La pedida de mano de Tamara Falcó va a dar que hablar por muchos días, de cara al gran enlace del verano, que se celebrará el 8 de julio en la finca de los Griñón, El Rincón, propiedad de la hija de Isabel Preysler.

Este sábado se celebraba la pedida donde coincidieron las consuegras, Preysler y Carolina Molas, que habían tenido sus tiranteces durante la ruptura de sus hijos. El enfrentamiento estaba ahí pero tras la petición parece que las aguas han vuelto a su cauce, aunque Isabel nunca vio con buenos ojos la reconciliación y la boda. Ya lo acepta y en las reglas del juego entran un relación cordial con sus consuegros, con la madre del novio y con Ignacio Onieva, que procedente de México pronunció el discurso de petición nupcial.

Los novios intercambiaron regalos: una pulsera de origen familiar para ella y un exclusivo reloj para él.