Crisis del Covid-19

Granada y sus calles se vacían por el coronavirus

  • Calles desiertas, negocios cerrados, bares que se resisten y supermercados en ebullición pese a los mensajes de tranquilidad es la imagen de la ciudad

Aspecto de la calle Recogidas a la diez de la noche.

Aspecto de la calle Recogidas a la diez de la noche. / Antonio L. Juárez / Photographerssports

Bien podría ser una imagen del verano en Granada, o de altas horas de la madrugada, pero no. Las fotos que ilustran esta página están tomadas en horas 'normales', sobre mediodía y las diez de la noche, de un sábado que ni por asomo parecía serlo. Fuera de los supermercados y algunos pocos bares o restaurantes, la ciudad estaba sin gente, sin aglomeraciones. Sólo unos pocos osados, a los que bien se podría llamar insolidarios, eran capaces de sentarse en locales de restauración, aún abiertos, y que ahora tendrán que echar el cierre, ojalá que temporal.

Los taxistas y los autobuses iban menos concurridos que de costumbre y menos que lo harán después del decreto estatal que limita los movimientos de personas. Aparte de la reducción de la flota, las últimas restricciones de la Junta limitan la capacidad del Metro y los autobuses al 50%, para así dar más espacio de seguridad entre los usuarios y evitar contagios. Además, se dejarán libres las tres primeras filas con respecto al lugar del conductor.

En este sentido, el concejal de Podemos-IU en el Ayuntamiento de Granada, Antonio Cambril, ha planteado el cierre total del servicio de autobuses urbanos en la capital, ya que "no tiene ningún sentido que se pida a la gente que se mantenga en casa y a la vez que no haya restricciones en el transporte público, cuando es uno de los principales focos de contagio del coronavirus".

Uno de los bares que resistieron abiertos hasta anoche. Uno de los bares que resistieron abiertos hasta anoche.

Uno de los bares que resistieron abiertos hasta anoche. / Antonio L. Juárez / Photographerssports

La Policía Local patrulla la ciudad prácticamente en solitario, observando la acción y sin apenas poder intervenir, aunque ahora tendrá que realizar labores de vigilancia para que se cumplan de forma correcta las restricciones derivadas del decreto de estado de alarma.

Falta de medios en la Policía Local

Aún así, desde el sindicato UGT, se aprovechó el día para denunciar la falta de medios del cuerpo para afrontar esta crisis del coronavirus. En una nota de prensa detalló la central que, a pesar de que a los agentes que lo han pedido se les ha facilitado una mascarilla de protección, faltan más medidas como gafas de protección, no disponer de botes de hidroalcohol pese a tener una garrafa de 5 litros, no hay gel en los baños, no se están desinfectando vehículos, ni existe dentro de la Policía Local un protocolo en caso de contagios en la Jefatura, entre otras demandas.

Reivindicaciones en el día en el que Granada se queda sin Semana Santa, pero no sin provisiones. Aunque pueda parecerlo. En algunos supermercados siguen las colas, acrecentadas sobre todo en las primeras horas del día. Ayer, todavía más incluso ante el anuncio de estado de alarma que finalmente decretó el Gobierno de España.En el centro comercial Granada Shopping había cola para entrar en algunas tiendas de alimentación y de ropa. Una de ellas, Primark cerró ayer sus puertas aunque algunos de sus trabajadores acudieron a realizar su jornada y se encontraron con la sorpresa de que no se abría.

Terraza en el centro de Granada vacía a mediodía de ayer. Terraza en el centro de Granada vacía a mediodía de ayer.

Terraza en el centro de Granada vacía a mediodía de ayer. / Antonio L. Juárez / Photographerssports

En un supermercado del Área Metropolitana incluso un agente de seguridad tuvo que actuar ante el nerviosismo de dos ciudadanos que peleaban por un mismo producto. En el centro de la capital, algunas tiendas más pequeñas se afanaban en reponer rápido sus productos.

"Estamos reponiendo sobre todo los de primera necesidad y están entrando más productos que de costumbre para un fin de semana", cuenta la cajera de uno de ellos, que sin embargo lamenta tener vacío hasta el lunes el lineal de carnicería. Terrazas casi vacías. Los únicos 'inconscientes' se notaban demasiado en el silencio atípico y general que atronaba la ciudad. Son los últimos rayos de sol por aprovechar antes del cambio de tiempo y del confinamiento. Vienen días duros. Algunos apuraron. Demasiado.

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