Copa del rey

El orgullo arregla un esperpento (2-1)

  • El Granada mantiene viva la eliminatoria después de verse superado en la primera parte por un Leganés, equipo de Segunda División, que pudo golear a los rojiblancos. La autoexpulsión de Rubén Pérez marca el duelo.

El Granada se puede dar con un canto en los dientes de llevar la eliminatoria viva a Los Cármenes. El equipo cayó por 2-1 ante un Segunda División como el Leganés, que en la primera parte pareció ser el equipo de superior categoría más que el entrenado por Sandoval. Sus hombres hicieron el ridículo en los 45 minutos de apertura y eso no se borra. Se queda en las videotecas, y con este texto en las hemerotecas. Un juguete roto, un equipo sin alma también propiciado por una expulsión inexplicable de Rubén Pérez. Luego, en el segundo acto, con Success en el campo, se salvaron los muebles. Con algo más de juego y con bastante amor propio el equipo logró un gol que les dará vida en la vuelta. Pero los problemas, ya sea con los titulares o con los menos habituales, son los mismos.

Sandoval fue revolucionario en algunas posiciones y conservador en otras. En el once titular sorprendió la presencia del brasileño Neuton, que se enfundó por primera vez la zamarra rojiblanca para actuar en el lateral zurdo, situándose otra de las novedades, Salva Ruiz, por delante de él. Con Mainz y Dória volviendo a ser la pareja central de salida, el míster no quiso arriesgar mucho más y colocó un medio del campo más habitual con Fran Rico, Rubén Pérez y Rochina. Nico López ¿entró? por la derecha y Peñaranda fue el punta.

El Leganés mostró mucho descaro durante todo el partido e impuso un ritmo rápido, sobre todo de inicio, cuando tuvo la posesión y realizó una presión intensiva para recuperar la pelota. Tanto fue así que en la primera ocasión, el equipo pepinero tuvo la suerte de adelantarse aprovechando las facilidades dejadas entre Mainz y, sobre todo, Dória. El brasileño, muy blando, fue incapaz de defender a un buen delantero como Guillermo, quien se encontró un rebote de este para marcar el 1-0.

Era el minuto 9 y el partido no se había desperezado para el Granada, aunque sí para un 'Lega' mucho más ambicioso y que sabía lo que quería. El problema para los madrileños es que el partido se les podía hacer muy largo porque, ya mediado el primer acto, el Granada tomó el control de la pelota y empezó a madurar alguna acción ofensiva. Eso sí, sólo generó una acción clara de gol. Justo tras el 1-0 con un centro desde la izquierda de Salva Ruiz y Nico López, de volea, remató en el segundo palo para que repeliera Queco Piña (10').

Fue lo único peligroso del Granada porque a los 23 minutos comenzó el esperpento. La roja directa a Rubén Pérez, clarísima al cortar una contra de Rubén Peña con lo que en rugby llaman un placaje alto, hundió en la miseria a los rojiblancos. Desde ese instante estuvieron a merced del equipo local, que pareció el equipo de Primera División, y que encima perdonó varias acciones de gol tremendas de Guillermo, y un testarazo al travesaño de Soriano ante la pasividad de Foulquier. El segundo tardó en caer y el habilidoso Omar dejó al Granada contra las cuerdas con un centro-chut desde la izquierda que ni siquiera se comió Kelava. Le pegó tan bien que era imparable.

Esa fue la consumación de un ridículo que se fraguó en un eje de la zaga absolutamente desbordado, al que ni le bastó la ayuda de Uche Agbo cuando entró tras la roja a Rubén, y en el que el frente de ataque decepcionó, sobre todo un Nico López que tenía la oportunidad de reivindicarse y que acabó a los pies de los caballos. Tanto fue así que el uruguayo se quedó en las duchas y Success saltó al terreno de juego. La intención de Sandoval era clara: había que marcar un gol para llegar con vida a Los Cármenes. El inicio del segundo acto lo confirmó. Un Granada más dinámico arriba que pudo marcar en un remate de cabeza de Mainz muy desviado y una falta botada por Rochina que Dória salvó de salir por la línea de fondo pero al que ningún delantero acompañó.

El problema del equipo rojiblanco es que estaba con uno menos y la defensa seguía siendo la misma calamidad y que el tercero podía caer casi sin querer como en un cante de Kelava al no atrapar un córner que sacó in extremis Uche (62'). Lo que pasó más tarde es que Fran Rico acortó distancias con un buen gol. El gallego empalmó un rechace desde la frontal que entró en el fondo de la red a través de un mar de piernas. El tanto premió a un Granada que mejoró su imagen en el segundo acto, sobre todo de medio campo en adelante. Básica fue la entrada de Success, que en todo balón que tocaba sacaba algo positivo. Sólo bastó eso para que el equipo de Sandoval salvara los papeles. Aunque todavía le quedaba por sufrir. Kelava hizo su primera gran parada con rojiblanco al sacarle un mano a mano a Sastre (81'). Luego fue un centro sin rematador el que pudo sentenciarla.

Al menos hay eliminatoria. Lo que será imborrable es el ridículo del primer tiempo. En tres semanas el Granada podrá intentar demostrar que es el equipo de Primera. Ayer no lo fue.

Ficha técnica:

2 - Leganés: Queco Piña; Rubén Peña, Bustinza, Insua, Juanan, César Soriano; Miramón, Omar Ramos (Szymanowski, min.75), Paco Candela, Toni Dovale (Sastre, min.58) y Guillermo (Borja Lázaro, min.68).

1 - Granada: Kelava; Foulquier, Mainz, Doria, Neuton; Rubén Pérez, Rochina, Fran Rico; Nico López (Success, min.46), Salva Ruiz (Uche, min.29) y Peñaranda (Rober, min.79).

Goles: 1-0, min.10: Guillermo. 2-0, min.38: Omar. 2-1, min.73: Fran Rico.

Árbitro: Clos Gómez (comité aragonés). Amonestó a Neuton (min.50), Insua (min.85), Rochina (min.86) y César Soriano (min.88). Expulsó con roja directa a Rubén Pérez (min.23).

Incidencias: Partido de ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio de Butarque ante 3.425 espectadores.

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