Granada, una provincia muy poco ministrable
Política
Sólo ha tenido un ministro en democracia tras quedarse, de nuevo, fuera del reparto de carteras
La marcha de José Guirao deja aún más huérfana la cuota granadina en el Gobierno
Para variar, Granada no ha pillado ninguna cartera de las que han repartido Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. En el próximo Gobierno no habrá ningún ministro granadino. Por no estar, no estará ni el lorquiano José Guirao, el almeriense nacido en Pulpí que llegó a estudiar un curso de Filología Hispánica y que, por así decirlo, cumplía la cuota granadina del anterior Ejecutivo siendo el ministro más volcado con el Centro Lorca (algo lógico ya que antes de ser titular de Cultura fue secretario de la Fundación Lorca) y que se dejó ver en algún concierto del Festival Internacional de Música y Danza.
Lo de "por así decirlo" es porque Granada no está acostumbrada a coger ministerios ni con el PP, ni con el PSOE, ni con Podemos por lo que parece, ante lo que siempre tiene que andar rebuscando en las biografías de los representantes del Consejos de Ministros para ver cuál es el que más vínculos tiene y se puede granadinizar.
Los datos durante el periodo democrático son abrumadores. Granada solamente ha tenido un ministro y duró un año. Se trata de Manuel Jiménez de Parga quien ejerció como titular de Trabajo entre 1977 y 1978 y cuya vida la hizo más en la capital de España que en la ciudad de la Alhambra. Poco antes de él, en el fin de la dictadura franquista, el motrileño Julio Rodríguez (creador del 'calendario juliano' en el sistema universitario) también duró un año, entre 1973 y 1974.
Estos anecdóticos ministros son los dos últimos oriundos de Granada, una provincia que durante la democracia no ha tenido peso en los gobiernos que se han ido sucediendo. De este modo, figuras como la del mencionado José Guirao o la paracaidista Pilar del Castillo, que el PP situó en la circunscripción de Granada y que fue ministra de Educación, Cultura y Deporte entre 2000 y 2004 con José María Aznar al frente del Gobierno.
Ocurre al contrario con el resto de provincias andaluzas que sí tienen referentes cercanos de ministros durante de la democracia, una etapa por la que han pasado ya más de una treintena de andaluces sentados junto al presidente del Gobierno de cada época. En este Ejecutivo, de hecho, vuelven a estar la cordobesa Carmen Calvo o el exconsejero Luis Planas (valenciano pero cordobés de residencia), la sevillana María Jesús Montero –quien además gana fuerza– y entra el sevillano Juan Carlos Campo como ministro de Justicia.
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