La esperada inauguración del AVE, dar pasos decisivos para atraer el acelerador de partículas y bajar lo máximo posible las cifras del desempleo. Tres retos en mayúsculas que encara Granada en el año que entra.

Dos de ellos parecen bastante al alcance, el concerniente al estreno, por fin, de la Alta Velocidad provincia y el relativo a seguir edificando los cimientos de ese gran proyecto científico y de investigación en fusión llamado IFMIF-Dones. De hecho, Europa podría llegar a decidir en este 2019 que la candidatura granadina, con sede en Escúzar, es la elegida para acoger el acelerador de partículas.

Lo que no parece, a priori, tan fácil es conseguir a corto plazo que Granada tenga el mismo ritmo de crecimiento en la economía que el conjunto de Andalucía y de España. Y es que el año 2018 ha sido un año muy irregular para la creación de empleo y Granada no ha conseguido, entre otras cosas, bajar la barrera psicológico de los 100.000 desempleados a espera de la cuarta oleada de la Encuesta de Población de Activa (EPA) correspondiente al último trimestre del año.

A lo que hay que sumar otros problemas como la precariedad y la temporalidad que se han instalado en el mercado laboral sin que, por el momento, se encuentre un remedio institucional y empresarial a esta situación.

En todo caso, el 2019 se configura como un año importante para que Granada inicie su particular camino. El de la transformación necesaria hacia un modelo productivo que modifique toda la economía de la provincia. Y en eso tiene mucho que ver el acelerador de partículas como una iniciativa que puede arrastrar a muchas empresas tecnológicos y gran parte del talento autóctono con la Universidad de Granada como el faro que ilumina todo este proceso de cambio.

Precisamente, la UGR enfila un nuevo ejercicio que se antoja decisivo, aparte del acelerador de partículas, con cuentas pendientes en el horizonte como el nuevo modelo de financiación que tienen que concretar las universidades andaluzas. A todo esto se une el desafío de la institución académica granadina de seguir avanzando en su carrera a la excelencia y no caerse de los clasificaciones mundiales que han respetado su estatus en los últimos años al mismo tiempo que necesita liderar más proyectos de ámbito internacional.

Volviendo al principio del relato sobre los retos para 2019, la UGR puede ser una de las grandes beneficiadas con la esperada llegada del AVE. Si todo va bien y la promesa del ministro Ábalos no es papel mojada, Granada podrá contar con trenes de Alta Velocidad este próximo verano. De hecho, la Diputación ha diseñado dentro del Plan de Acción del Turismo 2019 toda una serie de actividades para aprovechar el tirón del AVE en la provincia.

En este sentido, a partir de la recuperación del tráfico de trenes habrá que valorar cómo recibe otra infraestructura importante como el Aeropuerto la competencia a nivel nacional. La terminal granadina espera en este 2019 seguir aumentando sus números, toda vez que ha conseguido rebasar la barrera del millón de usuarios y para ello contará con nuevas conexiones como las de estrenará en primavera con las ciudades francesas de Nantes y Burdeos.

Pero esto no es más que un breve anticipo de lo que deparará el 2019 en el que habrá mucha tela que cortar. Sin ir más lejos, el proyecto de la presa de Rules es uno de los que lleva más tiempo esperando respuesta y que necesita que Granada en su conjunto se ponga las pilas para pisar el acelerador.