles entre todas las competiciones, 16 de ellos en la temporada 2022-2023. En la Liga F disputó un total de 1.455 minutos, repartidos en 27 partidos en los que dio cuatro asistencias. Y eso que debido a que no quiso renovar, en la recta final de la campaña pasó a un segundo plano.
Pero eso no fue óbice para que Vilda contara con ella y le diera la oportunidad de disputar su primer mundial. Internacional en categorías inferiores, necesitaba sentirse importante en la absoluta y en Australia y Nueva Zelanda lo logró tras quedarse fuera del Mundial de 2019. Pasó por el Atlético de Madrid y el Levante y en tierras valencianas se consagró como una de las mejores jugadoras del país. Sus goles la hicieron una fija de la Selección y lo confirmó al lograr su debut mundialista en la primera jornada con gol ante Costa Rica.
En el Mundial
En el segundo partido sufrió unas molestias que le impidieron jugar ante Zambia. Ante Japón no pudo ayudar a evitar la goleada (4-0) pero a partir de ahí si tuvo más protagonismo. Titular ante Suiza en octavos de final y en cuartos frente a Países Bajos (2-1), en ambos duelos portó el brazalete de capitana. En los dos últimos encuentros apenas tuvo minutos, pocos en la semifinales ante Suecia y no jugó en la gran final, pero disfrutó como una más. Esther logró un sueño que persiguió desde pequeña. Sin duda, es un ejemplo para las niñas que quieren jugar al fútbol en este país por constancia y compromiso.
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