Desarrollo autóctono en Huéscar

Muchos municipios han tenido que sacrificar sus tradiciones en nombre del desarrollo económico. Sin embargo, Huéscar ha sabido convertir sus recursos naturales y patrimoniales en una fuente de riqueza.

Así, el 60% de la población oscense vive del sector primario, especialmente de la ganadería, donde el cordero de Segura y La Sagra se ha convertido en la base económica de este municipio del Altiplano granadino con cerca de 100.000 cabezas de ganado en la comarca, reforzado gracias al certificado de Identificación Geográfica Protegida concedido el pasado año.

Como proyectos relacionados con el producto destaca la construcción de un centro de interpretación del cordero segureño en el convento franciscano del siglo XVII, la cesión del matadero a la cooperativa Coosegur para que gestione todo el proceso productivo y la introducción de mecanismos que mejoren el rendimiento cárnico, según anuncia el concejal de Desarrollo Rural, Ángel Revelles.

El turismo, por otro lado, también se está erigiendo como otro de los pilares principales de la economía oscense. Las tradicionales casas-cueva que pueblan las lomas de Huéscar están generando un alto atractivo para el pujante sector del turismo rural. Por ello, explica Revelles, el Ayuntamiento está poniendo en marcha proyectos de desarrollo turístico y recalificando las zonas para poder rehabilitar las cuevas, aunque ya existen varios complejos hosteleros explotados por particulares, como Fuencaliente o Atalaya.

Los diversos manantiales y lagos naturales (como el de Fuencaliente), la cercanía de la Sierra de la Sagra, los puentes enclavados en la roca, los restos prehistóricos o el pintoresco paisaje de la comarca convierten a Huéscar en un magnífico destino para los amantes del campo.

Además, para ofrecer a los visitantes un turismo de calidad, el equipo de gobierno oscense está apostando por rehabilitar algunos de los numerosos monumentos que conforman el rico patrimonio histórico de Huéscar. En este sentido, los vecinos pueden disfrutar desde hace unos días de un restaurado Pósito, que funcionará como sala de exposiciones y museo. La Torre del Homenaje, de origen árabe, se está reparando en la actualidad, igual que el teatro oscense, ubicado en el convento de Santo Domingo, y la Casa de los Abades. "De aquí a unos años, Huéscar va a tener un potencial turístico muy importante", augura el edil de Obras Públicas y Deportes, José Luis Triguero.

No hay que olvidar que Huéscar cuenta con una importante amalgama de culturas: fue fundada por los árabes, que crearon el casco antiguo y las alquerías, estuvo bajo el dominio de la civilización romana (de la que se conserva el Cortijo de Torralba e inscripciones en la calle Alhóndiga) y formó parte de la Diócesis de Toledo, de lo que se conservan las casas señoriales. De hecho, Huéscar da nombre al ducado heredero del título de Duque de Alba.

Pero además de las posibilidades culturales, el rango de cabecera de comarca que ostenta Huéscar permite a los habitantes gozar de diversos servicios públicos, como la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), los centros escolares, la asistencia sanitaria y hasta un recién construido palacio de justicia.

De este modo, Huéscar se convierte en una localidad viva con un trasiego diario que se hace patente tanto de día como de noche. "Hay muchos bares y pubs en el pueblo y hay mucho ambiente generalmente, a pesar de que gran parte de los jóvenes están en Granada estudiando", explica una de las vecinas oscenses, Estefanía García, quien señala que en las festividades Huéscar se convierte en un hervidero de gente procedente de toda la geografía española.

Este dinamismo ya se fomenta en las edades más tempranas, gracias al impulso del deporte oscense. El municipio dispone de instalaciones polideportivas, piscina, pabellón y hasta un campo de fútbol de césped artificial. No es de extrañar que Huéscar sea la cantera de algunas promesas deportivas -como la joven futbolista Esther González, que ha debutado con la selección española sub 17- y acoja el Mundialito andaluz alevín o una de las pruebas del Gran Premio de Fondo que organiza la Diputación.