Medio Ambiente

Dejar la basura fuera de los contenedores supone un gasto extra a Granada de 1,5 millones

  • Medio Ambiente pide colaboración ciudadana para evitar la acumulación de lo que se denomina “soleras”

  • La práctica ha aumentado en los dos últimos años

  • Hay puntos negros a pesar de que “no hay falta de contenedores”

Dejar la basura fuera de los contenedores supone un gasto extra a la ciudad de 1,5 millones

Dejar la basura fuera de los contenedores supone un gasto extra a la ciudad de 1,5 millones

¿Quién no ha paseado por la ciudad y ha visto basura fuera de los contenedores? Incluso junto a papeleras o en plena calle ¿Cuántas veces se dejan cartones junto al contenedor para que el operario los recoja a mano porque no se doblan y no entran en el recipiente? ¿Quién no ha dejado junto a la basura algún enser sin acordar la recogida con Inagra confiando en que lo recogerán o alguien le dará otro uso?

Todos estos comportamientos generan que cada día más se esté produciendo un aumento de la presencia de basura en plena calle, junto a contenedores, dejada a su suerte o a merced de la recogida a mano por parte de los operarios.

Es lo que se denomina técnicamente solera. Y en Granada su recogida y limpieza genera un gasto considerable. Concretamente, 1,5 millones de euros extra en recoger todo lo que no está dentro de los contenedores. Una práctica que el área de Medio Ambiente quiere atajar y para la que hacen un llamamiento a la concienciación ciudadana. Porque curiosamente, cuando más está en auge la conciencia ecologista, más interés hay en reducir los efectos del cambio climático y en aumentar el reciclaje, más está aumentando esta tendencia en Granada.

Según los responsables del área, en los últimos dos años la recogida de esta solera está aumentando, lo que obliga a diseñar casi a diario y sobre la marcha el plan de recogida de residuos ya que depende del comportamiento diario de los ciudadanos.

La reflexión es clara: “salvo las hojas, el resto lo echan los ciudadanos”, por lo que es cuestión de concienciación.

La concejal de Medio Ambiente, Pepa Rubia, y los directivos del área y de la empresa Inagra, han explicado a este periódico la preocupación por esta situación, que requiere de un cambio de conciencia ciudadana para sustituir esta conducta incívica por una buena práctica de tratamiento de basura y residuos por parte del ciudadano.

La concejal de Medio Ambiente, Pepa Rubia, con el equipo de la Concejalía La concejal de Medio Ambiente, Pepa Rubia, con el equipo de la Concejalía

La concejal de Medio Ambiente, Pepa Rubia, con el equipo de la Concejalía

Y es que este 1,5 millones de euros que se gasta en recoger lo que se tira fuera, es dinero “tirado”, una partida que se podría destinar a otras medidas en pro de la calidad del aire. Y esa cantidad es sólo por recogerla. Luego habría que sumar la actuación para limpiar el cerco que deja esa basura mediante barrido o aplicación de agua.

El problema tiene tres efectos claros: estético ( por la suciedad que se ve y se deja en la ciudad), económico (por el gasto extra en recogida) y medioambiental (por el incremento del C02 al aumentar las rutas de recogida).

¿Y por qué ese gasto? Porque esa basura no se coge en el mismo momento que se recoge el contenedor. Obliga a una segunda recogida. Y hay zonas, como calle Elvira, por las que se llega a pasar siete veces al día y siempre hay soleras junto a los contenedores. Y es que los camiones pasan y recogen los contenedores y se avisa para que otro dispositivo acuda a retirar la solera. Algo que afecta tanto a los contenedores de carga lateral como a los soterrados, sobre los que hay un sistema de recogida organizada. Los técnicos también inciden en que en barrios de difícil acceso y sin contenedores como el Albaicín, se entrega de forma gratuita contenedores a las viviendas (los verdes pequeños) que se recogen en las rutas fijadas para los vehículos de acceso al barrio.

Los cartones hay que plegarlos Los cartones hay que plegarlos

Los cartones hay que plegarlos / Álex Cámara

“Esto obliga a planificar rutas adicionales con las consiguientes emisiones de CO2 a la atmósfera, por lo que es importante que los ciudadanos tomen conciencia para la mejora de la calidad del aire. Ese dinero, por ejemplo, se podría invertir en zonas ajardinadas. Desde la Concejalía ponemos todo de nuestra parte en recursos y presupuesto pero si no hay un cambio ciudadano no lo conseguiremos”, ha explicado la concejal.

Y en estos días de fiestas navideñas están especialmente preocupados. Estos días se suelen acumular las bolsas junto a los contenedores y los cartones en el reciclaje, además del depósito de basura fuera del horario establecido, que es de 20:00 a 23:00 horas.

Y la respuesta no es la que imaginamos. Aseguran que los contenedores no están llenos cuando se detectan estas soleras en las calles, por lo que no es achacable a un problema puntual de capacidad. Sobre todo en los del reciclaje de cartón. Porque los técnicos advierten: “hay que doblar las cajas antes de echarlas al contenedor”. Y por eso tiene esa ranura más pequeña que las cajas, porque doblado el cartón tiene poca capacidad y si se depositan enteras el contenedor se llenaría con tres cajas. Y ni por esas. Hay escenarios en los que se ve un contenedor rodeado de cajas y el contenedor está vacío, por lo que es la conducta del ciudadano la que afecta.

No se puede echar bolsas de basura en las papeleras No se puede echar bolsas de basura en las papeleras

No se puede echar bolsas de basura en las papeleras / Álex Cámara

Según el gerente de Inagra, Sebastián Fernández, esta práctica incívica se observa desde hace años pero ha ido evolucionando. “Hace 15 años que se ve y se analizó que tenía que ver con la economía. Curiosamente en tiempos buenos había más civismo, pero cuando llegó la crisis cayó y en los últimos dos años el fenómeno ha aumentado”. También pasa mucho con voluminosos: muebles y enseres.

Y lo tienen comprobado: “A más recoges más dejan”, porque la gente piensa que no pasa nada por dejarla fuera porque se recoge y lo sigue haciendo, por lo que insisten en que es “dinero tirado”. “No hay problema de falta de contenedores, lo ideal es encontrar el equilibrio”, dicen.

“Hay veces que tienes que llevar un camión para tres bolsas”, explican, con el consiguiente gasto que “pagamos todos los granadinos con la tasa de basura”.Y en el estudio de esta situación se han detectado algunos ‘puntos negros’, zonas con mayor acumulación. Destaca así por ejemplo calle Elvira o los barrios de la Magdalena, de la Virgen y del Boquerón.

La recogida obliga a planificar las rutas diariamente La recogida obliga a planificar las rutas diariamente

La recogida obliga a planificar las rutas diariamente / Álex Cámara

“Ya también pasa que la gente echa la bolsa de basura a una papelera y no sabe el daño que hace porque la papelera deja de tener su función”, añade la concejal. En el Centro también suelen darse estas situaciones en concreto con las papeleras. Los avisos de las soleras llegan al área a través de la web de Inagra, de los propios operarios, de vecinos o de los servicios de inspección.

Precisamente la labor de la inspección tiene mucho que decir en este asunto y se van a reforzar las sanciones, que ya se ponen ante incumplimiento en el horario de arrojar la basura o en dejarla fuera del contenedor, que realizan tanto la patrulla de medio ambiente de la Policía Local como los propios inspectores del área.

La labor de concienciación ya se está haciendo y se va a reforzar porque entienden que es difícil el camino de cambiar las costumbres ciudadanas.

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