La Consejería de Educación está a punto de arrancar uno de los meses de más actividad del año, el de admisión. Se pone en marcha la maquinaria para dar forma al próximo curso escolar, en el que comenzarán su andadura por el sistema educativo los nacidos en 2018. Ese año estuvo marcado en la provincia de Granada por el descenso en la natalidad. Ahora son los nacidos en ese ejercicio los que deben pedir plaza para acceder al primer curso del segundo ciclo de Infantil, 3 años. En el resto de etapas educativas el proceso se agiliza gracias las adscripciones de los centros.

Este proceso, que comenzará formalmente el 1 de marzo pese a ser festivo por el traslado del Día de Andalucía al lunes, se desarrolla dentro del marco del decreto ley 2/2021 que modifica la normativa de admisión del alumnado en los centros educativos andaluces. Este decreto ley se aprobó por la vía de urgencia tras la entrada en escena de la Lomloe, la Ley Orgánica para la Mejora de la LOE, también conocida como Ley Celaá. La modificación de la norma (publicada en BOJA el pasado 5 de febrero) trae como aspecto más destacado el cambio en las puntuaciones, ya que se equipara con los mismos puntos (catorce) tener hermanos ya escolarizados en el centro y el residencia familiar.Sin embargo, el consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, destacó que los cambios introducidos “mantienen los principios” de la norma anterior, aprobada un año antes, y que propició la respuesta encontrada de distintos colectivos de la comunidad educativa, fundamentalmente a cuenta del ajuste relacionado con las zonas de escolarización y la concertada. Así, cualquier familia puede solicitar acceder a un centro concertado fuera de su área de influencia si en ésta no hay colegios privados sostenidos con fondos públicos.

La norma andaluza vigente “mantiene inalterados los principios” del proceso de admisión del alumnado, explicó en su momento la Junta, que indicó que se garantiza “una oferta suficiente de plazas en el sistema educativo público andaluz”. Imbroda desglosó que el pasado curso el 93,78% de los alumnos entraron en el centro elegido en primera opción, mientras que casi el 98% entraron en alguno de los demandados. Es de prever que, con el mantenimiento de los criterios defendidos por la Consejería, la Administración aspire a que se repitan estos porcentajes en el proceso que está a punto de comenzar, y que fueron esgrimidos como parte del “éxito con datos en la mano” de la aplicación de la norma, en palabras del consejero.

Así, con la experiencia del curso anterior, se espera que la gran mayoría de las solicitudes se solucionen de forma satisfactoria para las familias. Los problemas se concentran en determinadas zonas de la capital, fundamentalmente, donde la demanda para acceder a determinados centros supera a la oferta de puestos escolares. Tradicionalmente se dan desajustes en centros concertados de la capital, donde la imposibilidad de absorber la demanda genera en ocasiones incluso denuncias de familias. El fraude suele darse en el empadronamiento, y las denuncias las analizan la Policía y ayuntamientos.

En Granada ya se conoce el número de vacantes en 3 años para el próximo curso. Serán 10.750, según la Delegación territorial. El pasado año fueron 10.950 vacantes en 3 años, mientras que en marzo de 2018 se ofrecieron 11.375 plazas para primer curso de Infantil.

Este proceso y el número de puestos escolares viene marcado de forma singular por la natalidad, que anda de capa caída en los últimos años en la provincia. En 2018, año en el que nacieron los que ahora solicitarán plaza en el primer curso del segundo ciclo de Infantil, nacieron en Granada según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) 7.441 bebés. Es el dato más bajo de la serie histórica, que comenzó en 1975.