Hace unos días, el propietario de una plantación de marihuana instalada en un cortijo cercano a la capital era investigado después de haber sido atacado durante lo que se conoce como un 'vuelco' de droga. Seis personas se presentaron en la plantación, le dieron una paliza y, además de robarle gran parte de la misma, sustrajeron dos escopetas de caza. En esta ocasión, las armas sí tenían la pertinente licencia, sin embargo, cada vez son más las operaciones antimarihuana que tienen como resultado la intervención de una o varias armas de fuego. ¿Los motivos? El auge de la pistola como método de defensa de la droga.

Según la información facilitada por la Guardia Civil de Granada, "cada vez es más habitual que muchos de los propietarios de las plantaciones de marihuana posean armas, evidentemente ilegales, para defenderse ante posibles 'vuelcos', es decir, posibles robos de plantas".

Según datos de la Guardia Civil, el pasado 2018 se incautaron un total de 57 armas de fuego ilegales durante operaciones antimarihuana. En concreto, los agentes decomisaron un total de 21 escopetas, 21 pistolas, cinco revólveres, cuatro rifles, cinco carabinas y un subfusil en un total de 35 actuaciones, por las que además fueron detenidas 47 personas por tenencia ilícita de armas.

Por lo general, y pese a que existen miniplantaciones de marihuana, quienes reinan en este mundillo son grandes clanes de la droga que se dedican al cultivo y su posterior venta y distribución. Precisamente la semana pasada, la Policía Nacional desmantelaba a unos de los 'reyes' de la marihuana en la capital con la detención de quince personas y la investigación de otras seis más que llegaron a blanquear más de 4 millones de euros gracias a la droga. Y es que la 'maría' se ha convertido en un negocio que mueve mucho dinero, pero además grandes disputas entre aquellos que se dedican al narcotráfico.

Precisamente, durante los últimos meses se han registrado algunos episodios en los que se ha vuelto a demostrar este nuevo 'binomio', que ya parece estar cada vez más instaurado, existente entre las armas de fuego y la marihuana.

El pasado mes de abril, el parque de La Encina de La Zubia era escenario de un tiroteo que acabó con la vida de un joven de 24 años mientras que otro, de 25, resultaba herido tras ser alcanzado por varios disparos. Estos hechos, por los que una persona se encuentra desde mayo en prisión, precisamente se desencadenaron a consecuencia de un vuelco de marihuana.

De igual modo, hace unos días se vivió otro tiroteo en la localidad de Santa Fe que, según las primeras hipótesis, un vuelco de marihuana habría vuelto a estar detrás de la misma.

Ante ello, la lucha contra la marihuana se ha convertido en una de las principales batallas policiales en una provincia en la que incluso la Fiscalía ha alertado sobre la proliferación de este tipo de cultivos, y las mafias que se encargan de la misma.