La Empresa Municipal de Aguas de Granada, Emasagra, cuyo gerente estuvo presente en la reunión de la Comisión de Desembalse que se celebró ayer en Sevilla, volvió ayer a reiterar el llamamiento a los clientes de la red de abastecimiento para que practiquen un consumo "racional y responsable" del agua.

Fuentes de la empresa que suministra a Granada y a gran parte del Área Metropolitana aseguraron que el hecho de que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir reduzca el caudal que se extrae de los pantanos en 400 litros por segundo "no afectará al consumo domiciliario". Según las mismas fuentes, Emasagra cuenta en la actualidad con ocho pozos funcionando con la finalidad de extraer agua del acuífero de la Vega -"uno de los más importantes de España", señalaron- que se verán ampliados en cuatro instalaciones de este tipo más. De esta forma, el agua que no se capta de los pantanos se sustituirá con los acuíferos.

Aún cuando el suministro está garantizado, reiteraron las mismas fuentes, se lanzará en breve una campaña de ahorro de agua para los consumidores granadinos. Es más, desde Emasagra se defendió que en la empresa están muy satisfechos "porque los granadinos responden cuando se organiza una de estas campañas".

La puesta en marcha de estos cuatro pozos más, con lo que sumarían doce en funcionamiento, supondrá un coste añadido para las arcas de la empresa de abastecimiento. A pesar de que las fuentes consultadas ayer no pudieron especificar el dinero que les supondrá poner en funcionamiento esos cuatro pozos para extraer el agua, si señalaron que "hay que utilizar mucha energía eléctrica" para poder incorporar ese agua a la red de abastecimiento. O lo que es lo mismo, un incremento del coste en la producción.

Por otra parte, Efe informó que las comunidades de regantes, también presentes ayer en Sevilla en la mesa de la Comisión de Desembalse, habían solicitado a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir la posibilidad de que se perforen más pozos en el acuífero de la Vega de Granada ya que aseguraron que la situación de falta de lluvias y de sequía pone en riesgo los cultivos de verano.