El caso Alhambra bate el récord de tardanzas judiciales en Andalucía
La Audiencia aplaza la publicación de la sentencia, esta vez sin fecha
Los 13 años cumplidos superan a todas las últimas grandes causas
Las grandes causas judiciales más largas y mediáticas que se recuerdan o se están siguiendo ahora en Andalucía ya tienen una referencia récord en Granada: el caso Alhambra. Sus 13 años de duración, sin que se haya dictado sentencia por el momento, convierten este asunto en algo "insoportable", por elegir uno de los términos más empleados ayer por las decenas de letrados que asisten al medio centenar de acusados.
La demora de esta causa judicial, en la que se han investigado las supuestas irregularidades en la gestión de los accesos a la Alhambra desde 2000 a 2003, viene de largo, sobre todo de la fase de instrucción. Pero el detonante que ha puesto ahora este caso en la picota es el aplazamiento de la publicación de la sentencia, que estaba previsto para ayer. La Audiencia Provincial de Granada, tras un año desde el final del juicio, anunció antes de Navidad que daría cuenta de su resolución el 8 de enero. Pero no fue hasta la misma mañana de ayer cuando desveló que quedaba pospuesto sine die. Una decisión que, según fuentes del caso, ha provocado malestar entre abogados y acusados.
Este aplazamiento es la guinda a las demoras acumuladas. El propio presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Lorenzo del Río, ya advirtió en diciembre pasado que superar el año para dictar una sentencia podía ser excesivo. Quizás esto pudo provocar un anuncio de publicación precipitado, que al final no ha podido cumplirse.
El asunto llegó a la Audiencia Provincial en mayo de 2015, de modo que los 31 meses transcurridos hasta ahora superan por mucho a los 6,9 meses de media que, según los datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), se estiman de duración de los procedimientos abreviados (el mismo que el caso Alhambra) en las Secciones Penales de las Audiencias Provinciales de Andalucía en 2016. No obstante, hasta cierto punto es lógico que una causa tan compleja como ésta, con tantos acusados, 90.000 folios y 3 meses de juicio, pueda superar ampliamente la media. La cuestión es cuánto sería lo lógico y comprensible.
Pero algunos abogados que han participado en el caso Alhambra, como Juan Pablo Luque, opinan que el problema mayor en este asunto viene heredado de la fase de instrucción. El juez Miguel Ángel del Arco, retirado ya, abrió estas diligencias en 2005 y mantuvo la investigación en marcha durante una década. Los mismos estudios anteriores del CGPJ exponen que la media temporal que los juzgados de instrucción andaluces tardaron en tramitar los procedimientos abreviados durante 2016 fue de 10,7 meses.
Si bien no se puede comparar la complejidad de la mayor parte de esos asuntos, que no alcanzan el año, con un tema como el de la Alhambra, sí servirían de referencia más clara otras causas difíciles, voluminosas y mediáticas que se han dado en Andalucía.
Uno de los casos que vienen a la cabeza de inmediato sería el de los ERE. Aunque aún se está celebrando un juicio que se prevé muy largo, este asunto comenzó en 2011 y han pasado 6 años. Su origen fue Mercasevilla, otra larga causa que ha culminado hace pocos meses con una sentencia absolutoria, pero que paró el reloj a los 8 años. Una eternidad que está muy por debajo de los tiempos del caso Alhambra.
El caso Malaya (8 años) o el eterno de Los Cármenes en Granada (12 años) son otras posibles referencias, pero todos esos récords ya han sido pulverizados por el procedimiento abreviado 37.14, conocido como caso Alhambra.
Un "calvario" para los acusados, sobre todo en estas navidades
El aplazamiento sin fecha que a través del TSJA transmitió ayer el magistrado ponente de la sentencia del caso Alhambra, José Requena, fue una nueva estocada para el medio centenar de acusados, que esperan la resolución del juicio desde diciembre de 2016, cuando quedó visto para sentencia. Ya acumulan el malestar de una instrucción judicial que ha durado una década y sobre la que ya transmitieron su pesar a través de un documento colectivo que publicó este periódico el año pasado. Pero el anuncio frustrado de que conocerían la sentencia el 8 de enero les ha provocado un nuevo golpe. Este diario pudo hablar ayer con algunos de ellos, quienes manifestaron que estas navidades las han pasado con especial inquietud y preocupación, tras conocer a través de los medios que se había puesto fecha a su sentencia. Opinan que la lentitud de la justicia es un "calvario" y ya se sienten condenados, pase lo que pase al final, por los 13 años que han pasado pendientes de esta causa judicial. Son casi medio centenar de personas, con sus respectivas familias, que se juegan la aplicación de condenas de entre 4 y 9 años de cárcel, además de importantes indemnizaciones económicas.
No hay comentarios