"¿Pero esta noche puedo salir? ¿Desde cuándo tengo que quedarme en casa?" Los habitantes de Granada y su Área Metropolitana, casi 800.000 personas, no dejan de hacer estas preguntas desde el jueves a mediodía, cuando conocieron las intenciones de la Junta de Andalucía de establecer un toque de queda nocturno en estos municipios para frenar la disparada tasa de contagio del coronavirus. El problema es que, tras el anuncio, nadie indicó el momento de su entrada en vigor y desde entonces todo son elucubraciones. Puede ser una restricción en diferido, a la espera de una decisión judicial, o puede tener un efecto casi inmediato si así se publica en el BOJA en cualquier momento.   

El vicepresidente de la Junta Elías Bendodo anunció el jueves que, ante la "preocupante" situación en Granada, el Gobierno había decidido "plantear" restricciones a la movilidad desde las 23:00 a las 6:00 horas en la ciudad de Granada y una treintena de municipios del Área Metropolitana, una medida que vendría a sumarse a las ya aplicadas hace una semana, entre las que destacan el cierre de bares a las 22:00 horas y un límite de seis personas en las reuniones sociales y familiares. 

Ahora bien, la siguiente pregunta se quedó en el aire: ¿desde cuándo se aplica? En un primer momento, los dirigentes de la Junta remarcaron en su anuncio que era una petición a los magistrados del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que tienen que ratificar cualquier orden de la Junta en el sentido de restringir libertades de los ciudadanos al amparo de la salud pública del conjunto de la sociedad. Por tanto, parecía que la pelota quedaba en el tejado de los jueces, pero esta mañana, a las 9:00 horas, el TSJA comunicaba que al menos hasta ese momento la Junta no había hecho llegar petición alguna sobre el llamado toque de queda en Granada al tribunal que tiene que decidir.

En este caso, la Junta parecía querer cubrirse las espaldas desde el punto de vista jurídico antes de poner en marcha una medida tan restrictiva como esta, que es la primera vez que se aplicaría en Andalucía desde el estado de alarma.  O dar tiempo a las decisiones que se podría adoptar en toda España tras la celebración del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, donde el toque de queda estaba sobre la mesa como una medida de posible aplicación general. Pero el jueves por la tarde, esta opción también quedó aplazada ante la ausencia de consenso.  

La otra opción que tiene la Junta de Andalucía (aunque la ratificación judicial ha de ser solicitada en cualquier caso tarde o temprano) es publicar la orden en el BOJA y comenzar a aplicarla de forma ejecutiva sin esperar el pronunciamiento de la Sala de lo Contencioso del TSJA, como se ha hecho hasta ahora con otras medidas restrictivas. De hecho, para el resto de limitaciones que el jueves anunció la Junta respecto al resto de Andalucía, la previsión es que sean publicadas oficialmente en las próximas horas para su entrada en vigor el domingo 25 de octubre. El toque de queda podría correr la misma suerte, ya que en las últimas horas el Gobierno ha hecho consultas sobre la viabilidad jurídica de su propuesta y los resultados parecen positivos. 

En un BOJA extraordinario de ayer, 22 de octubre, la Junta por el momento sólo ha publicado la modificación de las medidas adoptadas en verano, sobre el uso de mascarillas. A partir de ahora serán obligatorias en bares y restaurantes salvo el estricto momento de ingerir alimentos o bebidas, y además se hace indispensable también la protección para la práctica del deporte al aire libre, cuando haya personas alrededor. Esto ya está en vigor, pues la orden establece que su efecto es al día siguiente de su publicación.