Un estilo de juego demasiado directo
El conjunto de Joaquín Caparrós echa en falta más criterio con el balón y abusa en exceso del pase en largo en busca de Hemed
Hay equipos a los que no les importa abusar del juego en largo y quitarse un problema de encima cuando están presionados. Uno de esos conjuntos es el Mallorca de Joaquín Caparrós, que dispone de jugadores arriba poco habilidosos con excepción de Chori Castro y Pereira, pero muy fuertes físicamente. Pero contrarrestar ese estilo de juego no suele ser difícil si dispones de hombres que van bien por alto y jugadores por delante atentos al rechace. Eso fue lo que ayer hizo que el cuadro balear tuviera muchos problemas para elaborar ocasiones de gol y se basara en las jugadas de estrategia para generar algo de peligro en la portería de Julio César. Esta fue una de las muchas claves del partido de ayer en el Iberostar Estadio.
Directo
La jugada que más se repitió ayer fue el golpeo en largo del lateral zurdo mallorquín Pablo Cáceres o del central Ramis en busca de Hemed, un auténtico tanque que tuvo muchos problemas para hacer buenos los envíos de los defensores locales ante el buen trabajo de los centrales rojiblancos Mainz y Borja Gómez. Con esa forma de jugar, la segunda línea suele tener mucha importancia pero de ellos, tan sólo Víctor aprovechó los rechaces de la zaga visitante o las dejadas del ariete israelita.
Movilidad
Con Chori Castro con muchos problemas para generar peligro en acciones que no fuesen a balón parado, el trabajo de Víctor Casadesús en la mediapunta se antojaba fundamental. Y lo cierto es que el polivalente jugador balear comenzó creando muchas dudas por su movilidad y capacidad para caer a banda o buscar los espacios que el trabajo de Hemed provocaba. Pero Abel Resino se dio cuenta y ordenó a Moisés Hurtado una mayor vigilancia sobre el '18' del Mallorca y ahí comenzó a desaparecer y ser importante en el juego de su equipo. Además, consciente de la superioridad física de Allan Nyom sobre Castro, no fueron pocas las oportunidades en las que intercambió su posición con el argentino o acudió a banda con el objetivo de lograr superioridad numérica en banda aunque en la práctica casi nunca desdobló a su compañero.
Trabajada
Aunque si algo destaca en el estilo de juego de Caparrós, esa es la estrategia. Gracias a la calidad en el golpeo de Chori Castro y en ocasiones de Martí, cada vez que había una falta lateral o un saque de esquina, se notaba que ese es uno de los aspectos más trabajados por el técnico de Utrera. Afortunadamente para los intereses rojiblancos, en pocas ocasiones los jugadores bermellones lograron rematar pero no hubiera sido la primera vez se habrían llevado el partido gracias a este tipo de jugadas.
Dos 'stopper'
La apuesta en el juego del Mallorca y que levantó algunos pitos en las gradas del Iberostar Estadio queda clara con la dupla de centrocampistas que suelen formar de inicio. Tissone y Martí no son jugadores de mucha posesión de balón ni de calidad cuando el cuero pasa por sus botas pero sí de mucho trabajo y de abarcar mucho terreno. Además, son los encargados de cortar el ritmo de juego del rival cuando hay contras peligrosas a base de faltas. Pero en casa sus aficionados le exigen más control del partido y no tanto pelotazo. Las molestias de Martí hicieron que Tejera diera algo más de criterio en la medular pero sólo fue un espejismo pues el juego siguió siendo igual de previsible a la espera de algún chispazo a balón parado que no llegó.
Sólo Pereira
En ataque únicamente el extremo diestro Pereira dio muestras de encontrarse en un gran momento. Sus continuas incursiones por banda generaron problemas a Siqueira, que conforme fue avanzando el choque se fue 'comiendo' al '7' del Mallorca, al que obligó a trabajar de ahí que terminara agotado. Además, captó en varias ocasiones el rechace en el borde del área pero sin fortuna.
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