Entrevista a Jorge Fernández | Presidente del Colegio de Médicos de Granada

"Creo que tendremos una cuarta ola, pero que será menos intensa"

  • La cabeza visible de los médicos granadinos hace balance de lo vivido y de lo que queda por venir tras un año de lucha contra la pandemia desde primera línea frente al Covid-19

  • "La tercera ola es la que más ha afectado psicológicamente. Da la impresión de que trabajas pero no sales"

El doctor Jorge Fernández, a las puertas de la sede del Colegio de Médicos de Granada que él preside.

El doctor Jorge Fernández, a las puertas de la sede del Colegio de Médicos de Granada que él preside. / Antonio L. Juárez (Photographerssports)

Es la cabeza visible del Colegio de Médicos de Granada, los héroes del último año donde una pandemia les obligó a trabajar en unas circunstancias que jamás hubieran imaginado. Hace justo 365 días España entera estaba encerrada en casa y desde el hospital escuchaban los aplausos de las ocho de la tarde. Era ir al trabajo y a casa con el miedo de contagiar a los suyos. Un trance durísimo del que Jorge Fernández (Córdoba, 23 de abril de 1965) hace balance poco antes de dirigirse al Colegio para un acto, y horas antes de enfundarse su EPI para atender pacientes en una planta Covid.

–Se acaba de cumplir el primer año de la pandemia en Granada. ¿Puede hacer un balance? 

–Ha sido un año muy duro. La primera ola fue un tiempo de grandes incertidumbres porque desconocíamos el virus, qué métodos podían ser eficaces, y tampoco teníamos clara su transmisión. Al mismo tiempo se añadió la falta de material que vivimos en todos los centros sanitarios. Esas circunstancias fueron duras de llevar, pero lo hicimos como pudimos. Después de eso, tras el verano, vivimos con incredulidad que parte de la población no entendiera la magnitud del problema. Luego la tercera ola, que ha sido muy decepcionante y mu desesperante porque estamos muy cansados, porque llevamos un año en el que hay compañeros que se han dedicado exclusivamente a la atención del Covid. Estoy hablando de centros de salud, de los intensivistas, internistas, neumólogos, los médicos de urgencias... También ha sido duro porque hemos dejado de atender a otros pacientes. Hay listas de espera importantes y no estamos atendiendo a pacientes que nos están demandando ser atendidos. Así como al principio asumimos que era una necesidad, que teníamos que dar un paso al frente, también hemos visto que se han tomado decisiones que no han sido las adecuadas, cómo hay poca responsabilidad en algunos sectores sociales, y eso hace que tengas ganas de terminar con todo esto.

–¿Las consecuencias de dejar de atender otras enfermedades podría considerarse 'la otra pandemia'?

–Sí, sí. Las consecuencias son importantes. El otro día salía un informe sobre la reducción de los cribados de cáncer, que se hacen para detectarlos de forma precoz y que tengan un mejor pronóstico. Hay tres cáncer con un sistema de prevención, que son el de cérvix, de mama y de colon, y estos se han enlentecido y eso va a tener unas consecuencias que pueden ser un incremento de morbilidad y mortalidad futuro. En Granada hemos estado operando de oncológico y lo preferente, pero que estas patologías, algunas benignas, afectan a la calidad de vida de los pacientes, y esas no las estamos atendiendo como tendría que hacerse.

–¿En qué momento asistencial está Granada ahora mismo? 

–La tercera ola no termina de bajar al ritmo que quisiéramos. Ha sido bastante dura, en cuanto a mortalidad ha sido muy importante en Granada, pero no conseguimos que baje como con la primera, que llegamos a mayo en niveles más bajos que ahora. No sabemos por qué. Hay pacientes vacunados y hay un porcentaje de la población que, por haber pasado ya el Covid, tiene una inmunización, y a pesar de eso, estamos en unos datos esperanzadores. No sabemos si nos va a venir una cuarta ola, si nos vamos a quedar en valle. Es difícil de pronosticar. 

–¿No tienen entonces claro que vaya a haber cuarta ola?

–Creo que es posible que nos enfrentemos a una cuarta ola, pero es difícil de prever. Lo que sí pienso es que quizás tenga una incidencia menor. Vamos a ver: hay que diferenciar entre la mortalidad que produce el Covid, y en eso se ha avanzando mucho con la vacunación en las residencias y esperemos que pronto a todas las personas mayores de 80 años en la provincia, que todavía quedan muchas por vacunar, y eso va a reducir muchísimo la mortalidad. Pero luego tenemos que hay otras personas con menos edad que pueden infectarse y colapsar los centros de salud, las urgencias, los hospitales, y al final las UCIs. Será de menos intensidad, pero creo que tendremos cuarta ola.

–¿Cómo ha respondido el sistema sanitario en Granada durante toda la pandemia? 

–La gestión de la crisis sanitaria ha sido muy complicada desde el principio porque era algo novedoso. Es cierto que hemos pasado por diferentes fases y de cada una se ha ido aprendiendo. Ahora tenemos más capacidad diagnóstica. Una vez que la tuvimos, el sistema de rastreo no fue el adecuado. Poco a poco se fue organizando y ahora se cuenta con un sistema mejor. Pero se ha avanzado mucho en la realización de diagnóstico, de medidas en los centros sanitarios, en el rastreo, también en el manejo de los pacientes ingresados, con las protocolos más ajustados y con estancias menores de los compañeros. No hay ningún problema tampoco en medidas de protección tras el gran esfuerzo de la primera ola, y no han faltado en las siguientes. Incluso se han dotado de camas que antes no eran UCI, convertirlas. Pero lo que se ha demostrado es lo que llevamos mucho tiempo diciendo desde los colegios de médicos, y es que hacen falta profesionales, médicos y de enfermería.

–Algunos contratos de personal sanitario hechos expresamente para reforzar las plantillas no se están renovando. ¿Se puede perder capacidad asistencial?

–Desde mi punto de vista, el tema de los contratos ahora mismo no es un problema. También ha ocurrido algo que ha podido dar la sensación de que no se renuevan, y es que llevamos mucho tiempo esperando unas oposiciones que se llevaron cabo. Cuando vienen las personas que ocupan su plaza de las oposiciones, hay otros compañeros que tienen que trasladarse a los centros que se han quedado vacantes. Es verdad que no se han realizado contratos a largo plazo pero era para dar respuesta a esta situación. Ahora mismo no hay una disminución de contratos de personal en cuanto a un punto de vista médico. En enfermería no sabría decir.

Fernández, en su despacho del Colegio de Médicos de Granada Fernández, en su despacho del Colegio de Médicos de Granada

Fernández, en su despacho del Colegio de Médicos de Granada / Antonio L. Juárez (Photographerssports)

–¿Considera suficientes las medidas de la Junta o se quedan cortas?

–Siempre hemos dicho que tenemos el mejor sistema sanitario de Europa. Mi sensación es que durante la pandemia se ha demostrado que no era así, y no por el personal, sino por la discrepancia y las diferencias que había entre los diferentes sistemas sanitarios de las comunidades autónomas. El problema ha sido la falta de coordinación. En Andalucía hay un grupo de expertos que toman decisiones que pueden ser más o menos acertadas, pero es que nadie conoce cuáles son las mejores decisiones para estos casos. Se han ido tomando y controlando. Lo que nosotros decimos es que en algunas circunstancias se han rebajado esas exigencias, y cuando eso pasa, como es normal que la población esté cansada, se incumplen las normas. Es lo que pasó en Navidad. Teníamos controlada la segunda ola a principios de diciembre y fue incrementándose y el mes de enero fue realmente horroroso. Lo que pedimos es que ojalá hubiera unas medidas durante un tiempo suficiente como para estar en una zona baja de infección y a partir de ahí recuperar la actividad normal; pero en esta situación que tenemos en que se relajan medidas, se vuelven a endurecer, tenemos dientes de sierra que no son deseables.

–¿Qué peticiones tienen los médicos para las administraciones para poder desarrollar el trabajo en la pandemia?

–En primer lugar, que las medidas sean duraderas y que el objetivo no sea estar bajando curvas y olas, si no mantener un nivel bajo. Que se fijen medidas contundentes. Pensamos que la salud prima con respecto a la economía en esta situación. En segundo lugar, que la vacunación sea más ágil. Todos conocemos los problemas que se han tenido con Pfizer y Moderna, y ahora con AstraZeneca, que no han llegado suficientes, pero la vacunación es imprescindible. Y en tercer lugar, que hagamos atractivo ser médico y enfermero en Andalucía y en Granada, más concretamente, para que haya compañeros que no se vayan a otras comunidades y otros países porque los necesitamos aquí. Pedimos entonces mejoras en la estabilidad profesional y en las condiciones laborales.

–¿Cuántos médicos hay vacunados ya en Granada?

–Se han vacunado todos los que hay en el sistema público, pero tarde y no en igualdad de condiciones, y eso hemos tenido que denunciarlos. Queda todavía por vacunar algún médico del ejercicio privado. Desde el Colegio estamos en continua colaboración con la Delegación de Salud para detectarlos y solucionar los pocos casos que quedan. Es cierto que la vacunación de los privados no se ha hecho en las mismas condiciones que del ejercicio público y eso no era ni razonable ni lo que se había prometido desde la Consejería de Salud.

–¿Se vacunaría con la de AstraZeneca?

–Sí. Sin duda alguna. Los efectos adversos que hay son escasos y se han detectado ahora mismo. Parece que lo que se está recomendando a nivel de la Agencia Española del Medicamento es descartar a aquellas personas con mayor riesgo trombótico. El beneficio es mayor que el perjuicio.

–¿Se debe tener más esperanza en las vacunas o en los tratamientos?

–En las vacunas. Todavía desconocemos mucho sobre el virus. Hay tratamientos que pueden mejorar la estancia hospitalaria y reducir la mortalidad y los ingresos en UCI, pero desconocemos por qué en algunos pacientes la agresividad de la enfermedad es importante, que tienen evoluciones muy difíciles de controlar, y también quedan después secuelas. Del coronavirus no solo hay que salir, sino salir con una buena calidad de vida y hay pacientes que tienen unas secuelas importantes. Por eso la vacuna es fundamental para evitar contagiarse del Covid. Mientras llegan, hay que mantener las medidas de seguridad.

–¿En qué momento lo pasó peor en el último año de pandemia?

–La situación más difícil era cuando no había medidas de protección y no había manera de conseguirlas. En ese sentido, nosotros intentamos colaborar con la Delegación de Salud, incluso donando fondos del Colegio, pero no teníamos dónde comprar los EPIs. Fue muy duro enfrentarse al virus sin protección. Después también ha habido otro momento de desesperanza entre los compañeros que ha sido la tercera ola. Psicológicamente ha afectado mucho a los compañeros porque da la impresión de que no sales, de que estás haciendo un esfuerzo y que sigues sin obtener una recompensa. Ha afectado más que las anteriores.

–¿Ha cambiado como médico y como persona?

–Como médico me siento muy orgulloso de serlo y de los compañeros que han estado en primera línea. Por mi especialidad hemos atendido a mujeres embarazadas con Covid, pero que no era lo mismo que los que han estado en los centros de salud, en las urgencias, en las plantas o en intensivo. En lo personal ha sido una gran responsabilidad por lo que hemos, pero también por lo que queda por delante, que nos queda un esfuerzo importante.

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