La crisis catalana

ERC condiciona su fundamental apoyo a los Presupuestos a que se retire la acusación de rebelión

  • Tardá conmina a Sánchez a que inste a la Fiscalía General a rebajar los cargos contra los líderes del 'procés' si quiere el respaldo de la formación republicana a las cuentas del Estado

El portavoz de ERC Joan Tardá, durante la sesión de control al Gobierno que se celebró este miércoles en el Congreso.

El portavoz de ERC Joan Tardá, durante la sesión de control al Gobierno que se celebró este miércoles en el Congreso. / Ballesteros / EFE (Madrid)

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido en la sesión de control de este miércoles el "diálogo y el respeto a la ley" en Cataluña después de que el portavoz de ERC, Joan Tardá, le avisara de que si no se retira la acusación de rebelión a los imputados por el "procés" es "casi imposible" que haya Presupuestos.

"Cataluña será su tumba política si no profundiza" en la búsqueda de una solución", advirtió Tardá al presidente del Gobierno, después de condicionar su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado a que se retire la acusación de rebelión a los políticos catalanes procesados en la causa del procés.

"Si no insta a la Fiscalía General del Estado a retirar la acusación de rebelión, ¿cómo será posible pactar los Presupuestos?. Casi, casi, es un imposible", ha dicho Tardá.

El portavoz de ERC en el Congreso reprochó a Sánchez una posición "un tanto hipócrita" cuando insta a la sociedad catalana a dialogar pero, a la vez, "excluye" a los más de dos millones de catalanes que hace un año -dijo- "nos autodeterminamos".

Tardá cree que "la exclusión nunca puede ser solución de nada" y que no se puede construir una solución contra la voluntad de los catalanes independentistas ni contra la voluntad de quienes no lo son.

En su respuesta, el presidente del Gobierno aseguró que el Ejecutivo y el PSOE siempre han defendido que no se debe judicializar la "crisis política" en Cataluña, pero también alertó de que no se puede quebrar la legislación como hizo la mayoría independentista en el Parlament los días 6 y 7 de septiembre de 2017.

Por eso, aseguró que el Gobierno utilizará "esa doble vía": "la ley y el diálogo". "Respetemos la ley y encontremos cauces para fructificar ese diálogo que creo que necesitan tanto los catalanes no nacionalistas como los nacionalistas", afirmó Sánchez.

En cambio, Tardá insistió en que la solución solo puede encontrarse en el diálogo y la negociación para convocar un referéndum al que se sientan llamados todos los catalanes, y en que un "escenario de exclusión" o de "venganza y escarmiento" es "pan para hoy y hambre para mañana" y puede incluso provocar una crisis mayor que la que significó la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut.

Se trata, recalcó Tardá, de que haya un referéndum en el que los catalanes puedan decidir si quieren "más autonomía" o si Cataluña debe ser una república.

De su lado, el presidente del Gobierno insistió en que el mandato que debe obedecer la Generalitat no es el del 1-O, en el que la participación alcanzó el 47%, sino el de las elecciones del 21-D, en las que votó el 80% de los catalanes.

"La prioridad para el Gobierno no es la independencia, es la convivencia", enfatizó el jefe del Ejecutivo para, a continuación, insistir en su compromiso de impulsar el diálogo, como ya está haciendo a través de las comisiones bilaterales o la Junta de Seguridad. "Estamos impulsando la normalización institucional como paso previo a la normalización social", dijo.

Por último, apeló a los independentistas a no tener cerrado el Parlament en septiembre y abrir mesas de diálogo entre catalanes.

"Catalanes con catalanes, no catalanes contra catalanes. Ni más muros ni más derechas, convivencia, y en eso estará este Gobierno", concluyó el presidente.

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