Hay clasificaciones en las que es mejor no estar entre los mejores, y la de los 180 tramos de carretera más peligrosos de España es, sin duda, una de ellos. Granada no sale muy bien parada de este ranking, elaborado por Automovilistas Europeos Asociados (AEA) y que recoge el índice de peligrosidad de los mencionados 180 tramos en el quinquenio que va de 2007 a 2011. El punto kilométrico 173 de la N-323 tiene el dudoso honor de ser la sexta clasificada por peligrosidad a nivel nacional y la segunda a nivel andaluz, sólo superada por un tramo N-630 de la provincia de Sevilla.

Se da la circunstancia de que los cinco tramos más peligrosos de Granada se localizan en la Costa, y que cuatro están en distintos puntos de la misma vía, la N-323, concretamente en el 173, 175, 176 y 183. El quinto está en el punto kilométrico 305 de la N-340.

Los 180 kilómetros que destacan a nivel nacional por el riesgo se localizan en 53 vías en 37 provincias. En el caso de las vías convencionales, el tramo más peligroso, según el informe de la AEA, está en el kilómetro 192 de la N-420 a su paso por Poblete, en la provincia de Ciudad Real. Su índice de peligrosidad es de 1.498. Por otra parte, el que más accidentes y víctimas contabiliza está en el punto kilométrico 238 de la A-7 en Arroyo de la Salud, en Málaga. Acumula en cinco años 59 accidentes y 96 víctimas.

De vuelta a la provincia de Granada, el índice de peligrosidad más alto está en el kilómetro 173 de la N-323 (526,1), donde se han producido diez accidentes con once víctimas. En el punto más conflictivo de la N-340 (305) ese mismo índice es de 227,3, con cinco accidentes y nueve víctimas. En total, los cinco tramos señalados como los más peligrosos de la provincia suman 30 accidentes con 57 víctimas en cinco años.

En cuanto a las soluciones adoptadas por la Administración, el mismo informe señala que uno de cada cuatro tramos señalados como peligrosos ya figuraban como tal en el informe del año pasado -lo que indica que se ha mejorado, pero no lo suficiente- y que apenas cinco están señalizados como puntos negro.

En cuanto a la presencia de radares en esos tramos sólo se han detectado cinco de los más de mil que, según los datos de la AEA, tiene la Dirección General de Tráfico por toda España.

El mismo documento incide en que en torno al 47% de los accidentes de tráfico tienen como factor concurrente el estado de las infraestructuras. Además, apunta que los recortes presupuestarios pueden retrasar la "necesaria actuación" de esas carreteras defectuosas, por lo que "es importante al menos que los conductores sepan dónde están para tomar las debidas precauciones".

Por otro lado, también se señala que para el informe sólo se han tenido en cuenta las vías de la Red de Carreteras del Estado, por donde discurre el 50% del tráfico total.