Sociedad

Granada, una ciudad 'open mind' para tatuarse sin miedo a los prejuicios

  • Alison Jiménez y Ana Raya, dos tatuadoras granadinas, reflexionan sobre la evolución de "este arte"

La ciudad de Granada cuenta con numerosos estudios de tatuaje

La ciudad de Granada cuenta con numerosos estudios de tatuaje / Antonio L. Juárez | PS

Se acaba el verano y vuelven los tatuajes a la ciudad. Granada, a priori, es un lugar abierto, moderno, lleno de gente joven, universitarios... Todo eso lleva a pensar que cada vez se juzga menos el aspecto físico de una persona en el mundo laboral, social y estudiantil, pero no es oro todo lo que reluce.

Alison Jiménez, una joven tatuadora del estudio 'Lavin Tattoo', explica a Granada Hoy que "la gente cada vez se anima más a hacerse algún tatuaje, aunque sea pequeño. Al haber tanta diversidad de estilos hace que se pueda captar a más gente. A España esta cultura ha llegado más tarde que en el resto de Europa, pero parece que sigue en evolución y que la gente perderá totalmente el miedo a ser juzgado ante un puesto de trabajo o ante la sociedad".

Otra joven tatuadora, Ana Raya tattooblackblood, también explica que "la evolución social está yendo cada vez a más y mejor, el tatuaje lleva existiendo desde épocas primitivas, a lo largo de la historia se ha ido utilizando para darle un significado a algo. Los egipcios hace 5000 años los utilizaban para ahuyentar enfermedades. También se ha utilizado como símbolo de victoria en antiguas guerras o  cuando el líder obtenía una victoria también se tatuaba. Por desgracia, en algún momento de la vida el tatuaje empezó a verse de mala manera cuando solo es arte". 

¿Se juzga a la persona tatuada?

Alison y Ana lo tienen claro: "se juzga menos". Esa ha sido la respuesta más repetida por parte de los granadinos cuando se le ha realizado esta cuestión. "Antes llevabas un tatuaje y pensaban que habías salido de la cárcel, ahora llevas un tatuaje y no se espantan tanto. Eso sí, hay zonas en el cuerpo que no siguen estando bien vistos y que si se relaciona a cosas negativas, como la cara, el cuerpo o las manos", aclara Alison.

"¿Quién no tiene uno? Mi padre se hizo uno con 60 años y hace un par de meses tatué a una pareja mayor que tendrían unos 75 años. Me hizo mucha ilusión porque eran sus primeros tatuajes y al final es una forma de ver cómo avanzamos y dejamos atrás prejuicios", cuenta Ana con efusividad. 

A nivel laboral, ¿qué pasa? 

Esta es una de las mayores preocupaciones cuando las personas se tatúan por primera vez. La mayoría de las personas buscan zonas que no sean llamativas o que se puedan tapar con ropa para ir a la oficina. Es curioso, como si llevar algo en la piel te ahuyentara de las capacidades mentales y físicas que has desarrollado hasta el momento. 

Alison lo tiene claro, cree que cada vez son menos los trabajos que limitan por llevar tatuajes, aunque todavía queda mucho trabajo para no estigmatizar, "pero confío en que dentro de poco sea algo normal, como lo que es. Si somos buenos en nuestro trabajo, teniendo estudios o no, ¿por qué valemos menos por llevar la piel tatuada?", puntualiza. 

Ana es un poco menos positiva que su compañera de profesión y es que cree "que en muchos trabajos sigue siendo un impedimento o una pega, obviamente hemos avanzado muchísimo pero sigue habiendo trabajos donde te sugieren que los tapes o te obligan directamente para poder trabajar en la empresa".

"De hecho creo que somos muchísimos los que en una entrevista de trabajo los hemos tapado por miedo a ser juzgados, ¿no? Así que, bueno, aún nos queda un poquito pero estoy contenta de que cada vez sean más empresas las que no te juzgan por llevar tinta en la piel", reclama Ana.

¿Qué tipo de persona se tatúa? 

Cualquiera diría que esto se presta en la gente más joven y en los barrios más obreros. O, al menos, eso se decía antes. Ahora, como todo, parece que esta forma de apreciar el arte ha cambiado y cualquiera quiere sellarse la piel. 

"Dentro de mi clientela están muy equilibrados ambos géneros y en clase social. Las edades normalmente comprenden entre 20-35 años, pero es cierto que cada vez se suben más al carro de tatuase personas entre 50-80 años. Eso es muy positivo, ya que vienen de épocas diferentes donde los tatuajes estaban muy estigmatizados y han acabado normalizando algo que para ellos era impensable. Evolucionamos todos juntos y es algo bonito", añade Alison Jiménez. 

Lo que respecta a Ana Raya, explica que sus clientes, también, están bastante equilibrados. "Vienen, más o menos, la misma cantidad de mujeres que de hombres y suelen tener un rango de edad entre 20 y 35 años, aproximadamente. En cuanto a clases sociales no sabría decirte puesto que no puedo juzgar por las apariencias, pueden parecer clase media, alta o lo que sea y no serlo". 

Un momento de la creación de un tatuaje Un momento de la creación de un tatuaje

Un momento de la creación de un tatuaje / Francisco Guasco / Efe

¿Moda pasajera algo que no se puede borrar? 

"En mi opinión creo que están de moda, sobre todo, los estilos fine line, microrrealismos... Pero no creo que sea algo pasajero. Plasmar un recuerdo, a alguien o algo importante para ti, en tu piel, para toda la vida, creo que eso no pasará de moda. Además de que estéticamente es apto para cualquier estilo", aclara Alison.

Ana, la también joven tatuadora, añade que "siempre ha habido tatuadores y personas tatuadas, solo que cada vez te juzgan menos y la gente decide más. No creo que sea una moda, es algo que te da personalidad y te complementa, te ayudan sentirte mejor o, al menos esa es mi opinión. Yo me siento mejor mirándome al espejo y viéndome así, a muchísima gente quizá le parezca una tontería, pero te ayudan a tapar complejos, cicatrices y sentirse mucho mejor contigo mismo, así que soy partidaria de que el tatuaje seguirá en nuestras vidas y no es una moda".

Granada: ciudad 'open mind' 

A priori, no habría dudas al responder sobre esto. Una ciudad joven llena de jóvenes. Universidades, miles de 'antros' para salir, discotecas, espacios culturales, un mundo hippie...todo eso lleva a pensar que Granada la ciudad por excelencia de 'la mente abierta', pero ¿qué piensan las tatuadoras respecto a su gremio?

"Hay mucha diversidad, gente de todos lados con muchos rollos diferentes, es una ciudad multicultural. También es cierto que nos queda mucho por avanzar y deberíamos juzgar un poco menos, sobre todo a las personas 'no normativas', que así se llaman a las personas que no cumplen con los estándares sociales", sentencia Alison Jiménez.

Por último, Ana Raya se suma a esta línea de pensamiento y explica que "Granada es una ciudad llena de cultura y es abierta. Aquí se encuentra a gente de todo tipo, pero no deja de ser una ciudad pequeña. Según en qué zona de Granada estés puede tener mentes más cerradas, pero eso es en todo el mundo. No hay que generalizar".

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