Granada

Cisma entre Motril y el Gobierno por el nuevo centro de inmigrantes

  • El Ejecutivo de Pedro Sánchez anuncia por la mañana las obras de emergencia en el EVA-9 para crear un CIE y, por la tarde, Subdelegación recula para defender que no se llevarán a cabo

Instalaciones militares del EVA-9 que se sitúan de nuevo en el centro de la polémica.

Instalaciones militares del EVA-9 que se sitúan de nuevo en el centro de la polémica. / g. h..

El Gobierno de Pedro Sánchez anunció ayer por la mañana las obras de emergencia para crear un nuevo Centro de Internamiento de Inmigrantes (CIE) en Motril; pasadas las ocho de la tarde reculó a través de la Subdelegación para señalar que se trataba de un mero trámite administrativo. En este espacio de tiempo, la alcaldesa de Motril, Flor Almón, salió en tromba para declarar la guerra a un proyecto al que se había opuesto frontalmente el PSOE cuando estaba en la oposición, subrayando que su lealtad estaba con los motrileños "por encima de cualquier administración".

El Consejo de Ministros aprobó ayer una inversión de 3,3 millones de euros para acometer obras en el Acuartelamiento del Escuadrón de Vigilancia Aérea (EVA-9) de Motril , con el objetivo de convertirlo en un Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE). Así lo adelantó la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, durante la rueda de prensa del Consejo de Ministros. Celaá señaló que se trata de un acuerdo para la realización con carácter de urgencia de "determinadas obras y suministros necesarios" para la adecuación de las antiguas dependencias de este acuartelamiento militar para el alojamiento de inmigrantes, dejando claro que "estamos hablando de un CIE" destinado a "acoger inmigración", según recogen las agencias.

La alcaldesa de Motril salió a escena para protestar por la decisión del Gobierno

Con esta decisión del Gobierno de Pedro Sánchez se creó el primer gran cisma en la provincia con un ayuntamiento como el de Motril que está gobernado por la socialista Flor Almón y después de que distintos colectivos se manifestaran el pasado mes de mayo contra la posibilidad de que este edificio se convierta en un Centro de Internamiento de Extranjeros, al tiempo que defendían que se dedicase a equipamiento educativo. Y al poco de conocerse la noticia, la propia alcaldesa de Motril salió a escena para asegurar que el Ayuntamiento no dará licencia de obras al Ministerio del Interior para el acondicionamiento del EVA-9. "Tenemos un compromiso con los vecinos del barrio y con la ciudad de Motril que no vamos a variar por nada. Que quede claro: estamos del lado de los motrileños y vamos a apoyar lo que nos digan por encima de cualquier administración, ya que la lealtad es siempre con la ciudadanía", aseguró la alcaldesa remarcando una postura municipal que ya mantuvo cuando el anterior Gobierno planteó un proyecto similar en este enclave. De paso, desactivó una bomba de relojería a escasos ocho meses de las elecciones municipales.

En mitad de este revuelo, la subdelegada del Gobierno, Inmaculada López Calahorro, aclaró a última hora en nombre del Ministerio del Interior que lo que se ha aprobado en el Consejo de Ministros es la "toma en razón" de la declaración de emergencia de las obras del EVA 9 en Motril. "Lo único que ha hecho este Gobierno es cumplimentar el trámite burocrático obligado, pero eso no cambia en absoluto la situación, todo sigue como está, es decir, parado. Las obras van a seguir paradas", aseguró la subdelegada.

En todo caso, el anterior Ejecutivo aseguró poco antes de la moción de censura a Rajoy, que acabó con su salida de Moncloa, que no se trataba de CIE, sino de un albergue temporal de inmigrantes para poder acoger a estas personas cuando se superen las aproximadamente 85 plazas que hay en el Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) del Puerto de Motril. El objetivo era garantizar que en estos casos no se queden en la calle durante las 72 horas que da la ley para realizar toda la tramitación.

En una visita a Motril el pasado mes de abril, el exsecretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, avanzó que la intervención en las antiguas instalaciones militares del Escuadrón de Vigilancia Aérea permitirían crear un centro de gestión de todo tipo de emergencias y no sólo las vinculadas a la inmigración irregular, lo que la alcaldesa de Motril calificó como "tranquilizador" ya que, según explicaron, se trataría de un centro de apoyo para momentos puntuales ante la tendencia de aumento de entrada de inmigrantes, permitiendo que se hagan cargo de ellos el Ministerio y la Policía facilitándoles un "trato digno".

El presidente de la asociación de vecinos del barrio de Los Álamos de Motril, Floro Castro, expresó en su momento su rechazo a la instalación de un CIE en la infraestructura que hasta ahora albergaba el Escuadrón de Vigilancia Aérea, ubicado en esta barriada. Desde la asociación reivindican que el recinto se dedique a equipamiento educativo, tal y como recoge el PGOU de Motril y que se impida que este edificio se convierta en un Centro de Internamiento de Extranjeros, Centro de Gestión de Emergencias "o cualquier otra denominación que le puedan dar".

En este contexto, y con el proyecto paralizado por el cambio de Gobierno, la llegada masiva de pateras obligó a habilitar el pasado mes de agosto un nuevo Centro de Atención Temporal a Extranjeros (CATE) en el Puerto de Motril con capacidad para doscientas cincuenta personas. Personal militar de Madrid y Sevilla se encargaron de la puesta a punto de la instalación de ordenadores y material de oficina para que la Policía Nacional pueda hacer su trabajo a la hora de identificar a los inmigrantes. El CATE está formado por trece tiendas de campañas -dos para mujeres- acondicionadas para las estancias con literas, cuatro comedores y cuatro módulos de aseos y duchas separados por sexos. Además, en las instalaciones con una superficie de unos 4.500 metros cuadrados, hay dos grandes carpas acondicionadas destinadas para la recepción y documentación de los inmigrantes, la realización de las reseñas de la policía científica, las entrevistas personales con los abogados y las posibles peticiones de asilo. Con todo, el campamento llegó a inundarse el pasado mes de septiembre con las lluvias torrenciales, aunque coincidió con un momento en el que las instalaciones estaban vacías.

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