Las 233 planchas de plomo encontradas en 1595 en el Sacromonte de Granada y guardadas después, durante varios siglos, en la Biblioteca del Vaticano se expondrán al público de forma permanente en su lugar de origen, la Abadía que fue construida en honor a este hallazgo.

La ciudad dispondrá a partir de finales de febrero próximo de un nuevo museo en la Abadía del Sacromonte, uno de los edificios de la ciudad que más tesoros religiosos y culturales mantiene encerrados.

Mediante una aportación de 47.000 euros procedentes del Plan de Turismo de la ciudad (Junta y Ayuntamiento de Granada), el Arzobispado ha desarrollado un trabajo de organización museística de algunos de sus fondos más valiosos, que exhibirá en cuatro salas de la Abadía del Sacromonte.

Está previsto que este nuevo recurso turístico y cultural esté abierto para la celebración de San Cecilio, el patrón de la ciudad, al que se intentó relacionar con los libros plúmbeos, considerados una falsificación por la Iglesia Católica. La teoría que se baraja es que se trata de unas escrituras realizadas por moriscos en la misma época de su descubrimiento con el fin de frenar su expulsión de España, mediante la demostración de una especie de mezcla entre el cristianismo y el islam en el origen de este territorio.

El arzobispo de Granada en aquel tiempo, Pedro de Castro, y la Abadía del Sacromonte, que aquel mandó construir en honor al descubrimiento de los libros plúmbeos, serán los otros grandes protagonistas del nuevo museo que se está instalando en el edificio del antiguo Monte Valparaíso.

Pedro de Castro fue uno de los grandes defensores de la autenticidad de los libros plúmbeos, de modo que promovió la construcción de una gran obra arquitectónica que protegiera las cuevas sagradas. El proyecto era más ambicioso de lo que realmente se llegó a ejecutar, pues sólo se construyó uno de los cuatro patios previstos.

Otro de los aspectos que se quieren destacar en este museo es el de la historia docente y cultural de la Abadía del Sacromonte, que fue durante años centro de estudios religiosos y jurídicos, además de albergar en su impresionante biblioteca obras de gran valor e incunables de diferentes culturas.

Los objetivos que persiguen las administraciones implicadas en este proyecto son potenciar la difusión de la Abadía y de las obras que alberga y aportar a la ciudad un nuevo producto turístico para ahondar en la imagen de ciudad cultural, con más recursos que visitar.