A la vista de esta heterodoxa sección oficial, los límites del cine europeo parecen encontrarse mucho más allá de Portugal y Rusia para extenderse hasta EEUU, desde donde vienen el eterno enfant terrible Larry Clark con un nuevo retrato de jóvenes skaters en los suburbios de París, los neoyorquinos hermanos Safdie, con su cassavetiana Heaven knows what, o a donde se ha ido el italiano Costanzo para filmar el drama famliar Hungry Hearts, cuyos protagonistas ganaron la Copa Volpi en Venecia. Caen las fronteras, se aprovechan los regímenes de coproducción y se amplía el escaparate, como ya ocurriera el año pasado con la presencia en el concurso de Ming Liang o Gray.

Oliveira ejerce una vez más de maestro y patriarca incluso fuera de concurso. A su lado, los demás maestros son menores: el recientemente fallecido Alain Resnais, con su testamentaria y gozosa Aimer, chanter et boire; el británico Mike Leigh, que reconstruye la vida del pintor Turner con la complicidad de Timothy Spall; y el  portugués Pedro Costa, que sigue de nuevo los pasos achacosos y heroicos de su Ventura en la espectral y alucinada Cavalo dinheiro.

También ejercen de tutores en esta Europa confusa el sueco Roy Andersson, cuya A pidgeon sat on a branch reflecting on existence, León de Oro en Venecia, suma y sigue una nueva etapa en su particular y estilizada mirada a la condición humana; el norteamericano más afrancesado y bressoniano Eugène Green, que en La Sapienza viaja a Italia para indagar en los vaivenes del amor con la arquitectura de Borromini como testigo; o Andrey Zviagintsev, que regresa al SEFF con Leviathan para meter el dedo en la herida de la Rusia de hoy.

Otros regresos: el de la austriaca Jessica Hausner, que viaja ahora a 1811 junto a Von Kleist en Amour fou, o el del israelí Nadav Lapid (The kindergarten teacher), que ya nos alertara de su potencial con Policeman. Consolidados en el mercado de la autoría están también la francesa Pascale Ferran, que propone un juguetón relato fantástico en Bird People, y su compatriota Bertrand Bonello, que presenta su versión no oficial de la vida de (Yves) Saint Laurent. Con Bonello ha trabajado Asia Argento, que presenta su cuarto largo como directora, Misunderstood. Turist, éxito local del sueco Robert Östlund, Le meraviglie, de la italiana Alice Rohrwacher, premio en Cannes, y la española El camino más largo para volver a casa, de Sergi Pérez, completan el concurso.