El Ayuntamiento de Granada vuelve al punto de partida con su idea de convertir conventos y monasterios en riesgo de abandono en alojamientos turísticos.

El pleno municipal ha denegado la innovación del PEPRI Albaicín, que adaptaba el PGOU para cambiar el uso de estos espacios religiosos a residencial singular hotelero.

Ya la semana pasada en la comisión de urbanismo se aprobó no seguir adelante con este plan atendiendo así a un informe negativo de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, en la que pedía al Consistorio un planeamiento general del estado de todos los edificios religiosos de la ciudad, y no genérico para el barrio albaicinero.

Los edificios religiosos que incluía este plan eran los conventos de San Bernardo, Santa Isabel la Real, Santa Catalina de Zafra y de Santo Tomás de Villanueva; y los monasterios de San Bernardo y la Concepción.

De esta forma, el plan comienza desde cero con la redacción de un nuevo informe que deberá pasar de nuevo por todas las instancias municipales hasta volver al pleno. Este proceso, ahora denegado, se planteó por la anterior corporación municipal del PSOE.