Granada año a año
  • En agosto desparece la joven motrileña María Teresa y en junio el Vaticano devuelven a Granada los Libros Plúmbeos

  • El Granada pierde por 0-1 ante el Murcia el partido más raro de su historia, con la ciudad preparada para celebrar el ascenso

2000: El año en que muere Carlos Cano y ETA mata al fiscal Luis Portero

Impresionante manifestación de granadinos en contra del terrorismo. Impresionante manifestación de granadinos en contra del terrorismo.

Impresionante manifestación de granadinos en contra del terrorismo.

Dos muertes tan inesperadas como trágicas vistieron a Granada de luto en el año 2000. En octubre moría asesinado por ETA el fiscal jefe del Tribunal Superior de Andalucía Luis Portero y en diciembre fallecía de un aneurisma en la aorta el cantautor Carlos Cano. La desaparición de ambos dejó en Granada una importante estela de desconsuelo y de rabia.

El 19 de diciembre nos dejaba el cantautor que más luchó por que los andaluces comprendiéramos que esta es una tierra en la que vale la pena vivir. Carlos Cano ya había hecho mucho por la música: había sido el creador –junto con Juan de Loxa y Antonio Mata– del Manifiesto Canción del Sur para reivindicar la cultura andaluza, había recuperado estilos tradicionales andaluces relativamente olvidados como el trovo popular y la copla y tenía una legión de seguidores y fans a los que les encantaba todo lo que componía. Había nacido en el barrio del Mauror. Tenía 18 años cuando se fue a Suiza a trabajar a un hotel. Luego en Alemania trabajó en la imprenta de la revista Der Spiegel y en Holanda se enroló como marinero en el puerto de Rotterdam. Tenía tema más que suficiente para sus posteriores canciones. Se casó y tuvo dos hijas.

Carlos Cano, durante una entrevista. Carlos Cano, durante una entrevista.

Carlos Cano, durante una entrevista. / Juan Ortiz

Su primer disco se llamó A duras penas, que contiene algunas de las canciones de hondo compromiso social y andaluz. Allí estaba la Verde y blanca, que se convirtió espontáneamente en el himno de Andalucía. Pese a sus posiciones cercanas al nacionalismo andaluz, que le llevaron a apoyar en diferentes campañas electorales al Partido Andalucista, nunca olvidó el compromiso humano: presidió la Fundación por los Pueblos Indígenas y una asociación, Al Hayat, para acoger a niños saharauis enfermos. Y tenía pasión por dos ciudades: La Habana y Cádiz. En 1995 su vida dio un vuelco. Primero porque le nació su hijo Pablo, fruto de su relación sentimental con la sevillana Eva Sánchez. Y, segundo, porque en mayo sufrió un aneurisma de aorta que reveló la fragilidad de su sistema circulatorio. Tras ser operado en Nueva York, Carlos Cano siguió con su vida artística. Los médicos le habían dicho que podía subirse al escenario con ciertas precauciones y él así lo hizo. Comenzó a componer y a llevar a cabo decenas de planes y de pensar iniciativas, como si el mundo le estuviera chico. Tras cinco años de reconocimientos y una producción importante consiguió con sus dos últimos discos llevar a la copla musicalmente a la perfección y dejar grabado una serie de conciertos para la elaboración de su tercer disco en directo, con una selección de sus mejores canciones. Venía a Granada desde Madrid en un avión cuando su aorta le dijo basta. Esta vez su corazón no aguantó. Tenía 55 años y muchas vidas.

Granada se había vestido de luto también en octubre de ese año cuando dos pistoleros de ETA acabaron en el portal de su casa con el fiscal jefe del Tribunal Superior de Andalucía Luis Portero. Los etarras le dispararon con una pistola en la nuca al coger el ascensor para su subir a su domicilio, en la calle rector Luis Marín Ocete. Iba sin escolta, hecho posteriormente debatido y controvertido entre la ciudadanía y entre las fuerzas políticas. Él mismo, a modo de broma, les había dicho a sus compañeros del alto tribunal: "Tengo una vigilancia tan secreta que es invisible".

La familia de Luis Portero acompaña al féretro. En la esquina de abajo, la víctima La familia de Luis Portero acompaña al féretro. En la esquina de abajo, la víctima

La familia de Luis Portero acompaña al féretro. En la esquina de abajo, la víctima

El fiscal jefe del TSJA se sentía inseguro y había enviado dos cartas al Ministerio reclamando más medidas de protección, al fin y al cabo, era la cuarta autoridad en Andalucía. Pero la protección no llegó a tiempo. A su sepelio, celebrado en la catedral y que fue una espectacular muestra de dolor y repulsa contra el terrorismo, acudió el presidente de Gobierno José María Aznar. Al día siguiente, una inmensa cantidad de granadinos salió a la calle para protestar por lo que había hecho ETA. Luis Portero tenía 59 años. Sus familiares donaron todos sus órganos y poco después crearon una fundación con el nombre del fiscal asesinado.

Pero los integrantes de ETA alimentaban su ego y su autoestima con las imágenes de televisión de miles de personas manifestándose contra sus crímenes. Así que seguían matando. Ese mismo mes de octubre un coche bomba segaba la vida del policía granadino José Escuredo García, el cual ejercía en Madrid de escolta de José Francisco Querol, magistrado militar del Tribunal Supremo. Un coche con 30 kilos de dinamita acabó con la vida de ambos y la del conductor del vehículo. El 2000 pasaría a la historia por ser uno de los años más sangrientos de las cucarachas etarras.  

Vuelven los Libros plúmbeos 

El 12 de marzo de 2000 hay elecciones generales y autonómicas, que significan un rotundo triunfo del Partido Popular. En nuestra provincia ello no significó un cambio de tendencia, pues el PSOE seguía siendo la principal fuerza política, logrando un escaño más que en 1999. En las autonómicas seguiría como presidente Manuel Chaves, lo que haría empeorar las relaciones entre la Junta de Andalucía y el ejecutivo nacional. Normal.

En la capital granadina seguíamos con nuestro Tripartito, que en el año 2000 se mete en un berenjenal al hacer cambios en la Fiesta de la Toma. José Moratalla intenta convencer a los militares de la conveniencia de eliminar el desfile y le pide una escolta simbólica para custodiar el pendón, pero el Madoc no acepta. Antes las presiones del PP y de gran parte de la ciudadanía, Moratalla da marcha atrás y no se producen los cambios que querían los colectivos que estaban a favor de desmilitarizar la Toma y transformarla en una celebración cívica sin vencedores ni vencidos. El caso es que la Fiesta no es tal si cada año no se ve envuelta en broncas y enfrentamientos de los que quieren que siga igual y los que piden que se modifique.

En junio de 2000, Granada recuperó, casi 400 años después de que fueran enviados a Roma y declarados como herejía, los Libros plúmbeos del Sacromonte, un último intento de los moriscos granadinos de salvar su religión, y de paso sus vidas, inventándose una revelación que unía islam y cristianismo. El Vaticano decidió devolver los libros al lugar en que fueron descubiertos en 1595. Los 21 libros, que son planchas de plomo circulares de unos diez centímetros de diámetro, tallados con buril, eran tratados religiosos, presuntamente del siglo I, que hacían de los conceptos del islam y el cristianismo una religión sincrética. Enviados a Roma para su análisis, el papa Inocencio XI los condenó por sus "ideas mahometanas, puras ficciones humanas fabricadas para ruina de la fe católica". El 17 de junio del 2000, el Vaticano decidió devolver los Libros plúmbeos a Granada, y fue el propio cardenal Ratzinger el encargado del protocolo. La última noticia que se tiene sobre ellos es que la Fundación Carlos Ballesta ha adquirido el manuscrito de 277 páginas que dictaminaba que los libros plúmbeos eran falsos.

También en el terreno cultural hay que resaltar la inauguración del Centro José Guerrero en un inmueble de la calle Oficios que a comienzos del siglo XX fue una imprenta y después la sede del periódico Patria. El inmueble fue adquirido por la Diputación de Granada, que encargó al arquitecto Antonio Jiménez Torrecillas su readaptación a una pinacoteca para albergar las obras del pintor granadinos afincado en Estados Unidos. Los fondos del pintor contienen cuarenta lienzos, entre los que están sus preferidos. Son obra realizadas entre 1946 y 1990 que suponen un recorrido por su evolución artística y temática.  

En el 2000 murió el novelista de La Peza José Fernández Castro, también histórico militante del PSOE. Como se titula uno de sus dramas rurales, La tierra lo esperaba. El Ayuntamiento le había otorgado la Medalla de Oro de la Ciudad, pero no pudo recogerla porque unos días antes un infarto acabó con su vida.

Ese año, con motivo del jubileo, el arzobispo autoriza a las cofradías de Semana Santa a hacer la penitencia dentro de la catedral: entrarían por la puerta centra de la fachada principal y saldrían por la del Perdón. Y este año también se organiza un acto para recordar la quema inquisitorial de textos árabes por parte del Cardenal Cisneros pocos años después de que los Reyes Católicos tomaran Granada.

En el año 2000 hay relevo en el Rectorado de la Universidad. Se va Lorenzo Morillas, que había estado ocho años en el cargo, y le sustituye otro jienense: David Aguilar, catedrático de Anatomía Patológica. La Universidad quiere afrontar el siglo XXI con los retos de acabar con las grandes carencias en el terreno de la investigación, reducir las altas dosis de endogamia dentro de la institución y devolver el entusiasmo en la comunidad universitaria. Al menos eso dijo el nuevo rector en su primera comparecencia ante los medios de comunicación. Por entonces la Universidad de Granada tenía 61.500 estudiantes y un presupuesto de 42.500 millones de pesetas.

Otro que deja su cargo ese año como director del Festival Internacional de Música y Danza es Alfredo Aracil, que había estado ocho años al frente del certamen.

En el capítulo de Sucesos los medios reflejaron un importante incendio en la Sierra de Lújar, que vio desaparecer en apenas 24 horas todo el esfuerzo de repoblación que se había hecho en la zona para paliar los estragos de otro incendio ocurrido en 1978. Según las investigaciones posteriores, el que le metió fuego fue un ciudadano de Vélez de Benaudalla, que había amenazado repetidamente con meterle fuego al monte porque mantenía una enemistad con un vecino que era propietario de un coto de caza.

Desaparece María Teresa 

Maria Teresa Fernandez desapareció en agosto del año 2000. Maria Teresa Fernandez desapareció en agosto del año 2000.

Maria Teresa Fernandez desapareció en agosto del año 2000.

En agosto, una joven motrileña de 18 años llamada María Teresa Fernández Martín, salió de su casa con la intención de ir a un concierto y nunca más se supo de ella. Había quedado con su novio para ir a ver la actuación de Café Quijano en las fiestas de Motril. Pero ni siquiera se la vio en el recinto ferial. Desde entonces la familia de la joven lanza mensajes porque mantienen la esperanza de que puede estar viva. El 19 de junio de 2023, Teresa Martín Díaz, madre de la desaparecida, dedicó a María Teresa unas emotivas palabras en las redes sociales con motivo de su 41 aniversario. "Hoy es un día muy difícil para nuestra familia, nuestra hija María Teresa cumple 41 años. Debería ser un día feliz, pero no, alguien se cruzó en su camino y nos la arrebató de nuestro lado. Allá donde estés hija mía, te mandamos un fuerte abrazo y besos, no olvides que te estamos esperando, y te echamos mucho de menos, mi niña", decía la publicación de la madre.

También en Motril, pasó ese año algo realmente triste: en abril un niño de ocho años muere apuñalado por una mujer que, además de alcohólica, no estaba en sus cabales. El niño llamó por error a la puerta de la perturbada y ella salió y le hincó un cuchillo de cocina en el pecho.

En octubre, apareció muerta en su domicilio Josefa Rosa Portillo, la propietaria del restaurante Las Mimbres de Dílar. Unos malhechores entraron en su casa con la intención de robar y la golpearon un candelabro. Al ver que aún vivía la asfixiaron y revolvieron la vivienda en busca de dinero y joyas. La Policía descubriría que los asesinos habían sido el propio hijo de la víctima y un sobrino, además de un tercero, que sabían que Josefa guardaba 23 millones de pesetas para la compra de un piso. 

En 2000, a Julián Urbano, el subdelegado de Gobierno, lo destituyen y él muestra su decepción con el PP porque se entera de su cese por el BOE. Ese año el policía granadino Jesús Espígares se convierte en el primer español en dirigir la Interpol. Herradureño de nacimiento, durante su carrera en el Cuerpo Nacional de Policía fue jefe de la comisaría de Irún, mando de la Brigada Antiterrorista en Barcelona y jefe superior de Policía de Granada (Andalucía oriental). En 1996 fue nombrado comisario general de Policía Judicial.

Ese año el desarrollismo hizo sus estragos. Varios edificios considerados interesantes fueron derribados (villa Felisa, una casa solariega en la calle Elvira…) por la piqueta. El más sonado fue un palacete en la calle Alhamar, en realidad dos viviendas unifamiliares trazadas en 1930 por el arquitecto José Quesada. Constituía el edificio un elegante ejemplar de la arquitectura historicista de los tiempos de las exposiciones internacionales de Barcelona y Sevilla, con un bello jardín a su alrededor. Por eso su derribo causó tanta indignación entre los defensores de edificios con cierta historia.

Un informe sobre la coyuntura económica realizado por la Caja Rural de Granada ese año preveía 'sombras' en el crecimiento económico de la ciudad, debido, sobre todo, a la fuerte inflación que registraba la comunidad autónoma. Aun así, los bancos seguían teniendo pingües beneficios. La General obtuvo ese año una ganancia de 7.638 millones de pesetas, después de impuestos, lo que representaba un 15,2 por ciento frente al año anterior. A las empresas granadinas tampoco les iba mal. Por ejemplo, Dhul anuncia la inversión de mil millones de pesetas para la ampliación de sus instalaciones y compra de maquinaria para su factoría de Granada.  

Un partido raro 

Y ya metidos en Deportes, hay que recordar que el 25 de junio del año 2000 el Granada jugó el partido más raro de toda su historia. Ese año el Granada había hecho una magnífica temporada. Solo había perdido un encuentro y se había proclamado campeón del grupo IV de Segunda División B. Pero tenía que jugar una liguilla de ascenso. Las tenían todas consigo. El último partido de esa liguilla se iba a celebrar en Los Cármenes contra el Murcia. Al Granada le bastaba solo con el empate para subir de categoría. La fiesta estaba preparada, con verbena, fuegos artificiales y el recorrido de los campeones por la ciudad en un autobús sin techo. Las entradas para ver el encuentro se habían agotado en unas pocas horas. Había hambre por ver al Granada en otra categoría que no fuera en la que había estado los últimos doce años.

Un jugador de Granada llora desconsoladamente tras la inesperada derrota. Un jugador de Granada llora desconsoladamente tras la inesperada derrota.

Un jugador de Granada llora desconsoladamente tras la inesperada derrota. / Juan Ortiz

Pero entonces todos los hados se pusieron de acuerdo para que aquella jornada quedara inscrita en una de las páginas más negras de la historia del granadinismo. Al final el Murcia ganó por 0-1. El único tanto del encuentro fue marcado por el ex jugador del Granada Aguilar, que se había casado un día antes en Santander y tuvo que realizar un precipitado viaje para estar presente en el encuentro. La decepción en la hinchada fue tremenda.

Luego se dijo de todo, que los jugadores del Granada habían jugado como zombis porque habían sido drogados, que hubo maletines de por medio, que varios jugadores del Granada habían sido untados… Hasta se dijo que el entrenador del Granada, Felipe Mesones, un argentino adoptado por la ciudad de Murcia, había tenido algo que ver en aquella inesperada derrota. El periodista Ernesto Martínez dijo en su crónica que "necesitaría de una explicación adicional para poder entender lo que había pasado". Fue el peor partido de toda la temporada. En 90 minutos los del Granada solo tiraron una vez a puerta. El club intentó entonces ganar el partido en los despachos. Denunció ante la Federación un defecto de forma en la alineación del portero murciano Viñas. Pero nada se consiguió. Muchos aficionados juraron no volver al Nuevo Los Cármenes por sentirse engañados en aquel encuentro. En fin. Quién también hizo una temporada buena fue el Guadix, que llegó igualmente a jugar la liguilla de ascenso. Tampoco pudo ser.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios