La máquina todavía no está engrasada a una semana justa del debut liguero. No obstante, a pesar de realizar un tedioso encuentro que finalizó empate a cero, el Granada CF podrá colocar en sus vitrinas el Trofeo de la Vendimia que le arrebató al Xerez en la tanda de penaltis.

Juan Antonio Anquela introdujo dos cambios en el 'once tipo': Toño sentó a Roberto y Lucena entró en el medio del campo por el lesionado Floro Flores. Ambos conjuntos salieron sin mucha ambición en los primeros compases. El pésimo ambiente en las gradas del Estadio Municipal de Chapín no favorecía al encuentro, que en su inicio fue bastante insípido. Locales y visitantes salieron sin chispa, y el centro del campo era el territorio por el que más transitaba la pelota.

Ya en el 13' Toño tuvo el primer susto, al fallar Borja Gómez en una entrega. Los del 'Boquerón' Esteban continuaron más incisivos y estuvieron a punto de marcar en el 20', pero Toño realizó dos buenas intervenciones, primero en el tiro de José Mari y posteriormente en el rechace que recogió Tato.

Las sacudidas del Xerez despertaron a los rojiblancos en el ecuador de la primera parte. El Arabi tuvo en sus botas dos ocasiones para adelantar al Granada CF, pero primero Toni, con un paradón en un mano a mano, y tres minutos después el poste impidieron el gol. A partir de entonces, los de Anquela dominaron un poco más el partido y conservaron la posesión durante más minutos, aunque sin sobresaltos para el conjunto azulino.

Los dos entrenadores decidieron mover muy poco el banquillo a la vuelta de los vestuarios. La tónica seguía siendo la misma, un choque aburrido con un Granada CF indolente.

Mientras que el Xerez si mostraba algo más de mordiente arriba y casi rompe el 0-0 en el 55' una falta botada por Herrero, en la que tuvo que emplearse a fondo Roberto. Al cuarto de hora de la segunda mitad, Anquela decidió sacar a paseo el 'plan b' y metió de una tacada a Dani Benítez, Jaime, Moisés y Juanma Ortiz. La idea del técnico jienense era la de dejar como referencia arriba a Orellana para darle más libertad en sus movimientos.

La segunda línea tampoco ofreció resultados y Anquela quemó las naves con el dúo de sudamericanos Brayan Angulo y Machís, que relevaron a Siqueira y a un Orellana abucheado por su antigua afición. Los cambios no revolucionaron el choque que murió sin ocasiones con un triste 0-0. En la tanda de penaltis, Roberto volvió a ser el héroe parando el lanzamiento de Rey y anotando el definitivo que dio el Trofeo de la Vendimia al Granada CF.