Entrevista al escritor Paul Pen

"Me cuesta responder si me preguntan 'de dónde eres tú"

El escritor Paul Pen

El escritor Paul Pen

El escritor Paul Pen (Madrid, 1979) tiene raíces neerlandesas, mexicanas y españolas y su vocación la literatura la ha forjado en nuestro idioma. Novelas de intriga donde los destinos insólitos y los caminos que conducen a esos lugares son paisajes donde se sumergen lectores de medio mundo. Su estreno comercial fue con El aviso, en 2011, al que siguió El brillo de las luciérnagas. También adaptó al cine una de sus obras, La casa entre los cactus y acaba de lanzar su sexta novela, A un lado de la carretera (Harper Collins). Reside en la provincia de Alicante, donde desarrolla su inspiración aunque su vida misma, llena de contrastes e interculturalidad, ya da de por sí para una saga.

-Para que le conozcan mejor. Lo de Paul Pen nunca ha sido un seudónimo.

-Soy hijo de madre mexicana y padre holandés, de Utrecht. Paul Pen es mi nombre de verdad y en instagram me siguen preguntando que por qué elegí ese seudónimo. Mi apellido lo resumí en "Pen", escribir en inglés. Tengo nacionalidad neerlandesa.

-Ahora ha de utilizarse "Países Bajos" y el gentilicio, neerlandés.

-Me voy acostumbrando a utilizar lo de neerlandés. Pero yo he nacido y crecido en España y tengo residencia permanente en España y de hecho no hablo neerlandés.

-¿Esa situación no le lleva a tener líos de identidad con uno mismo? 

-No puedo votar en las elecciones generales en España y sí en las de Holanda, pero como no me entero de la política de allí, no voto. En España yo puedo votar en las municipales.

-¿Las fronteras para alguien como usted son más imaginarias que para los demás?

-Me pasa eso. Cuando era pequeño esa experiencia de ir al pueblo de mis padres, de ir a ver a los abuelos, o me iba a Países Bajos o a México. Si me preguntan "¿de dónde eres tú?", me cuesta responder. Pero realmente donde me he criado es en España.

-¿Le tiran sus raíces mexicanas desde España?

-Me siento más cercano a mi familia materna y sobre todo es por idioma. Siento mucha más cercanía a México, que está en otro continente.

-Los españoles deberían gozar de alguna iniciativa tipo Erasmus para comprobar que parte de nuestras raíces están más allá, como dice nuestro escudo.

-Sí, debería ser así. Mi madre es de Veracruz. Yo estuvo viviendo en la Baja California, en 2016. Pillaba tan a desmano que era un lugar tranquilo, pero ahora, de repente, hay más inseguridad.

-Entonces ¿para usted el mundo es más pequeño?

-No sé si es más pequeño o más amplio. Desde pequeño he comprobado que hay muchas formas de ver las cosas, que hay muchas formas de ver la vida. Si eres un sitio en concreto, donde está concentrada todo tu familia, tiene menos puntos de vista. En mi caso cada familia me ha aportado sentimientos diferentes. Todo está cerca, todo puede ser distinto y eso siempre es positivo para crecer.

-Y cuando hay esa mezcla familiar ¿cómo se vive la Navidad, la Semana Santa?

-Es una mezcla. En Navidad mis padres adoptaron las tradiciones españolas. En Holanda los niños reciben los regalos de San Nicolás, Sinterklaas, que llega desde España, pero en casa nunca lo hemos celebrado, los regalos los han traído los Reyes Magos. Siempre es bueno saber que hay diferentes formas de vivir. Por ejemplo, el sentimiento patriótico por un país lo puedo entender pero lo tengo más atenuado. Siento las cosas de España pero también las mexicanas, que me evocan a mi madre. Los recuerdos más idílicos de mi infancia yo los tengo de México.

-Las rivalidades entre pueblos vecinos, provincias vecinas, tan de España, le darán una risa involuntaria.

-Me llama la atención que se diga "aquí se han hecho las cosas así", que las cosas funcionan de determinada manera, que lo correcto es lo que se hace en un determinado lugar. Pero te das cuenta que un poco más allá todo es distinto. 

-Deberíamos exportar cosas que nos unen a todos los españoles, como el placer por las tapas y las uvas de Nochevieja.

-Ambas cosas las disfruto y promuevo para que se exporten. Eso sí, en mi casa siempre se ha hecho mucha cocina mexicana así que algunos platos de la gastronomía española típica los he descubierto ya de adulto.

-¿En Países Bajos se mantiene en el bulbo raquídeo colectivo esa leyenda negra sobre España?

-Ahí he tengo desconexión. No sé que concepto tiene las familias en su intimidad. 

-¿Al escribir una sexta novela un escritor siente la evolución de su estilo, de su universo?

-Sí, te vas sintiendo más dueño de lo que haces, te conoces mejor. Vas ganando también una legión de lectores y tienes la confianza de que sabes que hay un público esperándote.

-¿Es incluso una responsabilidad?

-Esa responsabilidad me da confianza. Lo pasé pero en los inicios cuando te planteas quién te va a leer. Llevaba peor esa incertidumbre. He vivido con mucha emoción la cuenta atrás y las primeras semanas de lanzamiento de A un lado de la carretera.

-¿Cuantifica ese público, observa cómo va creciendo?

-Por redes sociales lo noto. Yo he vivido presentaciones con muy poca gente y cómo con los años asiste un público interesado. Recuerdo los primeros años con poco público, con pocos libros para firmar. Es una cura de humildad. Con la segunda novela ya fui notando que los lectores me buscaban. Ya sé que mi público está ahí.

-¿Cómo se ve en un futuro como escritor?

-Todavía tengo que crecer mucho más, no estoy en el nivel que me gustaría alcanzar.

-¿Y de qué manera se da el paso para poder vivir de escribir libros?

-De pequeño tienes el sueño, en mi caso al leer a Roald Dahl, Stephen King. Quieres ser como ellos. Otros niños quieren ser actores, cantantes. Dejé a un lado el sueño de ser escritor y escribía en prensa. Pero me emplacé a que antes de 30 años debía publicar una novela. O me animaba definitivamente o no lo iba a poder conseguir. Y me vino bien trazar esa frontera de los 30 años.

-¿Y cómo es un escritor en el siglo XXI frente a los novelistas y poetas que conocimos en clase de Literatura?

-Tenemos mucho contacto directo con los lectores a través de las redes. Yo tengo un contacto diario. Me preguntan cosas que antes sólo podías escuchar en eventos. Me gusta ser muy activo y ver cómo se interesan los que me leen. También me he acostumbrado a hablar en video, he superado ese miedo.

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