Como el filo dentado de una llave, de las de siempre, es la gráfica que dibuja la estadística de muertes por coronavirus en Granada. Si la noticia del lunes era que no había nuevos fallecidos en los datos oficiales, la de hoy es que aparecen 14 decesos más, y ya van 128. Este dato supone un nuevo repecho en esa línea en zig zag, pero sobre todo es otro insoportable número de pacientes, familiares, amigos y seres queridos que se llevarán lo peor de esta pandemia. 

Estos datos, que vuelven a colocar a esta provincia a la cabeza en el número de muertes de toda Andalucía, empañan hoy otras cifras, las de la semilla de la esperanza. Granada sigue registrando desde hace una semana una escalada diaria del número de personas oficialmente curadas. Hoy son 182, 53 más que el día anterior. 

En esta casilla de las personas curadas, que durante las primeras semanas estuvo a cero o en pírricos guarismos, está la mejor noticia del día, porque el número de sanados de la jornada (53) es superior al de nuevos casos de personas infectadas (49) y al de pacientes hospitalizados durante las últimas 24 horas registradas (22). En total, ya hay 1.550 casos positivos (aunque 182 se consideran curados) y 830 personas que han requerido ingreso en centros sanitarios de la provincia.  

En las UCI sigue estando el principal atasco y la gran batalla de sanitarios y pacientes que pelean por vivir cada jornada. Hoy han entrado 3 pacientes más y suman 88 las personas que a lo largo de esta crisis han requerido ingreso en cuidados intensivos.    

La larga batalla en las UCI

Las UCI de los hospitales de Granada, con pacientes muy graves que suelen requerir respiración asistida e intubación durante muchos días, constituyen el epicentro de la pandemia. Sus profesionales sanitarios no han dejado aún de recibir un goteo constante de nuevos ingresos con pacientes que empeoran y que, a diferencia del resto de enfermos aislados en el hospital, suelen tener una evolución mucho más lenta.

Mientras que los hospitales de la provincia han dado ya más de 350 altas a pacientes que en algún momento tuvieron que ser encamados y aislados por el coronavirus (la mayor parte desde el pasado 1 de abril) y mientras el aumento de nuevos casos positivos se modera día a día, en las UCI el ritmo de personas que salen de allí es mucho más lento e incluso la evolución puede ser negativa hasta el fallecimiento.

En Granada ya se habían hecho más de 10.000 test hasta el pasado lunes, de los cuales han salido 1.947 pruebas positivas en los dos laboratorios habilitados en la provincia, el del Virgen de las Nieves y el del Clínico San Cecilio del PTS. No obstante, los casos oficiales declarados como enfermos Covid-19, a día de ayer eran 1.501. Esto depende del desfase temporal, desde que los datos salen de los hospitales hasta que el Ministerio de Sanidad y la Junta de Andalucía los incluyen en las estadísticas oficiales. 

En cuanto a los planes de contingencia que prepara la Junta de Andalucía, ya se trabaja en el segundo paso, que sería poner medios para un horizonte de 15.000 pacientes en Andalucía. En el primer plan, Granada han echado mano de sus propios recursos hospitalarios, con la habilitación del viejo Clínico y plantas Covid en hospitales como el Materno o Traumatología. Ahora la Junta prepara opciones para un previsible aumento de contagiados, aunque la comunidad haya ralentizado el ritmo de crecimiento. 

Además el hospital de campaña en las instalaciones de Fermasa, de las que se habla desde hace una semana como principal recurso, según avanzó ayer el consejero de Salud, Jesús Aguirre, para Granada y Málaga está previsto que, junto a esos planes de contingencia específicos de los distintos centros asistenciales, se active también la transformación de diversos porcentajes de camas de reanimación (UPAR) en camas de UCI. Y esto afectaría  a toda la provincia, a diferencia de ahora que casi toda la presión sanitaria se ha concentrado en los hospitales de la capital.

Más de 350 altas hospitalarias

El Ministerio de Sanidad ha establecido una serie de protocolos para dar de alta a pacientes hospitalizados, incluso si no están aún curados con prueba negativa. "Los casos probables y confirmados que han requerido ingreso hospitalario podrán recibir el alta si su situación clínica lo permite aunque su PCR siga siendo positiva, pero deberán mantener aislamiento domiciliario con monitorización de su situación clínica al menos 14 días desde el alta hospitalaria o hasta que se obtenga un resultado de laboratorio negativo".

Las condiciones de la vivienda que recomienda el Gobierno para los pacientes dados de alta en el hospital van encaminadas sobre todo a que permitan el aislamiento del paciente en una estancia bien ventilada y si es posible, la disponibilidad de un baño propio. "El paciente debe estar disponible para las evaluaciones médicas que sean necesarias y tanto el paciente como sus convivientes tienen que ser capaces de aplicar de forma correcta y consistente las medidas básicas de higiene, prevención y control de la infección. Los servicios sanitarios proporcionarán al paciente y sus convivientes todas las indicaciones necesarias". Estos enfermos tienen que continuar con seguimiento domiciliario. 

Los casos ingresados que al alta tengan un resultado de laboratorio negativo podrán ir a su domicilio sin aislamiento.