Vender Granada es fácil. No hay representante político o empresarial que no haya asegurado centenares de veces que Granada es una ciudad que se vende sola. Aunque, en ocasiones, le haga falta un pequeño empujón. Sobre todo cuando no compite en patrimonio monumental, en belleza paisajística o en encanto urbano -donde sí que es verdad que la ciudad necesita poca ayuda-, sino en virtudes como destino de congresos. Después de 20 años guardado en el cajón de las administraciones públicas, esperando tiempos mejores para volver a posicionar a Granada como ciudad de eventos e incentivos, el gran proyecto de promoción de congresos de la ciudad, el Granada Convention Bureau, se ha desperezado definitivamente. Y lo ha hecho precisamente para eso, para darle a la ciudad el empujón que le falta para mirar sin complejos al resto de los grandes destinos turísticos nacionales e internacionales.

Desde que comenzara a trabajar en agosto de este año gracias al impulso de los empresarios turísticos -que han sabido ganarse a las administraciones y sumarlas al proyecto-, el Convention Bureau no ha parado de vender los encantos de Granada a la más mínima oportunidad. A la participación en las ferias turísticas se han sumado dos acciones con agentes promotores de congresos de España y del Reino Unido que han sembrado las semillas para que en los próximos años la ciudad sea la sede de grandes eventos que traigan miles de visitantes y miles de euros. Pero, para cerrar el plan de acción de este 2013, el Convention Bureau se había reservado una acción muy especial en Madrid: un encuentro directo con 25 grandes empresas de todos los sectores que tienen sede en España y una larga tradición de viajes de negocios e incentivos.

Repsol, Sanitas, Aldeasa o Spanair fueron algunas de las compañías que ayer se acercaron al Hotel Santo Mauro para descubrir porqué Granada debe ser un destino preferente en su próximo viaje de incentivos. Allí los esperaban los máximos representantes turísticos de Granada y del Convention Bureau, capitaneados por el alcalde de Granada y presidente del Spain Convention Bureau, José Torres Hurtado, y el presidente del Comité Ejecutivo del Granada Convention Bureau, Carlos Navarro.

La de ayer fue una misión comercial sencilla, elegante y, sobre todo, eficaz. Una breve exposición de los encantos de Granada, de sus ventajas como ciudad de congresos, y un almuerzo en el que los invitados pudieron plantear todas sus dudas y dejarse convencer de que si en las previsiones de su empresa hay un nuevo viaje de incentivos, un nuevo congreso o una macroreunión de personal, se tiene que celebrar en Granada.

El presidente del Comité Ejecutivo del Conventión Bureau aseguró momentos antes de que comenzara el acto que la oficina de promoción turística está luchando día sí y día también por posicionar a Granada como destino de congresos e incentivos. Y eso no se hace sólo con grandes congresos de miles de personas, sino con acciones más pequeñas pero muy rentables en imagen, fidelización y prestigio, además de mucho más inmediatas. "Este tipo de eventos, las reuniones y viajes de incentivos, se concretan a un año o un año y media vista", indicó Carlos Navarro, que aseguró que son vitales para afianzar a Granada como destino preferente de congresos.

Porque Granada, aseguró el presidente del Comité Ejecutivo del Convention Bureau ya durante su exposición, es una "ciudad única", un destino con una planta hotelera de excelencia y unas posibilidades de las que no muchos pueden presumir: un patrimonio cultural inigualable, una oferta de sol y playa a media hora de la ciudad y la estación de esquí más importante del sur de Europa a otros escasos 30 minutos de distancia. "Pocas ciudades como Granada existen en el mundo. No es un destino que se pueda disfrutar en un solo día".

El alcalde de Granada, que cerró esta primera parte del acto, redundó en lo "especial" de la ciudad, en ese "algo más" que ofrece a los viajeros de negocios. José Torres Hurtado, en un discurso muy directo destacó la "comodidad" que ofrece a los congresistas un destino donde el Palacio de Congresos está en el mismo centro y donde hay tanta variedad de oferta que difícilmente pueda disfrutarse en un solo viaje. En definitiva, "que Granada es estupenda, tiene unas condiciones muy competitivas, turismo cultural y, lo mejor de todo, una gente acogedora y cariñosa".

En poco más de una hora, dos a lo sumo, el Convention Bureau se trajo de Madrid grandes contactos y el interés de varias grandes empresas en poner a Granada en el mapa de sus viajes de negocios. "Nos vamos con una sensación positiva. Hemos despertado la inquietud de ir a Granada y nos hemos puesto a su disposición para facilitar la labor al máximo. Nos vamos con su interés en alguna posible propuesta", indicó Navarro, que explicó que en los próximos meses se podrá comprobar la efectividad de esta acción comercial, cuando esas propuestas iniciales sigan su camino y se conviertan en proyectos firmes. Pese a todo, los responsables del Convention Bureau están seguros del éxito de la iniciativa y ya planean para el próximo año dos acciones similares a la de Madrid en Barcelona y Valencia.

En las conversaciones durante el almuerzo se palpaba el entusiasmo por Granada. Pero también se evidenciaba la gran asignatura pendiente de la ciudad: las comunicaciones, el gran obstáculo que impide que Granada escale puestos en el ranking de turismo de negocios. Mientras llega el AVE y finaliza la A-7, tanto los empresarios como los responsables políticos han decidido dejar los complejos a un lado y ponerle una "solución" al déficit de infraestructuras, que pasa por vender como propio el aeropuerto internacional de Málaga. "Tenemos dos aeropuertos: uno el de Granada y otro el de Málaga. ¿Cuántos aeropuertos en el mundo están a una hora de distancia de la ciudad? Se puede decir: el aeropuerto de Málaga es de Granada", concluyó el alcalde.