Política

Claves para entender el lío político en la Alcaldía de Granada ¿Qué es el 2+2?

  • Cómo ha llegado el actual bipartido (Cs-PP) a la actual incertidumbre tras dos años de gobierno en Granada 

Sebastián Pérez  deja el PP y abre la puerta a que Paco Cuenca (PSOE) pueda volver a la Alcaldía de Granada con una moción de censura

Sebastián Pérez deja el PP y abre la puerta a que Paco Cuenca (PSOE) pueda volver a la Alcaldía de Granada con una moción de censura / Jesús Jiménez (Photographerssports)

Políticos y periodistas hablan de la crisis de gobierno en Granada por el 2+2. ¿Pero qué tienen que ver esos números con el hecho de que el actual alcalde de la ciudad, Luis Salvador, se enfrente ahora a un momento crucial que puede determinar su continuidad o su caída? Todo empezó hace dos años (o mucho antes, en realidad), pero junio de 2021 se ha convertido en la fecha señalada en rojo en el calendario y hoy puede iniciarse la tormenta. Esta es la historia en unas cuantas claves:

Precampaña electoral de las municipales de 2019: La elección de candidatos por parte de cada partido tiene mucho que ver en la situación en la que actualmente se encuentra la gobernabilidad de la ciudad, porque había (y hay) rencillas, cambios de siglas y desquites. Además, todos eran conscientes desde entonces de la importancia crucial que tendría la arquitectura de pactos. El tiempo de las mayorías absolutas había pasado. 

El PP apostó por Sebastián Pérez, entonces presidente provincial del PP, que tras muchos, muchos años con Torres Hurtado como insustituible, tenía al fin la oportunidad de aspirar al bastón de mando de su ciudad.

Vox depositó la confianza en un aparente desconocido, Onofre Miralles, un joven abogado que en realidad ha sido muy determinante en todo lo ocurrido. En los 90, fue una referencia en las nuevas generaciones del PP pero un problema personal relacionado con el trabajo de su mujer en el Ayuntamiento de Ogíjares (que la puso frente al entonces poderoso José Luis del Ojo) lo condujeron al abandono del partido por su enfrentamiento con... Sebastián Pérez. Tantos años después ambos se veían frente a frente como candidatos a la alcaldía, uno en el PP y otro en Vox.

Otros dos candidatos repetían. El socialista Paco Cuenca, que tomó la Alcaldía tras la detención y renuncia de Torres Hurtado en 2016 por la Operación Nazarí, aspiraba a conseguir en las urnas el aval para su continuidad. Si para un hipotético pacto quería mirar hacia el centro, tenía a Ciudadanos, un partido que en ese momento gozaba de auge político, pero con Luis Salvador como cabeza de lista, que también repetía en su aspiración cuatro años después. Salvador tiene una larga carrera política fraguada en el PSOE, un partido que abandonó y del que es más que evidente que no guarda buenos recuerdos. De nuevo, historias antiguas que separan a los candidatos.

IU y Podemos se aliaron para presentarse en una misma papeleta con el periodista Antonio Cambril en el primer puesto. En las columnas que escribió durante décadas en Granada, este independiente destacó por no tener pelos en la lengua para señalar a muchos políticos de la ciudad, algunos de ellos, como Sebastián Pérez o Paco Cuenca, eran personajes habituales de sus descarnados artículos. 

Con este caldo de cultivo para el desencuentro llegan las elecciones municipales del 26 de mayo de 2019 y los 27 sillones del pleno municipal se reparten así: PSOE:10, PP: 7, Cs: 4, Adelante Podemos-IU: 3, Vox: 3. Son necesarios 14 votos para ser alcalde y empiezan las negociaciones, en Granada y en Madrid, porque ésta no era la única ciudad pendiente de pactos y los partidos se dedicaron a hacer paquetes de ciudades y diputaciones. 

¿Cómo llegó Salvador, con solo 4 concejales, a ser el alcalde 15 días después? Ésa es en realidad la historia del 2+2. Aunque parecía cantado que el bloque de derechas daba los números para gobernar y parecía lógico que el regidor fuera el líder el partido más votado, Sebastián Pérez (PP), éste tenía un grave problema al mirar hacia Vox y su candidato Miralles, que difícilmente daría su voto al hombre por el que llegó a dejar la política y abandonó el PP. 

En paralelo, los líderes nacionales de Cs y PP negociaban en Madrid el apoyo mutuo para varios gobiernos. La posibilidad de que los naranjas apoyaran al PP en Málaga, unida a la mencionada dificultad de que el PP contara con el apoyo de Vox en Granada llevaron a firmar un pacto de penúltima hora para hacer alcalde a Luis Salvador. Pérez recibió la orden de arriba la misma mañana de la investidura. Contrariado y a regañadientes tuvo que aceptarlo, pero unos minutos antes de la hora del voto se vio con el futuro alcalde en una sala del Hotel Meliá, a pocos pasos del Ayuntamiento. 

De esa reunión Pérez asegura (y otros lo han ratificado más tarde) que salió un compromiso de alternancia en el gobierno. Es decir, que Salvador sería alcalde los dos primeros años y que, en junio de 2021, habría relevo pacífico para que el PP retomara el bastón de mando. Mientras, habría estabilidad mediante un pacto de gobierno de ambos partidos con el apoyo externo de Vox. Esto es el famoso 2+2.

No pasaron ni unos minutos, en el mismo salón de plenos, tras la votación de investidura, cuando las versiones se hicieron contradictorias. Unos decían que ese pacto existió, otros que no, que era un invento y otros que las palabras se las lleva el aire y que lo único que vale es lo firmado por sus líderes en Madrid. 

Pérez avisó: "Hablaremos en junio de 2021". Y ha llegado la hora. El problema para él es que las cosas se le han complicado en clave interna durante estos dos años. Ya no es presidente provincial de su partido (en el que se siente defenestrado), ha dejado sus funciones de gobierno en el Ayuntamiento y de forma simbólica su silla del salón de plenos ha sido desplazada a la última posición de la bancada popular, justo al lado de Vox, de Onofre Miralles. Acaba de anunciar que se va del partido. 

Así y todo, Pérez podría tener la llave del despacho de la Mariana, si no es ya para él, para quien quiera. Es el voto 14, tanto para la coalición de gobierno como para una posible moción de censura con "las izquierdas", en su propia terminología. Ha estado callado (públicamente) estos meses, y hoy ha dado el ultimátum definitivo a sus ya excompañeros para que rompan el pacto con Salvador. Si no, lo próximo será una cita en el Registro para firmar la moción de censura que haría alcalde al socialista Paco Cuenca. 

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