Lenovo Tenerife-Covirán Granada | Crónica y resultado

El Covirán Granada mejora su imagen pero no le da para ganar al Lenovo Tenerife

Lluís Costa es defendido por Jaime Fernández.

Lluís Costa es defendido por Jaime Fernández. / ACB Photo (Tenerife)

El Covirán Granada mejoró su imagen con los nuevos fichajes pero no le bastó para vencer al Lenovo Tenerife en el regreso a la competición de los granadinos, que cayeron por 89-83, en un duelo en el que se echaron en falta los puntos de Kwan Cheatham. Son ya cinco partidos seguidos perdiendo, una sangría que hay que cortar ya aunque la buena noticia fue que Breogán también perdió.

Con las novedades de Wiley, que salió de inicio, y Valtonen, los de Pablo Pin ofrecieron unos más que dignos primeros 18 minutos de partido. Pero en los dos últimos del primer tiempo vieron cómo su rival se distanció en el marcador. No comenzaron especialmente bien el choque con un triple de Aaron Doornekamp, todo un especialista que encontró respuesta en Wiley desde más allá de 6,75, otorgando así la primera renta para los rojinegros.

Los nuevos

Al nuevo fichaje se le vio muy activo, a veces precipitado pero intenso y con energía. Además, aportó polivalencia pues comenzó de ‘cinco’ pero también lo hizo de ‘cuatro’ cuando Cristiano Felicio entró a cancha, dejando a Kwan Cheatham de alero. La igualdad fue la tónica pero la entrada de Valtonen a cancha no le pudo sentar mejor a su equipo. El finés metió un triple en su primer contacto con el balón otorgando seis puntos de renta al Covirán.

Pero apareció la figura de Gio Shermadini que hizo mucho daño en la pintura. Cuatro puntos del pívot acercó a los canarios en el electrónico pese a los buenos minutos y porcentajes en el tiro de los visitantes. Tras Gio, apareció Kyle Guy al que se le caen los puntos de las manos y, con cinco seguidos, volteó el resultado para irse al primer receso 19-17. Un total de 7 minutos y once segundos estuvieron los granadinos por delante, pero la calidad del conjunto entrenado por Txus Vidorreta es inmensa y, poco a poco, fue saliendo a flote.

Segundo periodo

El inicio del segundo cuarto volvió a tener a Shermadini como protagonista. Fue entonces cuando Pin jugó con dos grandes, algo poco habitual esta temporada. Sin embargo, fue David Kramer el que se echó el equipo a su espalda. Junto a Valtonen, el alemán provocó un parcial de 4-9 que hizo que el técnico del equipo tinerfeño pidiera tiempo muerto a los dos minutos de comenzar el periodo.

Y lo cierto es que le salió bien. Kramer puso cinco arriba al Covirán pero, a partir de ahí, el Lenovo fue un martillo pilón sobre todo desde el exterior.

Tres triples seguidos, uno de Bruno Fitipaldo y dos de Tim Abromaitis, obligó a Pin a parar el encuentro a 5:24 del descanso. Los problemas para anotar en la pintura y los recibidos en la zona propia desesperó al técnico, poco satisfecho con las decisiones arbitrales. Pero es que el 62% en tiros desde la línea de tres marcó la diferencia. Algo que ya se sabía.

Se apagó el ‘efecto’ Kramer y el Tenerife, sin prisa, fue aumentando su ventaja en dos últimos minutos en los que le endosó a su rival un parcial de 7-0 con el que se fue al descanso con la máxima renta (47-38) y con la sensación de que, a poco que mantuviera cierta regularidad en su juego, la victoria caería de su lado.

Capturas ofensivas

A base de penetraciones, los locales anotaron con facilidad en el inicio de la segunda mitad. El Covirán sobrevivió gracias a los rebotes en ataque pero sin contar con focos anotadores habituales como Lluís Costa o Cheatham. Pero la renta se situó en torno a la decena de puntos hasta que Valtonen, con un triple, la rebajó. Cook, sin que apenas se notara, dio un paso adelante al igual que el nuevo jugador rojinegro, el alero ex del Baxi Manresa, que quiso demostrar que no se ha equivocado Pin con su contratación.

Sin embargo, el Lenovo no dio su brazo a torcer y casi todos aportaron. Tanto que llegaron a alcanzar los quince puntos, provocando que el técnico granadino pidiera tiempo muerto a 3:36 del final del cuarto con 62-47. El descenso en el porcentaje desde más allá de 6,75 fue determinante, al igual que la defensa sobre Cheatham.

En los dos últimos minutos del tercer cuarto, los rojinegros vieron cómo su rival volvió a dar un estirón gracias a las pérdidas de los granadinos. Trece puntos tras pérdida hicieron mucho daño a un Covirán al que le costó encontrar soluciones en el juego de cinco contra cinco. Sólo la inspiración y el talento individual, mantuvo vivo a un equipo que se fue a los últimos diez minutos trece abajo (68-55).

La reacción

En el cuarto decisivo, Pin apostó por Malik Dime y Jacob Wiley de inicio y la jugada le salió bien. Una técnica a Txus Vidorreta y cuatro puntos seguidos del nuevo fichaje redujo a seis la renta local, provocando que el cabreado entrenador el cuadro insular pidiera tiempo muerto. Dime y Lluís Costa completaron un 0-13 de parcial que metió de lleno a los granadinos en el partido.

La dinámica fuera muy distinta. El Lenovo Tenerife se atascó ante un rival que gracias al rebote ofensivo gozó de segundas oportunidades para acercarse en el marcador. Cuatro puntos recibidos en cinco minutos dio esperanzas de remontar el envite. Era el momento de un punto de inflexión y desde el banquillo se dio entrada en cancha a Cheatham y Valtonen. Pero no resultó.

Un triple de Marcelinho Huertas y una asistencia para Fran Guerra dio cierta tranquilidad a los locales. A falta de tres minutos, se llegó cinco abajo que fueron decisivos. El momento de los rojinegros había pasado y, pese a intentarlo en la recta final, no pudieron romper su serie de cuatro derrotas seguidas.

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